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Fundamentar - Artículos Este portal pretende hacer un aporte a la cualificación del debate político y económico en la Argentina. Ponemos ideas en discusión que pretenden servir para que surjan otras visiones que enriquezcan el análisis. https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/itemlist/tag/LEY%20OMNIBUS 2024-05-19T20:20:30-03:00 Joomla! - Open Source Content Management Adolescentes en su laberinto 2024-05-19T11:23:29-03:00 2024-05-19T11:23:29-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6824-adolescentes-en-su-laberinto Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/632c3491b2d391ab015a7b1797d7a51f_S.jpg" alt="Laberinto (1991) - Leonora Carrington" /></div><div class="K2FeedIntroText"></div><div class="K2FeedFullText"><p>Quien haya convivido con adolescentes, y tenga la suficiente edad para haberse olvidado de sus tiempos juveniles, sabrá reconocer que un “después lo hago”, no se le niega a ningún padre que se precie. Esos pequeños seres a quienes amamos, portan consigo una especie de tormenta, con cambios de humor repentino que al mundo adulto suele dejar descolocado. La inmediatez es lo único que importa y el mediano plazo se transforma en espacio de una dimensión absolutamente desconocida sobre el que no se tiene ninguna pretensión.</p> <p>En la semana que pasó, las carencias naturales del mundo libertario impusieron la necesidad de relativizar el logro de algunos objetivos en determinado lapso de tiempo. Si el Pacto de Mayo era la referencia de los días por venir, el cual servía de elemento de presión para la sanción de la ley Bases, por estas horas descubrimos, según la retórica presidencial, que ambos instrumentos no serían tan importantes ni definitivos en su realización, ya que las reformas estructurales se harán de una manera u otra. Pasen y vean. Recorrido por días del “después vemos” libertario que esconde más que lo que muestra.</p> <p>La semana política había comenzado con la “buena” noticia del dato de la inflación de abril que, de acuerdo a lo informado por el Indec, dio 8,8%, confirmando una tendencia a la baja. Apalancados sobre la decisión “populista” de no aplicar los aumentos anunciados sobre las tarifas de gas y luz, el mileismo salió a celebrar el dato como un triunfo en sí mismo. No faltó la participación del presidente en redes ni el coro de operadores periodísticos que nos indican que vamos por el buen camino.</p> <p>Pero también hubo tiempo para homenajes. A 35 años del triunfo de Carlos Menen en las elecciones que derrotó a Eduardo Angeloz (y a 21 de que defeccionara de la participación en un balotaje contra Néstor Kirchner), en la Casa Rosada se descubrió un busto en honor al ex presidente y que la malicia tuitera encontró con un sugestivo parecido al recordado cantante de soul James Brown. Con la presencia de la familia Menem en pleno, Javier Milei no se amilanó al afirmar que el riojano había sido el mejor presidente de la democracia surgida post dictadura.</p> <p>Va de suyo que cualquier gobierno busca un ancla en el pasado como forma de legitimación y referenciación política. El libertarismo ha apostado por dos: la acción política de Julio Argentino Roca de hace 140 años y el ya comentado gobierno de los 90’. En ambos casos incurre en contradicciones flagrantes.</p> <p>Para el primero de ellos, alguien que ha sido considerado el arquitecto del Estado moderno argentino, no deja de ser sugestiva la diferencia teniendo en cuenta que el presidente considera al Estado como una asociación criminal. Y no es que esa clasificación responda a la coyuntura de estos días, sino que se perfecciona con esos indicadores tan discutibles que utiliza el papá de Conan, cuando reivindica los tiempos del “libre” comercio antes de la conformación de los Estado Nación europeos.</p> <figure><img src="https://www.fundamentar.com/images/casa-en-el-laberinto.jpg" alt="Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas" /> <figcaption>Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas</figcaption> </figure> <p>Para el segundo y del que buena parte de la población adulta argentina ha sido contemporánea, llama la atención la reivindicación de una figura que, si algo supo hacer bien, fue rodearse de la casta política, empresarial, sindical y hasta artística de aquel tiempo y que, si miramos con atención, unos cuantos de ellos siguen teniendo vigencia por estos días.</p> <p>La pregunta refiere a qué se podría valorar de la gestión del riojano. La estabilidad lograda vino de la mano de una desocupación que trepó al 17,58% para 1995 y se mantuvo cercana al 15% para 1999, mientras que la pobreza recibida en el orden del 20% en 1989, había crecido al 27% diez años después. Por las características estructurales de la Convertibilidad, cualquier crisis financiera, por más lejana que se produjera en la distancia, afectaba a las cuentas nacionales. Los casos de corrupción se desarrollaron a lo largo de todo su mandato. Los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA jamás fueron investigados con el profesionalismo debido. Miles de pequeñas y medianas empresas bajaron las persianas. El campo se transformó en una tierra sin valor de la que emigraban para no volver los jóvenes oriundos del lugar. La denigración institucional llegó a tales niveles que se votó alguna ley con un diputado trucho sentado en una banca, y se conformó una mayoría automática en la Corte Suprema que se convirtió en un verdadero lastre público. La explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero fue una verdadera ignominia que sirvió para ocultar las pruebas de la vergonzosa e ilegal venta de armas a Ecuador. Las empresas públicas (como YPF o Aerolíneas Argentinas) fueron mal privatizadas por unos pocos dólares, y de esa enajenación surgieron como un grito ahogado los movimientos piqueteros de Salta y Cutral Có.  De la trampa, de la personalización, del individualismo y de la mal entendida picardía política se hizo un culto.</p> <p>Milei reivindica ese tiempo social con datos falsos (salarios promedio de U$s1800) y sobre la ignorancia de buena parte de sus seguidores que, como un pecado de juventud, se creen con el derecho de ignorar la historia reciente. De alguna forma, la sociedad argentina ya juzgó a Carlos Menem: nadie, más allá de sus seguidores más cercanos, lo tiene como una referencia de horizonte y su muerte, ocurrida bajo el ramplón artilugio de ser una especie de senador vitalicio que le habilitaba los fueros para no quedar detenido, lo sorprendió sin el más mínimo reconocimiento popular. Los honores institucionales son otra cosa.</p> <p>En ese devenir de tirar todo para adelante, la ley Bases no sólo que no puede ser sancionada sino que ni siquiera el oficialismo logra un dictamen de mayoría (aunque sea con cambios de lo aprobado en la Cámara de Diputados), para que sea tratada en el recinto.</p> <p>La dificultad por lograr su aprobación, no sólo se sustancia en la atomización de las fuerzas opositoras que ya hemos comentado en artículos anteriores, sino en el propio internismo oficialista, que pretende mostrar como una novedad de valor, que la vicepresidenta Victoria Villarruel se reúna con funcionarios del Poder Ejecutivo para coordinar acciones con el fin de garantizar la sanción en la Cámara de Senadores.</p> <p>A esta altura del mes y de acuerdo a lo visto en los últimos días, el Senado se encuentra en una situación de bloqueo donde los 33 votos en contra de Unión por la Patria (UxP) parecen estar consolidados, mientras que el oficialismo no logra alcanzar un número mayor. Los días pasan y vale preguntarse cuánto hay de cosmética para la negociación y cuánto de estructural en las negativas de oficialistas y de opositores friendly para llegar a un acuerdo relativamente definitivo.</p> <figure><img src="https://www.fundamentar.com/images/laberinto-de-horta-barcelona--freixas-cortes.jpg" alt="Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés" /> <figcaption>Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés</figcaption> </figure> <p>Para el Ejecutivo, que viene perdiendo articulado de la ley en el camino de manera sistemática parece haber llegado el tiempo de dejar de ceder. Pero eso es sólo una ilusión ante el hipotético escenario de una derrota que quede garantizada por el escaso número de los cuatro votos que le faltan a UxP para hacer caer el proyecto.</p> <p>Para los opositores amigables, por ejemplo, la sobre exposición del tema RIGI o de la reimposición de ganancias en determinadas provincias (las patagónicas tienen un buen número de trabajadores y trabajadoras que quedarían alcanzados por el impuesto), no son fáciles de aceptar ya que afectan a ciertas regiones de manera determinante. No resulta nada fácil volver a la provincia y explicar que las empresas locales quedarán en una posición de marcada desigualdad frente a las inversiones extranjeras o que, los ya afectados bolsillos, sufrirán aún más recortes al comienzo de cada mes.</p> <p>Para el libertarismo el problema no radica sólo en la aprobación o no de la ley. También queda condicionado el Pacto de Mayo en Córdoba, ya que, al haber anunciado que su realización dependía del resultado de la mayor (y única) propuesta legislativa del oficialismo, las idas y vueltas vienen siendo constantes. En el término de una semana se anunció que se realizaría igual sin que la ley esté formalmente aprobada, luego que habría “pacto” pero sin invitación a los gobernadores y con una especie de celebración libertaria en las calles de la Docta y este viernes, finalmente, se oficializó que se piensa en junio o julio como fecha de concreción y que tal vez Rosario pueda ser el lugar elegido en el Día de la Bandera. Si es así, sería una excelente oportunidad para que el Poder Ejecutivo Nacional reactive las obras detenidas por falta de fondos en el querido e histórico monumento. Debe reconocerse que en el fondo, a veces, no hay mal que por bien no venga.