Italia se ha enfrentado nuevamente al desafío democrático de las urnas en siete de las veinte regiones del país —Véneto, Liguria, Toscana, Le Marche, Umbría, Campania y Pulia. También se eligieron a los alcaldes de 750 municipios, incluidos Venecia y Agrigento. Se trata de las primeras elecciones desde las europeas, el año anterior, en las que ganó el partido del actual Primer Ministro por un 40%.
El Primer Ministro midió mucho más que el desempeño de su partido. Quien en realidad ha sido testeado es él mismo. Renzi ha tenido una meteórica carrera y desde su llegada al poder en 2014 logró estabilizar la muy fuertemente golpeada política italiana. Esto le ha dado cierta popularidad y debe mantenerla si pretende mantener el impulso de las reformas laborales y educativas, que se han encontrado con la feroz resistencia de los sindicatos, la oposición política y el ala izquierda de su propio PD.
Las divisiones internas, que hasta ahora Matteo Renzi había intentado atajar, dejan ver que las fisuras pueden traer más de un dolor de cabeza.
En un año en que las olas migratorias azotan al sur del país y reanudan los viejos reclamos por una frontera mediterránea menos permeable, los partidos de derecha han buscado sacar ventaja. Sin embargo, encontraron asidero en un inesperado lugar: Liguria. Alejado del clima de excitación del sur pero con un PD extremadamente dividido, Forza Italia –un partido de derecha antiinmigración- se ha hecho con un bastión que desde 1994 ostentaba el Partido Democrático.
Las divisiones internas, que hasta ahora Matteo Renzi había intentado atajar, dejan ver que las fisuras pueden traer más de un dolor de cabeza. Si bien el partido del Premier mantuvo cuatro de las regiones en disputa (Toscana, Umbria, Le Marche y Puglia) y conquistó una quinta (Campania), en las regionales ha conseguido un pobre 24% y como si fuera poco su figura queda cada vez más eclipsada por el famoso Beppe Grillo y su partido 5 Estrellas.
DESEMPEÑO ELECTORAL DE LOS PARTIDOS
Según las proyecciones del Instituto Piepoli, el PD sigue liderando nacionalmente con un 23,7%; le sigue el Movimiento 5 estrellas con el 18%, tercera queda la Liga del Norte con el 12,5%. Forza italia tiene un 10,7%, Fratelli d'Italia un 4,2% y Area popolare un 3,5%.
El 5 estrellas se ha gerenciado un buen caudal de votos, superando en tres regiones el 25%. Grillo, que se ha negado a participar en alianzas y coaliciones, parece empezar a pensar que un partido con peso propio en el Parlamento no es un ideal inalcanzable.
Por su parte, la Liga del Norte también tiene para celebrar el haber aumentado su presencia electoral y celebra el crear una nueva herida a Silvio Berlusconi quien debe encontrarse exultante y preocupado. El hombre fuerte de la política italiana puede haber conquistado la Liguria pero ha perdido un 10% de los votos. Eso significa que posiblemente el pueblo italiano este considerando que a sus 78 años Silvio ya ha hecho demasiado por Italia.
Finalmente, dentro del PD, se culpa a la vieja cúpula por la pérdida de un bastión histórico. Sin embargo debería considerarse que mucho ha influido a la imagen del partido la inclusión por la comisión parlamentaria antimafia de Vincenzo De Luca, ex alcalde de Salerno y candidato por el PD para Campania, en una lista de políticos que no pueden presentarse a elecciones por sus condenas judiciales.
(*) Investigadora de la Fundación para la Integración Federal