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Domingo, 26 Febrero 2023 11:23

La sobrexposición de los halcones

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La sobrexposición de los halcones Serko

Cierta pereza del análisis político circulante, ha llevado a la utilización errónea de la conceptualización diferenciadora de “halcones y palomas” cuando se trata de explorar el modelo dirigencial del Pro. Si bien la díada resulta aplicable para otras latitudes de la cual puede reconocerse deudora (el ejemplo de la partidocracia estadounidense resulta evidente), desde esta columna sostenemos desde hace tiempos indefinidos, que esa diferenciación es falsa.

Esta semana que pasó, con los hechos que han tomado estado público a partir del juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el cual se sustancia ante la Cámara de Diputados, pudo confirmarse otra vez que el mundo amarillo, lejos está de la diferencia entre pájaros verdaderamente predadores y pájaros que el ser humano ha elegido como símbolo de la paz. Connivencias escandalosas entre funcionarios de distintos poderes, internas feroces y la impunidad política como marca en el orillo, definen este comienzo de año electoral definitorio en el universo de Juntos por el Cambio. Pasen y vean. Son todos y todas bienvenidos.

Como bien leemos en halconpedia.com, “las diferentes especies de halcón varían considerablemente en sus técnicas de caza. El halcón peregrino, como ya se ha explicado hace muy buen uso del vuelo en picada. Otros halcones, como los halcones de la pradera, tienden a preferir las persecuciones. Los halcones sacres suelen volar cerca del suelo y también, bastante a menudo, realizan persecuciones. Pueden ser muy agresivos y son totalmente temerarios”. De acuerdo a la observación científica, se reconocen unas 25 especies de halcones de acuerdo a morfología y zona donde habitan. En el principal bloque opositor argentino, no estarán tan atomizados, pero ciertas prácticas que desde hace tiempo salen a la luz, reflejan una práctica predadora sobre parte del sistema político.

Dos certezas sobrevolaron desde el anuncio del juicio político a los supremos. La primera es que probablemente al oficialismo no le den los números para eyectar de sus cargos a los cuatro jueces y la segunda es que, con el devenir del proceso, se irían descubriendo un sinnúmero de hechos que pondrían en serio cuestionamiento el accionar de lo que Cristina Fernández de Kirchner bien ha definido como el 'partido judicial' y su relación con el bloque Pro.

El día jueves se presentaron ante la comisión pertinente los jueces federales Alejo Ramos Padilla y Sebastián Ramos. El primero a cargo del Juzgado Federal de La Plata y el segundo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal n° 2 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Ramos vs Ramos” había preanunciado en un título algún medio escrito y acertó definitivamente en el desarrollo posterior de los acontecimientos. Mientras el primero desnudó una serie de complicidades que intentaron afectar su buen nombre y honor, el segundo negó cualquier relación de cercanía con el ministro de Seguridad porteño (en uso de licencia) Marcelo D’alessandro. La revelación posterior de unos chats donde se lo escucha a ambos en un trato verdaderamente cercano, llegaron para desmentir al funcionario judicial que archivó en feria y de manera express la causa abierta sobre el funcionario porteño a partir de los audios filtrados con Sergio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti.

Encuentros en el “club” y entrega de autos de parte de D’alessandro a Ramos vienen a complementar el cuadro que muestra a funcionarios judiciales integrando institutos de formación solventados con fondos de la comuna porteña. Que una de las profesoras sea la jueza encargada de investigar el intento de magnicidio con la vicepresidenta, sostenido con fondos de una empresa perteneciente a una familia muy cercana a Mauricio Macri, para algunos parece ser una casualidad sin mucho recorrido. Para nosotros parece una causalidad que refleja que, más allá de los modos, los halcones son halcones.

En el contexto de esa visceral disputa interna amarilla, y mientras Horacio Rodríguez Larreta nada dice de la escandalosa relación de su ministro con los funcionarios judiciales, su equipo de comunicación, a comienzos de semana hizo circular la versión de que el miércoles se daría a conocer en redes el video donde se anunciaba su pre candidatura a la presidencia de la nación. Sin conocerse muy bien el por qué, la “buena nueva” se produjo el día jueves. En el medio, María Eugenia Vidal, que se muestra insistente con su proyección como candidata (aunque no se termina de descubrir a qué) mostró una típica imagen de campaña vía Twitter, donde se la ve junto al ex presidente Macri, inaugurando sus oficinas de cara a este electoral 2023.