</p> <p>Ese ir y venir parece una práctica adolescente que no puede ser ocultada ni siquiera con el colaboracionismo explícito de gobernadores de la talla de Martín Llaryora que, con su cordobesismo congénito a cuestas, en una misma frase puede parecerse al más lúcido de los peronistas, a partir de lo que, se da por sentado, es su acción de gestión en Córdoba y el rol del Estado, como así también al más predispuesto de los libertarios para sacar al país del atraso. “Ventajas” de comportarse dentro del esquema de partidos tipo “catch all” (atrapa todo), donde la principal característica ideológica de cada uno de ellos es que se actúa como si esa condición no existiera. Como diría aquella vieja canción sabinera “como te digo una co’, te digo la o’…”.</p> <p>Aunque no recaigan sobre los sectores que se habían prometido en la campaña (a quién le importa eso a estas alturas de los acontecimientos), la licuadora y la motosierra parecen ir cumpliendo sus objetivos. Así como transformarse en adulto requiere de bastante más que tener cierta independencia de movimiento de los padres, la política importante, esa que se juega en las grandes ligas, exige más que redes, berrinches autoritarios y encuentros con amigos en el extranjero.</p> <p>Cinco meses sin ningún proyecto aprobado con interés para el oficialismo en el Congreso, en la etapa que, se supone, se cuenta con mayor empatía social, muestra los límites del libertarismo que supimos conseguir. Habrá que ver si madura…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://x.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/632c3491b2d391ab015a7b1797d7a51f_S.jpg" alt="Laberinto (1991) - Leonora Carrington" /></div><div class="K2FeedIntroText"></div><div class="K2FeedFullText"><p>Quien haya convivido con adolescentes, y tenga la suficiente edad para haberse olvidado de sus tiempos juveniles, sabrá reconocer que un “después lo hago”, no se le niega a ningún padre que se precie. Esos pequeños seres a quienes amamos, portan consigo una especie de tormenta, con cambios de humor repentino que al mundo adulto suele dejar descolocado. La inmediatez es lo único que importa y el mediano plazo se transforma en espacio de una dimensión absolutamente desconocida sobre el que no se tiene ninguna pretensión.</p> <p>En la semana que pasó, las carencias naturales del mundo libertario impusieron la necesidad de relativizar el logro de algunos objetivos en determinado lapso de tiempo. Si el Pacto de Mayo era la referencia de los días por venir, el cual servía de elemento de presión para la sanción de la ley Bases, por estas horas descubrimos, según la retórica presidencial, que ambos instrumentos no serían tan importantes ni definitivos en su realización, ya que las reformas estructurales se harán de una manera u otra. Pasen y vean. Recorrido por días del “después vemos” libertario que esconde más que lo que muestra.</p> <p>La semana política había comenzado con la “buena” noticia del dato de la inflación de abril que, de acuerdo a lo informado por el Indec, dio 8,8%, confirmando una tendencia a la baja. Apalancados sobre la decisión “populista” de no aplicar los aumentos anunciados sobre las tarifas de gas y luz, el mileismo salió a celebrar el dato como un triunfo en sí mismo. No faltó la participación del presidente en redes ni el coro de operadores periodísticos que nos indican que vamos por el buen camino.</p> <p>Pero también hubo tiempo para homenajes. A 35 años del triunfo de Carlos Menen en las elecciones que derrotó a Eduardo Angeloz (y a 21 de que defeccionara de la participación en un balotaje contra Néstor Kirchner), en la Casa Rosada se descubrió un busto en honor al ex presidente y que la malicia tuitera encontró con un sugestivo parecido al recordado cantante de soul James Brown. Con la presencia de la familia Menem en pleno, Javier Milei no se amilanó al afirmar que el riojano había sido el mejor presidente de la democracia surgida post dictadura.</p> <p>Va de suyo que cualquier gobierno busca un ancla en el pasado como forma de legitimación y referenciación política. El libertarismo ha apostado por dos: la acción política de Julio Argentino Roca de hace 140 años y el ya comentado gobierno de los 90’. En ambos casos incurre en contradicciones flagrantes.</p> <p>Para el primero de ellos, alguien que ha sido considerado el arquitecto del Estado moderno argentino, no deja de ser sugestiva la diferencia teniendo en cuenta que el presidente considera al Estado como una asociación criminal. Y no es que esa clasificación responda a la coyuntura de estos días, sino que se perfecciona con esos indicadores tan discutibles que utiliza el papá de Conan, cuando reivindica los tiempos del “libre” comercio antes de la conformación de los Estado Nación europeos.</p> <figure><img src="https://www.fundamentar.com/images/casa-en-el-laberinto.jpg" alt="Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas" /> <figcaption>Casa en el Laberinto - Yolanda Molina Brañas</figcaption> </figure> <p>Para el segundo y del que buena parte de la población adulta argentina ha sido contemporánea, llama la atención la reivindicación de una figura que, si algo supo hacer bien, fue rodearse de la casta política, empresarial, sindical y hasta artística de aquel tiempo y que, si miramos con atención, unos cuantos de ellos siguen teniendo vigencia por estos días.</p> <p>La pregunta refiere a qué se podría valorar de la gestión del riojano. La estabilidad lograda vino de la mano de una desocupación que trepó al 17,58% para 1995 y se mantuvo cercana al 15% para 1999, mientras que la pobreza recibida en el orden del 20% en 1989, había crecido al 27% diez años después. Por las características estructurales de la Convertibilidad, cualquier crisis financiera, por más lejana que se produjera en la distancia, afectaba a las cuentas nacionales. Los casos de corrupción se desarrollaron a lo largo de todo su mandato. Los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA jamás fueron investigados con el profesionalismo debido. Miles de pequeñas y medianas empresas bajaron las persianas. El campo se transformó en una tierra sin valor de la que emigraban para no volver los jóvenes oriundos del lugar. La denigración institucional llegó a tales niveles que se votó alguna ley con un diputado trucho sentado en una banca, y se conformó una mayoría automática en la Corte Suprema que se convirtió en un verdadero lastre público. La explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero fue una verdadera ignominia que sirvió para ocultar las pruebas de la vergonzosa e ilegal venta de armas a Ecuador. Las empresas públicas (como YPF o Aerolíneas Argentinas) fueron mal privatizadas por unos pocos dólares, y de esa enajenación surgieron como un grito ahogado los movimientos piqueteros de Salta y Cutral Có.  De la trampa, de la personalización, del individualismo y de la mal entendida picardía política se hizo un culto.</p> <p>Milei reivindica ese tiempo social con datos falsos (salarios promedio de U$s1800) y sobre la ignorancia de buena parte de sus seguidores que, como un pecado de juventud, se creen con el derecho de ignorar la historia reciente. De alguna forma, la sociedad argentina ya juzgó a Carlos Menem: nadie, más allá de sus seguidores más cercanos, lo tiene como una referencia de horizonte y su muerte, ocurrida bajo el ramplón artilugio de ser una especie de senador vitalicio que le habilitaba los fueros para no quedar detenido, lo sorprendió sin el más mínimo reconocimiento popular. Los honores institucionales son otra cosa.</p> <p>En ese devenir de tirar todo para adelante, la ley Bases no sólo que no puede ser sancionada sino que ni siquiera el oficialismo logra un dictamen de mayoría (aunque sea con cambios de lo aprobado en la Cámara de Diputados), para que sea tratada en el recinto.</p> <p>La dificultad por lograr su aprobación, no sólo se sustancia en la atomización de las fuerzas opositoras que ya hemos comentado en artículos anteriores, sino en el propio internismo oficialista, que pretende mostrar como una novedad de valor, que la vicepresidenta Victoria Villarruel se reúna con funcionarios del Poder Ejecutivo para coordinar acciones con el fin de garantizar la sanción en la Cámara de Senadores.</p> <p>A esta altura del mes y de acuerdo a lo visto en los últimos días, el Senado se encuentra en una situación de bloqueo donde los 33 votos en contra de Unión por la Patria (UxP) parecen estar consolidados, mientras que el oficialismo no logra alcanzar un número mayor. Los días pasan y vale preguntarse cuánto hay de cosmética para la negociación y cuánto de estructural en las negativas de oficialistas y de opositores friendly para llegar a un acuerdo relativamente definitivo.</p> <figure><img src="https://www.fundamentar.com/images/laberinto-de-horta-barcelona--freixas-cortes.jpg" alt="Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés" /> <figcaption>Laberinto de Horta Barcelona - Freixas Cortés</figcaption> </figure> <p>Para el Ejecutivo, que viene perdiendo articulado de la ley en el camino de manera sistemática parece haber llegado el tiempo de dejar de ceder. Pero eso es sólo una ilusión ante el hipotético escenario de una derrota que quede garantizada por el escaso número de los cuatro votos que le faltan a UxP para hacer caer el proyecto.</p> <p>Para los opositores amigables, por ejemplo, la sobre exposición del tema RIGI o de la reimposición de ganancias en determinadas provincias (las patagónicas tienen un buen número de trabajadores y trabajadoras que quedarían alcanzados por el impuesto), no son fáciles de aceptar ya que afectan a ciertas regiones de manera determinante. No resulta nada fácil volver a la provincia y explicar que las empresas locales quedarán en una posición de marcada desigualdad frente a las inversiones extranjeras o que, los ya afectados bolsillos, sufrirán aún más recortes al comienzo de cada mes.