Que están muy a la izquierda, que se olvidaron de la gente, que necesitan más inclusión y que el electorado está desilusionado. Estas son las razones que más han sonado para explicar la derrota del laborismo en las elecciones de Reino Unido del jueves 7 de mayo, cuando obtuvieron 232 escaños, siendo sus peores resultados desde 1987. Ahora los laboristas tienen 99 asientos menos que los conservadores, lo que significa dos millones de votos por debajo.
Los comicios fueron tan desastrosos que, incluso, Douglas Alexander, el jefe de campaña del partido, perdió su escaño en el distrito Paisley y Renfrewshire South, que mantenía desde 1997, a manos de una estudiante de Glasgow de 20 años del Partido Nacional Escocés (SNP).
Muchos cuestionaron que en cinco años no pudieran capitalizar la vulnerabilidad del gobierno de David Cameron producto de las medidas de austeridad a raíz de la crisis económica y que, además, hubiesen perdido los escaños con los que siempre contaban en Escocia. En las elecciones el Partido Nacional Escocés (SNP) ganó 56 de los 59 asientos que esa región cuenta en el Parlamento de Westminster. Además se criticó que los laboristas no supieran captar al electorado descontento por el desempeño en la coalición de gobierno de los liberales demócratas.
La derrota del laborismo en las elecciones de Reino Unido del jueves 7 de mayo, en la que obtuvieron 232 escaños, fueron sus peores resultados desde 1987.
“Tenemos que preguntarnos por qué fracasamos y no derrotamos a un gobierno tory vulnerable. No podemos culpar a la campaña; el laborismo es visto universalmente como mucho mejor. No fue la personalidad del líder. Ed Miliband sorprendió a los comentaristas de ser capaz de articular su posición claramente. Perdimos porque tratamos de ganar desde la izquierda convencidos de que el centro de gravedad político en el país se había movido hacia la izquierda. Pero no había sido así. Ningún Partido Laborista ha ganado desde la izquierda desde 1945. En los últimos 70 años, sólo cuando hemos competido desde la centro izquierda hemos ganado”, escribió en el diario The Times, Jonathan Powell, jefe de gabinete de Tony Blair (1997-2007).
En la misma línea, Blair señaló en una columna en The Guardian que “la ruta hacia la cumbre se encuentra en el centro”. “El laborismo tiene que estar con la aspiración y la ambición, así como también con la compasión y el cuidado. Tenemos que apelar a los que tienen negocios, así como a los que trabajan en ellos”, agregó.
Pero las críticas no han parado e incluso el hermano del ahora ex líder del partido, David Miliband, señaló -el lunes- que Ed Miliband hizo que el laborismo retrocediera de los principios de aspiración e inclusión. “No veo ningún sentido en culpar al electorado. Cualquier sugerencia que ellos no lo captaron es equivocada. Ellos no querían lo que se les estaba ofreciendo”, añadió. A su juicio, el partido debe ser capaz de adoptar una política de aspiración e inclusión, una política que desafíe las etiquetas tradicionales que la política ha mantenido por tanto tiempo.
De acuerdo con la revista The New Statesman, los desafíos que tiene el partido para las elecciones de 2020 no son menores. Necesita ganar 94 escaños para lograr una mayoría, algo que sólo han hecho los liberales en 1906 y el laborismo en 1945. En las próximas elecciones de 2020, el partido tendrá que hacer frente a un nuevo líder conservador, que puede ser probablemente el alcalde de Londres, Boris Johnson o la ministra de Interior, Theresa May, que revivirían el respaldo a los tories justo en momentos que esté decayendo, tal como lo hizo John Major en 1990. La revista dice que el mayor obstáculo para el laborismo será conseguir una victoria en Escocia, donde la mayoría cree que tomará una generación, más que un sólo mandato, terminar con la hegemonía del SNP.
En todo caso, el laborismo se encuentra -como describe la prensa- en un “caos”. Y hasta ahora no existen luces sobre quién puede ser el sucesor de Ed Miliband para conducir a la colectividad en los próximos años. El miércoles se dio a conocer que las elecciones para elegir al timonel del partido serán en septiembre. Y en medio de este clima de desorganización y derrota, la renuncia del aspirante con mayores posibilidades de ganar, Chuka Umunna, de 36 años, a quien se había catalogado como el Obama británico, llegó como otro golpe para el partido.
FUENTE: La Tercera