El video del jefe de gobierno porteño parece partir de una correcta idea conceptual inicial, ya que juega con las siempre impactantes imágenes patagónicas que muestra un camino que se inicia como síntesis de dos senderos que llegan a él. Como referencia a su supuesta idea anti grieta no puede negarse cierta originalidad, aunque el producto de nivel cinematográfico tiene tres problemas: 1) confunde la función de un faro sobre una costa marítima, 2) refiere a la extensión de la Ruta 40 que, supuestamente, recorrería toda la Argentina, cuestión equivocada ya que Tierra del Fuego y las Islas Malvinas no están alcanzadas por la mítica ruta y 3) el pre candidato aparece sólo en el medio de semejante inmensidad y poco desenvuelto frente a las cámaras, rígido y leyendo el teleprompter.

Desde lo discursivo, no deja de llamar la atención que en el intento de apropiación del discurso anti grieta, el ex jefe de PAMI incluya al propio Macri al afirmar que “aquellos que se han beneficiado con la grieta son unos estafadores”. Difícil de creer al acting en tanto y en cuanto hasta hace unas pocas semanas Rodríguez Larreta viajaba a Villa LA Angostura para reunirse con el ex presidente, territorio donde al hijo de Franco le gusta jugar de local.

Ni lerda ni perezosa, Patricia Bullrich, a sabiendas de que su rival intentaría ocupar el centro de la escena política, se ocupó durante toda la semana de esmerilar el pretendido perfil dialoguista de Larreta. Lo acusó de tibio, instaló en agenda la discusión por el uso de las pistolas Taser y referenció la idea de estafa desde los problemas sociales que enfrenta el país.

En un punto, ciertas discusiones de la oposición cambiemista parecen enfrentar el desafío de instalar posiciones que en los hechos, no existen. Bullrich acusa de tibio a su competidor que afirma que si llega a ser gobierno dialogará con todos menos con el 30% que representa el kirchnerismo. La ex ministra refiere al aumento de planes como uno de los grandes problemas del país, pero resulta que durante la administración que ella integró en el período 2015 – 2019, los planes crecieron exponencialmente de la mano del aumento de la pobreza. Ventajas de tener a la corporación mediática de tu lado.

Tampoco se demoró demasiado Macri al bendecir el lanzamiento de Rodríguez Larreta. Lo hizo desde su supuesto perfil de empresario capitalista, amante de la competencia porque, supuestamente, esa actitud ante la vida nos hace mejores, dando por sentado que el PRO tendrá finalmente una elección PASO para definir a sus candidatos. En el texto, referenciando su rol de fundador del espacio, el ex presidente profundiza el perfil que parece haber adoptado en el último tiempo: sin descartar su propia candidatura alienta a todos a que se candidateen. Un primus inter pares que, seguramente, al no ser candidato, tratará de incidir de la manera más firmemente posible en el armado de listas y, en el caso de que la oposición llegara al poder, en la integración de los futuros equipos ministeriales.           

En este sentido, oficialismo y oposición tienen un punto de coincidencia. Más allá del reciente lanzamiento de Daniel Scioli, las indefiniciones de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, muestran un escenario donde por ahora queda mucho por resolver. El conjunto de Juntos por el Cambio no es la excepción.

Desde hace más de diez años, la actual oposición encarnada en la derecha argentina, supo, desde la mentira y la sobreprotección mediática, mostrarse como dialoguista, portadora de la idea elemental de consenso y, supuestamente representante de un republicanismo liberal que reivindica las formas antes que el fondo.

Cuando le tocó ser gobierno, también supo instalar y recrear un sistema de connivencia y promiscuidad con un entramado judicial que aún sigue vigente y que, de alguna manera, el juicio a los cuatro supremos, trata de demostrar. En el camino, la tercera virtud que podemos reconocer para el cumplimiento de sus intereses, les hizo creer a unos cuantos, que en su seno radican diferencias entre halcones y palomas. Las detenciones ilegales a opositores del pasado y la consiguiente complacencia del conjunto cambiemista, las afirmaciones de que nada debe dialogarse con el kirchnerismo, la actual defensa corporativa sobre un Poder Judicial con alta dosis de putrefacción y las “promesas” de cómo gobernarían a partir de diciembre de 2023, reflejan que la diferencia entre halcones y palomas responde más a una referencia autocomplaciente antes que a un dato de la realidad política. Esta semana, nuevamente quedó demostrado. ¿No será hora de salir de nuestra zona de confort conceptual? Tal vez así podamos entender lo que nos espera del futuro mediato.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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