</p> <p>Para el libertarismo el problema no radica sólo en la aprobación o no de la ley. También queda condicionado el Pacto de Mayo en Córdoba, ya que, al haber anunciado que su realización dependía del resultado de la mayor (y única) propuesta legislativa del oficialismo, las idas y vueltas vienen siendo constantes. En el término de una semana se anunció que se realizaría igual sin que la ley esté formalmente aprobada, luego que habría “pacto” pero sin invitación a los gobernadores y con una especie de celebración libertaria en las calles de la Docta y este viernes, finalmente, se oficializó que se piensa en junio o julio como fecha de concreción y que tal vez Rosario pueda ser el lugar elegido en el Día de la Bandera. Si es así, sería una excelente oportunidad para que el Poder Ejecutivo Nacional reactive las obras detenidas por falta de fondos en el querido e histórico monumento. Debe reconocerse que en el fondo, a veces, no hay mal que por bien no venga.</p> <p>Ese ir y venir parece una práctica adolescente que no puede ser ocultada ni siquiera con el colaboracionismo explícito de gobernadores de la talla de Martín Llaryora que, con su cordobesismo congénito a cuestas, en una misma frase puede parecerse al más lúcido de los peronistas, a partir de lo que, se da por sentado, es su acción de gestión en Córdoba y el rol del Estado, como así también al más predispuesto de los libertarios para sacar al país del atraso. “Ventajas” de comportarse dentro del esquema de partidos tipo “catch all” (atrapa todo), donde la principal característica ideológica de cada uno de ellos es que se actúa como si esa condición no existiera. Como diría aquella vieja canción sabinera “como te digo una co’, te digo la o’…”.</p> <p>Aunque no recaigan sobre los sectores que se habían prometido en la campaña (a quién le importa eso a estas alturas de los acontecimientos), la licuadora y la motosierra parecen ir cumpliendo sus objetivos. Así como transformarse en adulto requiere de bastante más que tener cierta independencia de movimiento de los padres, la política importante, esa que se juega en las grandes ligas, exige más que redes, berrinches autoritarios y encuentros con amigos en el extranjero.</p> <p>Cinco meses sin ningún proyecto aprobado con interés para el oficialismo en el Congreso, en la etapa que, se supone, se cuenta con mayor empatía social, muestra los límites del libertarismo que supimos conseguir. Habrá que ver si madura…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://x.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> El sol del 25... 2024-05-12T11:46:09-03:00 2024-05-12T11:46:09-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6818-el-sol-del-25 Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/a9ff185391089482a57d62bff9abb789_S.jpg" alt="El sol del 25..." /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Ya el sol del veinticinco,</em><br /><em> viene asomando.</em><br /><em> Ya el sol del veinticinco.</em><br /><em> viene asomando.</em><br /><em> Y su luz en el Plata,</em><br /><em> va reflejando…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">D. Lombardi - S. Rocca</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>A dos semanas del convite, ¿habrá sol del 25 o los nubarrones ocuparán el espacio del cielo libertario? La pregunta, a tan poco tiempo, no parece menor. En un oficialismo compuesto por una minoría intensa que tiene a su favor un consolidado liderazgo, pero que se encuentra atravesado (y abrumado) por un fuerte internismo, no abundan las buenas noticias más allá del colaboracionismo militante de parte del entramado comunicacional y de la sociedad conformada con el gran capital, que imagina una ventana de oportunidades para hacerse aún más poderoso. Si el Pacto de Mayo era una especie de referencia que permitiría construir una hoja de ruta, estructurada sobre ideas comunes y coincidentes con algunos dirigentes cercanos y otros necesitados, la misma parece poco visible en el camino, en un contexto donde el conflicto social lejos está de desescalar. Entre medidas de fuerza, mosquitos que no se van con el frío y auroras australes, querido lector, estimada lectora, arrímese al fogón con ganas y sin titubear. Sea usted bienvenido y bienvenida.</p> <p>Mientras se espera la confirmación semanal de la baja de la inflación, gran logro que permitiría dejarnos más o menos en el mismo lugar en que lo había dejado la desastrosa gestión del Frente de Todos allá por octubre de 2023 (pero en aquella oportunidad con algo más del 5% de desempleo), la ausencia de buenas noticias no dejan de sucederse en el oficialismo.</p> <p>Las empresas energéticas no están dispuestas a recibir el bono que propone el gobierno para saldar su deuda de nada más y nada menos que U$s 2.200 millones, con fecha de vencimiento a 2038 y con un valor del 50%; en la semana se confirmó el dato de la caída de la producción manufacturera en 21.3% interanual; la ley Bases se encuentra ralentizada a partir de la inexistencia de acuerdo con la oposición amigable en el Senado; el paro que se llevó adelante el día jueves tuvo un evidente impacto en el sistema político y el choque de trenes del último jueves en Palermo, no parece dejarlo sin responsabilidades a los funcionarios de la administración nacional.</p> <p>https://twitter.com/INDECArgentina/status/1788282854905974935</p> <p>En el caso de la Ley Bases, nadie se atreve a afirmar públicamente que será rechazada en la Cámara Alta, ya que las negociaciones persisten a partir de los intereses cruzados. Pero sería importante no dejar de observar que, según lo anunciado por José Mayans, jefe de bloque de Unión por la Patria, el número de treinta y tres está consolidado y que se trabaja firmemente sobre la posibilidad de conseguir los restantes cuatro votos que le brindaría una derrota de proporciones al mundo libertario.</p> <p>Tal vez pueda pensarse que el formoseño está sobreactuando, pero no deja de llamar la atención cómo, con el correr de los días, aparecen “novedades” de un proyecto de ley que tendría más problemas que soluciones, tal como quedó demostrado con los cuestionamientos que recibió el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y que ganan en masa crítica en el sistema político.</p> <p>De hecho, más allá de algunas escasas voces públicas de los gobernadores, principalísimos invitados al festín, nadie agita demasiado el parche (con el anfitrión Martín Llaryora incluido), dado que los límites que impone el tratamiento de la ley fetiche del gobierno se hacen cada vez más evidentes.</p> <p>En las últimas horas trascendió el rumor de que los mandatarios provinciales desean tener una reunión con el presidente en persona, el cual ha dejado cualquier tipo de negociación en manos de su asesor estrella Santiago Caputo y el ministro del Interior Guillermo Francos. ¿Habrá encuentro? Difícil de predecirlo para un dirigente como Javier Milei que ha hecho del relacionamiento con pares que no le reportan políticamente, una denostación sistemática y permanente. El mayor logro conseguido por quienes lo rodean, es que el primer mandatario no aborde demasiado el tema en declaraciones públicas, para no desarmar lo que puedan tejer sus colaboradores antes nombrados.</p> <p>De alguna forma, esa centralidad sí fue buscada como respuesta al paro que se llevó adelante el día jueves. El presidente hizo gala de una serie de analogías de dudosa interpretación vía X; la ministra de Seguridad se prestó a un nuevo papelón en su carrera política, subiéndose a un colectivo de una empresa de transporte que, supuestamente, brindó el servicio, sin tarjeta SUBE primero, y sin saldo en la misma después; no faltando, además, las siempre atractivas “cuantificaciones” que expresan cuánto dinero perdió el país. Hermosa truchada a las cuales no pocos medios recurren, sin el más mínimo apego a los datos, en el intento de construcción de sentido sobre una medida de fuerza donde los malos siempre son los sindicalistas y donde el trabajador sería una especie de sujeto sin conciencia política que puede ser arriado cual vaca que se lleva al corral.</p> <p>https://twitter.com/cgtoficialok/status/1788690560531755183</p> <p>El paro fue contundente. En su análisis, que lejos está de ser simplificado, sí debe decirse que en el pasado hubieron otros que fueron más importantes y que, sobre todo en el comercio de cercanía, ciertas urgencias (según CAME, la caída en lo que va de 2024 en las ventas en el sector minorista ronda el 18,4%), obligan a seguir adelante pese a todo.</p> <p>Pero si hablamos de medidas de fuerza y de interpretaciones forzadas que rodean el ridículo, las palmas parecen llevárselas el conjunto del funcionariado santafesino que supimos conseguir, que intentó tapar el sol con la mano. El paro llevado adelante por docentes, estatales, municipales y médicos durante el día miércoles reflejó una ciudad de Rosario semi vacía en sus calles al amanecer.</p> <p>La contundencia fue más que evidente y dejó, por ejemplo, en un segundo lugar la obligatoriedad impuesta a docentes de notificar vía declaración jurada su asistencia a sus lugares de trabajo. Con la inmensa mayoría de las escuelas cerradas, tanto de gestión pública como privada, unas pocas horas después, en el medio de una forzada discusión (también aquí) sobre la contundencia del paro, los funcionarios provinciales no tuvieron mejor idea que salir a plantear que unos 31.000 docentes afirmaban haber ido a trabajar.</p> <p>No se sabe muy bien quien le vendió la genial idea al gobernador Maximiliano Pullaro de imponer el premio a la asistencia perfecta sin discusión paritaria, a lo guapo y que eso luego se complemente con formularios por llenar que arman un berenjenal y embrollo del cual no se sabe muy bien luego cómo salir. Sobre todo si el ministro del área, José Goity, a cinco meses de haber asumido, en plena luna de miel con el electorado y de cara a la sociedad, se la pasa hablando de planillas, de aquellos cargos docentes que dejaron afuera del presentismo encubierto y no del modelo de educación que el Poder Ejecutivo quiere llevar adelante. En mi Tablada natal me enseñaron que del ridículo no se vuelve. Pero habrá que ver, la magia de la política a veces produce milagros.</p> <p>https://twitter.com/tincholucero/status/1788347228282560676</p> <p>El silencio de los gobernadores de cara al 25 de Mayo, Pullaro incluido, demuestra los límites del propio gobierno. Cuando Milei hizo la convocatoria, allá por el 1º de Marzo cuando dejaba inaugurado el período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el plazo de casi tres meses parecía un tiempo más que prudencial para ir tejiendo acuerdos que le regalaran una imagen al estilo Pacto de la Moncloa argento, el cual el mismísimo Carlos Menem no pudo lograr, debiendo conformarse con una foto con Raúl Alfonsín que le dio marco al Pacto de Olivos y a los famosos Núcleos de Coincidencias Básicas.</p> <p>Pero el oficialismo enfrenta dos problemas que son hijos de una misma matriz. Por un lado, el líder libertario descree firmemente de la idea de acuerdo político de alto nivel. En su nula formación al respecto, toda idea de diálogo se parece y mucho, a una especie de cesión ante la casta que, supuestamente, detesta. Por lo tanto, sólo cabe la idea de domesticar al conjunto desde la fortaleza que supone el manejo de los recursos que brinda ese mismo Estado que es cuestionado por ser una asociación criminal. Pero la política sostenida en el tiempo necesita bastante más que el soporte dinerario.</p> <p>Es probable que, como marcan muchas encuestas, la imagen positiva de Milei ronde el 50%, que eso represente hoy una buena noticia para el mundo libertario, pero también, corre el riesgo que ese pueda transformarse en su techo y, más allá de la firmeza de las convicciones, las intensidades de los partidarios no siempre es suficiente, lo cual sabe con hondura la propia Cristina Fernández de Kirchner.</p> <p>Por otro lado, un gobierno que se ha sustanciado desde el reino de las redes, convive con el problema de un “afuera” que supone múltiples desafíos y variables que no siempre se manejan. Twitter, Instagram, Tik Tok y en menor medida Facebook, te permiten construir lazos identitarios y de cercanía virtual en el cortísimo plazo de esa inmediatez que traen de suyo. Como en el fútbol, donde equipos mediocres que pegan rachas que les permiten ganar torneos y luego cuando se deben sostener en el tiempo, se desarman como un cúmulo de hojas secas que se lleva el viento; la política requiere algo más que inmediatez, sobre todo si aparecen propuestas (aunque sean modestas) de mediano plazo. No se convoca y muchos menos conduce, a un pacto para la próximas décadas desde las certezas que brinda nuestro individualismo, por más asertivo que creamos que resulta. Allí radica buena parte del intríngulis libertario que no puede mostrar de antemano el supuesto éxito del Pacto de Mayo.</p> <p>A escasos trece días nadie sabe a ciencia cierta si el sol del 25 reflejará su luz sobre las serranías cordobesas, si el oficialismo se enfrentará a una circunstancia virtuosa para sus intereses o a un papelón deslegitimante. Lo que sí cada vez queda más claro es que, como se hace en la pesca, para tirar la plomada lejos, hay que tener tanza. Y el oficialismo pretende mostrar como una virtud contar con poco hilo en el carretel. En un par de semanas sabremos hasta dónde llegó la línea.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/a9ff185391089482a57d62bff9abb789_S.jpg" alt="El sol del 25..." /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Ya el sol del veinticinco,</em><br /><em> viene asomando.</em><br /><em> Ya el sol del veinticinco.</em><br /><em> viene asomando.</em><br /><em> Y su luz en el Plata,</em><br /><em> va reflejando…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">D. Lombardi - S. Rocca</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>A dos semanas del convite, ¿habrá sol del 25 o los nubarrones ocuparán el espacio del cielo libertario? La pregunta, a tan poco tiempo, no parece menor. En un oficialismo compuesto por una minoría intensa que tiene a su favor un consolidado liderazgo, pero que se encuentra atravesado (y abrumado) por un fuerte internismo, no abundan las buenas noticias más allá del colaboracionismo militante de parte del entramado comunicacional y de la sociedad conformada con el gran capital, que imagina una ventana de oportunidades para hacerse aún más poderoso. Si el Pacto de Mayo era una especie de referencia que permitiría construir una hoja de ruta, estructurada sobre ideas comunes y coincidentes con algunos dirigentes cercanos y otros necesitados, la misma parece poco visible en el camino, en un contexto donde el conflicto social lejos está de desescalar. Entre medidas de fuerza, mosquitos que no se van con el frío y auroras australes, querido lector, estimada lectora, arrímese al fogón con ganas y sin titubear. Sea usted bienvenido y bienvenida.</p> <p>Mientras se espera la confirmación semanal de la baja de la inflación, gran logro que permitiría dejarnos más o menos en el mismo lugar en que lo había dejado la desastrosa gestión del Frente de Todos allá por octubre de 2023 (pero en aquella oportunidad con algo más del 5% de desempleo), la ausencia de buenas noticias no dejan de sucederse en el oficialismo.</p> <p>Las empresas energéticas no están dispuestas a recibir el bono que propone el gobierno para saldar su deuda de nada más y nada menos que U$s 2.200 millones, con fecha de vencimiento a 2038 y con un valor del 50%; en la semana se confirmó el dato de la caída de la producción manufacturera en 21.3% interanual; la ley Bases se encuentra ralentizada a partir de la inexistencia de acuerdo con la oposición amigable en el Senado; el paro que se llevó adelante el día jueves tuvo un evidente impacto en el sistema político y el choque de trenes del último jueves en Palermo, no parece dejarlo sin responsabilidades a los funcionarios de la administración nacional.</p> <p>https://twitter.com/INDECArgentina/status/1788282854905974935</p> <p>En el caso de la Ley Bases, nadie se atreve a afirmar públicamente que será rechazada en la Cámara Alta, ya que las negociaciones persisten a partir de los intereses cruzados. Pero sería importante no dejar de observar que, según lo anunciado por José Mayans, jefe de bloque de Unión por la Patria, el número de treinta y tres está consolidado y que se trabaja firmemente sobre la posibilidad de conseguir los restantes cuatro votos que le brindaría una derrota de proporciones al mundo libertario.</p> <p>Tal vez pueda pensarse que el formoseño está sobreactuando, pero no deja de llamar la atención cómo, con el correr de los días, aparecen “novedades” de un proyecto de ley que tendría más problemas que soluciones, tal como quedó demostrado con los cuestionamientos que recibió el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y que ganan en masa crítica en el sistema político.</p> <p>De hecho, más allá de algunas escasas voces públicas de los gobernadores, principalísimos invitados al festín, nadie agita demasiado el parche (con el anfitrión Martín Llaryora incluido), dado que los límites que impone el tratamiento de la ley fetiche del gobierno se hacen cada vez más evidentes.</p> <p>En las últimas horas trascendió el rumor de que los mandatarios provinciales desean tener una reunión con el presidente en persona, el cual ha dejado cualquier tipo de negociación en manos de su asesor estrella Santiago Caputo y el ministro del Interior Guillermo Francos. ¿Habrá encuentro? Difícil de predecirlo para un dirigente como Javier Milei que ha hecho del relacionamiento con pares que no le reportan políticamente, una denostación sistemática y permanente. El mayor logro conseguido por quienes lo rodean, es que el primer mandatario no aborde demasiado el tema en declaraciones públicas, para no desarmar lo que puedan tejer sus colaboradores antes nombrados.</p> <p>De alguna forma, esa centralidad sí fue buscada como respuesta al paro que se llevó adelante el día jueves. El presidente hizo gala de una serie de analogías de dudosa interpretación vía X; la ministra de Seguridad se prestó a un nuevo papelón en su carrera política, subiéndose a un colectivo de una empresa de transporte que, supuestamente, brindó el servicio, sin tarjeta SUBE primero, y sin saldo en la misma después; no faltando, además, las siempre atractivas “cuantificaciones” que expresan cuánto dinero perdió el país. Hermosa truchada a las cuales no pocos medios recurren, sin el más mínimo apego a los datos, en el intento de construcción de sentido sobre una medida de fuerza donde los malos siempre son los sindicalistas y donde el trabajador sería una especie de sujeto sin conciencia política que puede ser arriado cual vaca que se lleva al corral.</p> <p>https://twitter.com/cgtoficialok/status/1788690560531755183</p> <p>El paro fue contundente. En su análisis, que lejos está de ser simplificado, sí debe decirse que en el pasado hubieron otros que fueron más importantes y que, sobre todo en el comercio de cercanía, ciertas urgencias (según CAME, la caída en lo que va de 2024 en las ventas en el sector minorista ronda el 18,4%), obligan a seguir adelante pese a todo.</p> <p>Pero si hablamos de medidas de fuerza y de interpretaciones forzadas que rodean el ridículo, las palmas parecen llevárselas el conjunto del funcionariado santafesino que supimos conseguir, que intentó tapar el sol con la mano. El paro llevado adelante por docentes, estatales, municipales y médicos durante el día miércoles reflejó una ciudad de Rosario semi vacía en sus calles al amanecer.</p> <p>La contundencia fue más que evidente y dejó, por ejemplo, en un segundo lugar la obligatoriedad impuesta a docentes de notificar vía declaración jurada su asistencia a sus lugares de trabajo. Con la inmensa mayoría de las escuelas cerradas, tanto de gestión pública como privada, unas pocas horas después, en el medio de una forzada discusión (también aquí) sobre la contundencia del paro, los funcionarios provinciales no tuvieron mejor idea que salir a plantear que unos 31.000 docentes afirmaban haber ido a trabajar.</p> <p>No se sabe muy bien quien le vendió la genial idea al gobernador Maximiliano Pullaro de imponer el premio a la asistencia perfecta sin discusión paritaria, a lo guapo y que eso luego se complemente con formularios por llenar que arman un berenjenal y embrollo del cual no se sabe muy bien luego cómo salir. Sobre todo si el ministro del área, José Goity, a cinco meses de haber asumido, en plena luna de miel con el electorado y de cara a la sociedad, se la pasa hablando de planillas, de aquellos cargos docentes que dejaron afuera del presentismo encubierto y no del modelo de educación que el Poder Ejecutivo quiere llevar adelante. En mi Tablada natal me enseñaron que del ridículo no se vuelve. Pero habrá que ver, la magia de la política a veces produce milagros.</p> <p>https://twitter.com/tincholucero/status/1788347228282560676</p> <p>El silencio de los gobernadores de cara al 25 de Mayo, Pullaro incluido, demuestra los límites del propio gobierno. Cuando Milei hizo la convocatoria, allá por el 1º de Marzo cuando dejaba inaugurado el período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el plazo de casi tres meses parecía un tiempo más que prudencial para ir tejiendo acuerdos que le regalaran una imagen al estilo Pacto de la Moncloa argento, el cual el mismísimo Carlos Menem no pudo lograr, debiendo conformarse con una foto con Raúl Alfonsín que le dio marco al Pacto de Olivos y a los famosos Núcleos de Coincidencias Básicas.</p> <p>Pero el oficialismo enfrenta dos problemas que son hijos de una misma matriz. Por un lado, el líder libertario descree firmemente de la idea de acuerdo político de alto nivel. En su nula formación al respecto, toda idea de diálogo se parece y mucho, a una especie de cesión ante la casta que, supuestamente, detesta. Por lo tanto, sólo cabe la idea de domesticar al conjunto desde la fortaleza que supone el manejo de los recursos que brinda ese mismo Estado que es cuestionado por ser una asociación criminal. Pero la política sostenida en el tiempo necesita bastante más que el soporte dinerario.</p> <p>Es probable que, como marcan muchas encuestas, la imagen positiva de Milei ronde el 50%, que eso represente hoy una buena noticia para el mundo libertario, pero también, corre el riesgo que ese pueda transformarse en su techo y, más allá de la firmeza de las convicciones, las intensidades de los partidarios no siempre es suficiente, lo cual sabe con hondura la propia Cristina Fernández de Kirchner.</p> <p>Por otro lado, un gobierno que se ha sustanciado desde el reino de las redes, convive con el problema de un “afuera” que supone múltiples desafíos y variables que no siempre se manejan. Twitter, Instagram, Tik Tok y en menor medida Facebook, te permiten construir lazos identitarios y de cercanía virtual en el cortísimo plazo de esa inmediatez que traen de suyo. Como en el fútbol, donde equipos mediocres que pegan rachas que les permiten ganar torneos y luego cuando se deben sostener en el tiempo, se desarman como un cúmulo de hojas secas que se lleva el viento; la política requiere algo más que inmediatez, sobre todo si aparecen propuestas (aunque sean modestas) de mediano plazo. No se convoca y muchos menos conduce, a un pacto para la próximas décadas desde las certezas que brinda nuestro individualismo, por más asertivo que creamos que resulta. Allí radica buena parte del intríngulis libertario que no puede mostrar de antemano el supuesto éxito del Pacto de Mayo.</p> <p>A escasos trece días nadie sabe a ciencia cierta si el sol del 25 reflejará su luz sobre las serranías cordobesas, si el oficialismo se enfrentará a una circunstancia virtuosa para sus intereses o a un papelón deslegitimante. Lo que sí cada vez queda más claro es que, como se hace en la pesca, para tirar la plomada lejos, hay que tener tanza. Y el oficialismo pretende mostrar como una virtud contar con poco hilo en el carretel. En un par de semanas sabremos hasta dónde llegó la línea.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> ¿33 de mano? 2024-05-05T12:05:55-03:00 2024-05-05T12:05:55-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6817-33-de-mano Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/04cc279b0901cd68f14021c1edcc895b_S.jpg" alt="¿33 de mano?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>“Vamos medio derrotados,</em><br /><em>pero no le temo al cuco;</em><br /><em>pues cantan los colorados,</em><br /><em>falta envido y truco”</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Dicho popular</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El juego de Truco, de alguna forma, representa mucho de la idiosincrasia de nuestro pueblo: picardía, sobreactuación yendo para adelante aunque vengamos mal “entrazaos” y aparentar lo que generalmente no se tiene, es lo que lo hace definitivamente atractivo. Tener 33 puntos para el envido y de mano supone que, si el rival entra en tu estrategia, la partida ya puede estar ganada, casi sin jugarse. Esos modos representan en sí, una forma de entender la vida y también, por qué no (aunque a algunos los incomode), cómo se construye parte de cierta cotidianidad política.</p> <p>En el Senado de la Nación, el bloque de Unión por la Patria cuenta con 33 legisladores propios que lo dejan muy cerquita de la posibilidad de sancionar leyes o, como en el caso del DNU 70/23, derogarlos en los tiempos y las razones que crea convenientes. La media sanción de la Ley Bases en la Cámara de Diputados corrió la mirada sobre los 72 representantes de las provincias y en esa importancia de los números con los que cuenta la principal fuerza de la oposición, radican buena parte de los movimientos políticos de estas horas, debiendo tener presente que las matemáticas y la política no siempre van de la mano. Mientras el gobierno protagoniza papelones varios a nivel de las relaciones internacionales, pases y vean. Aproximación espasmódica de lo que pueda venir en los días que vienen. Sean todes bienvenides.</p> <p>El tratamiento de la remozada Ley Bases, otrora Ómnibus, dejó el primer éxito legislativo para el mundo libertario. A contramano de lo que dicen detestar y muy en línea con las recomendaciones de la oposición frendly, la media sanción llegó con números holgados, tanto en el tratamiento en general como en particular. Mucha discusión política y mucha rosca consustanciada fuera de los pasillos del Congreso, lejos del trabajo de comisiones y muy presentes en las oficinas de la Casa Rosada; el tratamiento en el recinto reforzó la idea de la ambigüedad de la que hablábamos hace siete días en estas columnas, donde diputadas y diputadas que argumentaban sólidamente contra el proyecto, terminaron votando a favor del mismo para darle las “herramientas necesarias” al gobierno. Esperemos que al oficialismo no se le ocurra emitir ninguna normativa que elimine de cuajo los dobles discursos, porque varios estarían en verdaderos problemas.</p> <p>Va de suyo que desde su conformación conceptual y fáctica, ambas cámaras representan cosas en sí mismas distintas, pero además, la lógica de funcionamiento de cada una de ellas se estructura de manera diversa. Por ello los números no pueden llamarnos a engaño. Mientras en la Cámara Baja aparece una enorme heterogeneidad a partir de un sistema partidario gravosamente atomizado, y eso exige multiplicidad de diálogos, en la Alta, como representación de las provincias y a partir de la relevancia de los gobernadores en la elección de candidatos que luego se transforman en legisladores, en muchas ocasiones, las discusiones resultan más acotadas.</p> <p>Lo que también demostró el resultado de diputados es que Unión por la Patria pudo mostrarse como un bloque consolidado. Más allá de las operaciones posteriores que trataron de reflejar una supuesta división a partir de la votación del impuesto al tabaco y mientras se sustancia una investigación interna sobre el conteo de votos en plena sesión (¿reversión de la votación apócrifa de la privatización de Gas del Estado en la Argentina menemista?), la gran pregunta para lo que viene es cuál será el escenario con los senadores.</p> <p>Vale la pregunta entonces sobre si en este contexto, el número de 33 es una fortaleza o una debilidad para el peronismo, básicamente porque no son pocas las dudas de la “orden” que baje determinado gobernador de cara a algún tipo de acuerdo con el oficialismo. Si se tenían dudas sobre el hecho de que la necesidad tiene cara de hereje, los comportamientos de los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil y de Tucumán Osvaldo Jaldo, demostraron que en muchas ocasiones, a la hora de la gestión, lo ideológico queda en un segundo plano. Algo de eso pareció reconocer la senadora Lucía Corpacci, antecesora de Jalil, aunque se ocupó de señalar que ella no está dispuesta a avalar el proyecto en discusión.</p> <p>https://twitter.com/OsvaldoJaldo/status/1785819713315983745</p> <p>En esta multiplicidad de actores de relevancia que influyen sobre el Senado, también la ausencia de un liderazgo partidario conspira contra la contundencia de los números, ubicándolo más cerca de una relativización sustanciada en dos aspectos:</p> <p>1. El peronismo viene de una derrota a lo largo y ancho del país, donde más allá de lo que determinó la elección del 22 de octubre para el plano legislativo, la conformación de un mapa definitivamente violeta para todo el territorio nacional en el balotaje, no dejó región sin cuestionar. No desconoce éste analista que son elecciones distintas, pero ciertos resultados no quedan circunscriptos a temporalidades ni tipologías.</p> <p>2. Inexorablemente, el partido fundado por Juan Domingo Perón, se ordena a partir de la tenencia del Poder Ejecutivo en sus manos o a partir de los escenarios de cercanías electorales.</p> <p>A diferencia de lo que suele ocurrir en diputados y a partir de cierta activación de comandos a distancias, uno puede arriesgarse a afirmar que lo que pueda suceder en las calles de las grandes ciudades, no siempre resulta un factor que imponga límites a los senadores. En este sentido, la marcha del 1º de Mayo de las centrales obreras, importante en su número y conformación, no parece haber alterado el sentido de ciertas discusiones que han funcionado en paralelo. Y está por verse, de acuerdo a la contundencia que aporte, si el paro previsto para el jueves 9, conmueve (y en qué medida) a quienes hoy están mejor predispuestos a una negociación con el gobierno.</p> <p>La reimplantación del impuesto a las ganancias a los trabajadores de la cuarta categoría, llamado desde ahora Impuesto a los Ingresos Personales, resulta una zanahoria difícil de evitar para el conjunto de gobernadores, que en líneas generales desde las declamaciones, nada comparten con el oficialismo a la hora de poner la mirada sobre el rol de la obra pública o del empleo estatal.</p> <p>La limitación de partidas presupuestarias, la reducción de la coparticipación vía ingresos de IVA que marcan un descenso pronunciado de las ventas en un 45% interanual para el mes de marzo, la inexorable retracción de impuestos de sellos e ingresos brutos por la caída de la actividad productiva y la eliminación del pago del FONID de parte del Estado nacional que algunas pocas provincias han absorbido, obligan a repensar ciertas estrategias que puedan construirse desde el marco ideológico.</p> <p>https://twitter.com/Ambitocom/status/1786819158660800714</p> <p>Las líneas anteriores no deben ser pensadas como justificadoras de un genuflexismo intrínseco de no pocos dirigentes, sino como un intento racional de comprensión de ciertos comportamientos y que, como es obvio, no refieren sólo al peronismo de los 33 y de sus jefaturas políticas que en algunos casos anidan en las gobernaciones.</p> <p>Lo anterior alcanza también a referentes como Maximiliano Pullaro, que mientras avala la Ley Bases, justifica la escasa oferta salarial a trabajadores estatales dado que todos “debemos achicarnos producto de la crisis económica” (generada por un gobierno con el que tiene un excelente diálogo); o al gobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora, que, en una muestra de cordobesismo explícito fue y vino con las críticas para terminar avalando el paquete normativo, a la par que se reiniciaba el gasoducto Néstor Kirchner en el tramo La Carlota - Tío Pujio, o al mismísimo Ignacio Torres, gobernador de Chubut, que hace tres meses amenazaba con el show “standapero” de cerrar los grifos energéticos a todo el país, y en la semana que pasó, la diputada a la que conduce políticamente (Ana Clara Romero), votó a favor de la remozada ley Bases.</p> <p>Pero efectivamente, de acuerdo a los trascendidos de las últimas horas, todo parece indicar que la discusión sobre Ganancias y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), podrían producir modificaciones al proyecto aprobado en diputados, con lo cual no se cumpliría con los deseos libertarios de tener la ley sancionada para el sábado 25, cuando el gobierno celebre la fecha patria con el remanido Pacto de Mayo.</p> <p>Si bien el deseo inicial imponía el apuro, las modificaciones que parece ocurrirán de todas formas, ubicaron al gobierno sobre el eje de relativizar la importancia de contar con la ley aprobada para el último sábado del mes, para terminar actuando como la fábula de la zorra que, como no llegaba al parral decía “no importa, están verdes…”.</p> <p>Por todo ello, como a cuenta gotas, y como una forma de construcción de sentido, la prensa libertaria, comenzará a inundarnos con los detalles más insignificantes del intento de acto fundante de mayo. Ya nos hemos enterado de las medallas con las que serán condecorados los participantes (¿terminarán sobrando?) y de las bondades del edificio cordobés que cobijará el evento. Habrá que ver con qué tema nos intentan entretener en los días que vienen.</p> <p>“Medio derrotados, pero sin temerle al cuco”, la estrategia de referenciar en los números determinadas certezas políticas pueden dejarnos confundidos ante escenarios que, mal previstos, van en un sentido contrario a nuestros intereses y suposiciones. Por estos días, los 33 senadores de Unión por la Patria, no representan un absoluto que se traduzca en cierta previsibilidad política. Pero tampoco la conjunción de oficialismo y oposición amigable asoma como un bloque consolidado de cara al futuro. A seguir, mano a mano. Tal vez el “punta y hacha” permita recuperar terreno. </p> <p> (*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/04cc279b0901cd68f14021c1edcc895b_S.jpg" alt="¿33 de mano?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>“Vamos medio derrotados,</em><br /><em>pero no le temo al cuco;</em><br /><em>pues cantan los colorados,</em><br /><em>falta envido y truco”</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Dicho popular</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El juego de Truco, de alguna forma, representa mucho de la idiosincrasia de nuestro pueblo: picardía, sobreactuación yendo para adelante aunque vengamos mal “entrazaos” y aparentar lo que generalmente no se tiene, es lo que lo hace definitivamente atractivo. Tener 33 puntos para el envido y de mano supone que, si el rival entra en tu estrategia, la partida ya puede estar ganada, casi sin jugarse. Esos modos representan en sí, una forma de entender la vida y también, por qué no (aunque a algunos los incomode), cómo se construye parte de cierta cotidianidad política.</p> <p>En el Senado de la Nación, el bloque de Unión por la Patria cuenta con 33 legisladores propios que lo dejan muy cerquita de la posibilidad de sancionar leyes o, como en el caso del DNU 70/23, derogarlos en los tiempos y las razones que crea convenientes. La media sanción de la Ley Bases en la Cámara de Diputados corrió la mirada sobre los 72 representantes de las provincias y en esa importancia de los números con los que cuenta la principal fuerza de la oposición, radican buena parte de los movimientos políticos de estas horas, debiendo tener presente que las matemáticas y la política no siempre van de la mano. Mientras el gobierno protagoniza papelones varios a nivel de las relaciones internacionales, pases y vean. Aproximación espasmódica de lo que pueda venir en los días que vienen. Sean todes bienvenides.</p> <p>El tratamiento de la remozada Ley Bases, otrora Ómnibus, dejó el primer éxito legislativo para el mundo libertario. A contramano de lo que dicen detestar y muy en línea con las recomendaciones de la oposición frendly, la media sanción llegó con números holgados, tanto en el tratamiento en general como en particular. Mucha discusión política y mucha rosca consustanciada fuera de los pasillos del Congreso, lejos del trabajo de comisiones y muy presentes en las oficinas de la Casa Rosada; el tratamiento en el recinto reforzó la idea de la ambigüedad de la que hablábamos hace siete días en estas columnas, donde diputadas y diputadas que argumentaban sólidamente contra el proyecto, terminaron votando a favor del mismo para darle las “herramientas necesarias” al gobierno. Esperemos que al oficialismo no se le ocurra emitir ninguna normativa que elimine de cuajo los dobles discursos, porque varios estarían en verdaderos problemas.</p> <p>Va de suyo que desde su conformación conceptual y fáctica, ambas cámaras representan cosas en sí mismas distintas, pero además, la lógica de funcionamiento de cada una de ellas se estructura de manera diversa. Por ello los números no pueden llamarnos a engaño. Mientras en la Cámara Baja aparece una enorme heterogeneidad a partir de un sistema partidario gravosamente atomizado, y eso exige multiplicidad de diálogos, en la Alta, como representación de las provincias y a partir de la relevancia de los gobernadores en la elección de candidatos que luego se transforman en legisladores, en muchas ocasiones, las discusiones resultan más acotadas.</p> <p>Lo que también demostró el resultado de diputados es que Unión por la Patria pudo mostrarse como un bloque consolidado. Más allá de las operaciones posteriores que trataron de reflejar una supuesta división a partir de la votación del impuesto al tabaco y mientras se sustancia una investigación interna sobre el conteo de votos en plena sesión (¿reversión de la votación apócrifa de la privatización de Gas del Estado en la Argentina menemista?), la gran pregunta para lo que viene es cuál será el escenario con los senadores.</p> <p>Vale la pregunta entonces sobre si en este contexto, el número de 33 es una fortaleza o una debilidad para el peronismo, básicamente porque no son pocas las dudas de la “orden” que baje determinado gobernador de cara a algún tipo de acuerdo con el oficialismo. Si se tenían dudas sobre el hecho de que la necesidad tiene cara de hereje, los comportamientos de los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil y de Tucumán Osvaldo Jaldo, demostraron que en muchas ocasiones, a la hora de la gestión, lo ideológico queda en un segundo plano. Algo de eso pareció reconocer la senadora Lucía Corpacci, antecesora de Jalil, aunque se ocupó de señalar que ella no está dispuesta a avalar el proyecto en discusión.</p> <p>https://twitter.com/OsvaldoJaldo/status/1785819713315983745</p> <p>En esta multiplicidad de actores de relevancia que influyen sobre el Senado, también la ausencia de un liderazgo partidario conspira contra la contundencia de los números, ubicándolo más cerca de una relativización sustanciada en dos aspectos:</p> <p>1. El peronismo viene de una derrota a lo largo y ancho del país, donde más allá de lo que determinó la elección del 22 de octubre para el plano legislativo, la conformación de un mapa definitivamente violeta para todo el territorio nacional en el balotaje, no dejó región sin cuestionar. No desconoce éste analista que son elecciones distintas, pero ciertos resultados no quedan circunscriptos a temporalidades ni tipologías.</p> <p>2. Inexorablemente, el partido fundado por Juan Domingo Perón, se ordena a partir de la tenencia del Poder Ejecutivo en sus manos o a partir de los escenarios de cercanías electorales.</p> <p>A diferencia de lo que suele ocurrir en diputados y a partir de cierta activación de comandos a distancias, uno puede arriesgarse a afirmar que lo que pueda suceder en las calles de las grandes ciudades, no siempre resulta un factor que imponga límites a los senadores. En este sentido, la marcha del 1º de Mayo de las centrales obreras, importante en su número y conformación, no parece haber alterado el sentido de ciertas discusiones que han funcionado en paralelo. Y está por verse, de acuerdo a la contundencia que aporte, si el paro previsto para el jueves 9, conmueve (y en qué medida) a quienes hoy están mejor predispuestos a una negociación con el gobierno.</p> <p>La reimplantación del impuesto a las ganancias a los trabajadores de la cuarta categoría, llamado desde ahora Impuesto a los Ingresos Personales, resulta una zanahoria difícil de evitar para el conjunto de gobernadores, que en líneas generales desde las declamaciones, nada comparten con el oficialismo a la hora de poner la mirada sobre el rol de la obra pública o del empleo estatal.</p> <p>La limitación de partidas presupuestarias, la reducción de la coparticipación vía ingresos de IVA que marcan un descenso pronunciado de las ventas en un 45% interanual para el mes de marzo, la inexorable retracción de impuestos de sellos e ingresos brutos por la caída de la actividad productiva y la eliminación del pago del FONID de parte del Estado nacional que algunas pocas provincias han absorbido, obligan a repensar ciertas estrategias que puedan construirse desde el marco ideológico.</p> <p>https://twitter.com/Ambitocom/status/1786819158660800714</p> <p>Las líneas anteriores no deben ser pensadas como justificadoras de un genuflexismo intrínseco de no pocos dirigentes, sino como un intento racional de comprensión de ciertos comportamientos y que, como es obvio, no refieren sólo al peronismo de los 33 y de sus jefaturas políticas que en algunos casos anidan en las gobernaciones.</p> <p>Lo anterior alcanza también a referentes como Maximiliano Pullaro, que mientras avala la Ley Bases, justifica la escasa oferta salarial a trabajadores estatales dado que todos “debemos achicarnos producto de la crisis económica” (generada por un gobierno con el que tiene un excelente diálogo); o al gobernador de la provincia de Córdoba, Martín Llaryora, que, en una muestra de cordobesismo explícito fue y vino con las críticas para terminar avalando el paquete normativo, a la par que se reiniciaba el gasoducto Néstor Kirchner en el tramo La Carlota - Tío Pujio, o al mismísimo Ignacio Torres, gobernador de Chubut, que hace tres meses amenazaba con el show “standapero” de cerrar los grifos energéticos a todo el país, y en la semana que pasó, la diputada a la que conduce políticamente (Ana Clara Romero), votó a favor de la remozada ley Bases.</p> <p>Pero efectivamente, de acuerdo a los trascendidos de las últimas horas, todo parece indicar que la discusión sobre Ganancias y el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), podrían producir modificaciones al proyecto aprobado en diputados, con lo cual no se cumpliría con los deseos libertarios de tener la ley sancionada para el sábado 25, cuando el gobierno celebre la fecha patria con el remanido Pacto de Mayo.</p> <p>Si bien el deseo inicial imponía el apuro, las modificaciones que parece ocurrirán de todas formas, ubicaron al gobierno sobre el eje de relativizar la importancia de contar con la ley aprobada para el último sábado del mes, para terminar actuando como la fábula de la zorra que, como no llegaba al parral decía “no importa, están verdes…”.</p> <p>Por todo ello, como a cuenta gotas, y como una forma de construcción de sentido, la prensa libertaria, comenzará a inundarnos con los detalles más insignificantes del intento de acto fundante de mayo. Ya nos hemos enterado de las medallas con las que serán condecorados los participantes (¿terminarán sobrando?) y de las bondades del edificio cordobés que cobijará el evento. Habrá que ver con qué tema nos intentan entretener en los días que vienen.</p> <p>“Medio derrotados, pero sin temerle al cuco”, la estrategia de referenciar en los números determinadas certezas políticas pueden dejarnos confundidos ante escenarios que, mal previstos, van en un sentido contrario a nuestros intereses y suposiciones. Por estos días, los 33 senadores de Unión por la Patria, no representan un absoluto que se traduzca en cierta previsibilidad política. Pero tampoco la conjunción de oficialismo y oposición amigable asoma como un bloque consolidado de cara al futuro. A seguir, mano a mano. Tal vez el “punta y hacha” permita recuperar terreno. </p> <p> (*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> Ambigüedades 2024-04-28T08:46:34-03:00 2024-04-28T08:46:34-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6816-ambigueedades Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/11771f349e843f5fb7ddf89838ba5f05_S.jpg" alt="El Dios Jano" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Todo lo que me importaba, desde tu llegada no importa ya.</em><br /><em> Lo que parecía difícil ya no representa dificultad,</em><br /><em> ah, rio con facilidad.</em></h3> <h3 style="text-align: right;"><em>Pero me pongo a dudar,</em><br /><em>me confundo y no distingo</em><br /><em> si está bien o si está mal…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">“Bien o Mal” - Julieta Venegas</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>La Real Academia Española establece dos acepciones para el término ambigüedad. En lo referente a la persona la define como aquella que “con sus palabras o comportamiento, vela o no define claramente sus actitudes u opiniones”.</p> <p>Es invariablemente cierto que la política argenta de este tiempo convive con no pocas indefiniciones taxativas. Muchas veces, a los posicionamientos ideológicos consolidados se los mira con el desdén de supuestos republicanos que, a la vez que reivindican hacia afuera el consenso como eje excluyente, toleran, hacia adentro, insultos y maltratos varios de un presidente que, pese a la empatía que pueda generarnos en su condición de outsider, nada tiene de espíritu democrático en su accionar cotidiano. La penúltima semana de abril fue rica en posicionamientos que, al igual que como lo anticipa el epígrafe, cuando se afina la mirada, uno no puede descubrir si ciertos protagonistas creen que hacen el bien o hacen el mal. Recorrido por días de decir una cosa para luego terminar aceptando otra contrapuesta. Pasen y vean. Sean todos y todas bienvenidos.</p> <p>En el país, la política pude ser pensada y analizada desde muchos ámbitos pero podríamos decir que sobresalen tres: la calle, esa que refiere a cómo se dirimen los conflictos en el ámbito público, algo idiosincrático que atrae a no pocos observadores extranjeros; el palacio, que versa sobres las roscas y contra roscas de los poderes de turno, refieran a la estatalidad o a los juegos de los sectores económicos más determinantes; o desde los resultados, esa que explica las condiciones de vida material de la población que se analiza.</p> <p>Debe decirse que, más allá de los estilos y relatos que elijamos, ninguno de ellos debería ser exclusivo para arrimarnos al conocimiento de cierta verdad relativa. Sobre todo en días donde la calle y el palacio no parecieron actuar con la misma sincronía y donde personajes que el martes reclamaban por el accionar del Poder Ejecutivo, el miércoles se negaron, contando con las herramientas de las que disponen desde el Poder Legislativo, a imponer alguna forma de límite que rectifique cierto desmadre que el mileismo ha sabido aplicar.</p> <p>Tres hechos políticos sintetizaron la semana: la cadena nacional que hizo el presidente de la Nación Javier Milei el día lunes, la convocatoria por la defensa de la universidad pública y la aprobación del dictamen de mayoría oficialista para una remozada ley Bases.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1782564411137290719</p> <p>En el comienzo de semana, el discurso presidencial pareció ofrecer más de lo mismo, en un estilo que ya parece definitivamente consolidado. Una puesta en escena con formalidades de décadas pasadas y con la majestuosidad que imponen ciertas solemnidades, el jefe de los libertarios apareció flanqueado por los cuatro funcionarios (parados) más importantes del área económica. El discurso fue leído de manera rápida, con las complejidades propias de dar explicaciones de la macroeconomía que el gran público no suele prestarle atención, tratando de imponer una idea de fortaleza que el libertarismo desea como el agua. No se privó de plantear unas cuantas mentiras, articulando un discurso muy parecido a los que ya ha brindado en la asunción del mando y en la inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Los tres, casi calcados.</p> <p>Esa presentación presidencial, que intentó mostrar como un logro histórico un supuesto superávit fiscal construido a base de licuación, motosierra y posponiendo pagos para adelante, tuvo nulo impacto en favor de los intereses del oficialismo. En rigor, debe decirse que fue pensada como una estrategia para quitarle centralidad a una movilización a favor de la universidad pública y en contra de los recortes gubernamentales, la cual se preveía masiva.</p> <p>La marcha, que se tradujo en cientos de miles de argentinos participando del reclamo en las principales ciudades del país, tuvo una doble consecuencia: interpeló a un sector del electorado mileista, el cual pudo apreciar en primera persona el accionar libertario ofensivo y obligó al oficialismo a brindar distintos tipos de respuesta. Desde el presidente que afirmó que la movilización se producía por una causa noble pero por motivos oscuros (siempre presente la díada luz - oscuridad), pasando por todo el arco panlibertario (PRO y aliados) que se enfocó en la denuncia de “kioskos” universitarios que serían la base de una hipotética estructura corrupta y la frutilla del postre que representa la idea de un supuesto adoctrinamiento en las casas de altos estudios del país. Denuncian lo que no conocen. Fin.</p> <p>En ese devenir movilizante debe afirmarse que, por lo menos en Rosario, la marcha no fue policlasista. Era notorio que no estuvieron presente los sectores más y menos favorecidos de la sociedad. El componente exclusivo fue de clase media, más allá de los ingresos de cada uno y de cómo lo afecte a cada quien las medidas económicas impuestas desde el 10 de diciembre pasado.</p> <p>Una adenda como al pasar, fundamentado en algún diálogo de militante del territorio en Rosario. “Tenemos que hablar con nuestros vecinos, aunque sea de a uno. En los barrios la noticia pasó totalmente desapercibida porque en definitiva, los compañeros no están enterados de qué se está discutiendo”. Más allá de la certeza de la afirmación y de que ello pueda o no ser válidamente generalizable, en el semblanteo de dos vueltas a la plaza San Martín que este analista pudo realizar, no parece que esas afirmaciones resultaran inexactas.</p> <p>https://twitter.com/somostelam/status/1783317017216393610</p> <p>Sí puede decirse que la marcha fue intersectorial, lo que no deja de ser un valor en sí mismo. Estudiantes, egresados ya avanzados en años, trabajadores y trabajadoras referenciados en los sindicatos que los nuclean, artistas, referentes intelectuales y mucha “gente suelta” se dio cita para defender uno de los bastiones culturales que definen la vida comunitaria en la Argentina.</p> <p>Afirmamos lo anterior, no para bajarle el precio a la movilización desde un supuesto prejuicio que no existe, sino para valorar en su verdadera dimensión lo que supone el 23 de abril y lo que vino sucediendo en las horas y días posteriores.</p> <p>Recordemos que el evento tuvo como principales protagonistas de su realización al conjunto de rectores universitarios que abrevan en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que contó con el apoyo inicial del conjunto del estudiantado, de las centrales obreras y que interpeló en línea directa a la Unión Cívica Radical, partido que ha sabido construir una buena parte de sustentación política desde los claustros universitarios.</p> <p>La presencia en la marcha era una cita de honor para el viejo radicalismo y para sus actuales dirigentes sub 50 que “brillan” en el firmamento de la política nacional. La convocatoria fue un éxito, y más allá de ciertos enojos porque el peronismo se sumó al convite en sus distintas vertientes organizativas, generó la (falsa) expectativa de que el gobierno nacional sufriría una nueva lección cuando el día miércoles se convocaba a una sesión especial para reimponer el FONID (Fondo de Incentivo Docente) y sancionar el reajuste previsional.</p> <p>Pero la ambigüedad le ganó la pulseada a ciertas convicciones declamadas. ¿Las razones? La política argentina se sigue consolidando, nos guste o no, en la antítesis peronismo / anti peronismo. Incluso podríamos tentarnos en re versionarla en los términos de Estado versus libertarios, pero por ahora para eso falta, ya que la sustancia institucional del mileismo es definitivamente pobre.</p> <p>Lo que habilita o no el logro de ciertos acuerdos, deviene de que si los mismos son conducidos y protagonizados o no por el peronismo. La actual dirigencia radical no tuvo empacho en explicar, más allá del genial detalle de un colectivero reclamando en la calle por el quorum a Rodrigo de Loredo, que no quería quedar pegada al accionar legislativo del bloque más importante de la Cámara de Diputados, prefiriendo seguir negociando con el Poder Ejecutivo todo lo que se pueda.</p> <p>Pero la ambigüedad no quedó circunscripta a lo sucedido en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dos casos alcanzan a los rosarinos en particular y a los santafesinos en general. Para el primero debe decirse que no dejó de llamar la atención, la buena onda que quedó expuesta entre el presidente y el intendente de la ciudad Pablo Javkin en la 7ma. Cena Anual de la Fundación Libertad. Difícil de aceptar si se pone bajo perspectiva lo que el papá de Conan suele afirmar de los radicales.</p> <p>Para el segundo, más cercano a la distancia temporal, refiere al gobernador Maximiliano Pullaro, que en el acto de subasta del primer lote de soja en la Bolsa de Comercio, hecho al que se somete el conjunto de la dirigencia local en un acto de pleitesía que reflejan los tiempos que vivimos, reclamó al gobierno nacional por las obras de infraestructura en la región para el desarrollo productivo. Segunda adenda como al pasar: si el reclamo es tan potente, ¿por qué los funcionarios santafesinos del sector, en el encuentro con sus pares nacionales, emiten comunicados de tanta concordancia y empatía? Pregunta que no tendrá respuesta.</p> <p>Sobre final de la semana hábil llegó una buena noticia para el PEN. El libertarismo obtuvo dictamen de mayoría en comisiones, a fuerza de acuerdos con aliados que el presidente suele despreciar, para el tratamiento de una recortadísima ley Bases en el día lunes. La situación política es tan precaria que mientras algunos por lo bajo piden (y desean) que Milei no se envalentone con el uso de redes durante el fin de semana, otros no están del todo seguros de que no se produzca el mismo episodio de semanas atrás, donde la ley fue aprobada de manera general, pero se fue cayendo a medida que se votaban los artículos en particular. Todo parece indicar, que pese a ciertas incertezas declarativas, el oficialismo cuenta con otro escenario a su favor, aunque nadie festeje a cuentas.</p> <p>https://twitter.com/gerpmartinez/status/1783651819249340870</p> <p>Las ambigüedades fundamentan la doble cara de Jano. Pero hablar de legisladores que traicionan con su accionar lo que hacen 24 horas antes, habiendo puesto el cuerpo a una fenomenal demanda popular, es errar el foco del análisis por simplista. Lo que tal vez debamos preguntarnos sobre el caso emblemático de los De Loredo de la vida, es descubrir a quién o quiénes representan estos personajes.</p> <p>Córdoba, con una historia muy rica de vida universitaria, fue la segunda movilización por volumen de ciudadanos y ciudadanas asistentes, pero es la misma provincia donde se acompañó a Milei con un 75% de los votos. Nada se modifica de manera tan rápida y mucho menos en una provincia donde el vínculo institucional con lo que represente cualquier idea de lo nacional y popular se ha esmerilado desde hace décadas.</p> <p>Una hipótesis de trabajo redunda en preguntarse, más allá de nuestras diatribas, si esa generación de dirigentes que hemos nombrado en el artículo de hoy no representan ambas vertientes: como emergentes y referentes de ciertas disputas por la defensa de la universidad pública ¿no representan a buena parte de ese sector social al que no le interesan las banderas nacionales y populares, a riesgo de que el libertarismo se los lleve puestos definitivamente por delante? Preguntas. Con la ambigüedad como bandera.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/11771f349e843f5fb7ddf89838ba5f05_S.jpg" alt="El Dios Jano" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Todo lo que me importaba, desde tu llegada no importa ya.</em><br /><em> Lo que parecía difícil ya no representa dificultad,</em><br /><em> ah, rio con facilidad.</em></h3> <h3 style="text-align: right;"><em>Pero me pongo a dudar,</em><br /><em>me confundo y no distingo</em><br /><em> si está bien o si está mal…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">“Bien o Mal” - Julieta Venegas</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>La Real Academia Española establece dos acepciones para el término ambigüedad. En lo referente a la persona la define como aquella que “con sus palabras o comportamiento, vela o no define claramente sus actitudes u opiniones”.</p> <p>Es invariablemente cierto que la política argenta de este tiempo convive con no pocas indefiniciones taxativas. Muchas veces, a los posicionamientos ideológicos consolidados se los mira con el desdén de supuestos republicanos que, a la vez que reivindican hacia afuera el consenso como eje excluyente, toleran, hacia adentro, insultos y maltratos varios de un presidente que, pese a la empatía que pueda generarnos en su condición de outsider, nada tiene de espíritu democrático en su accionar cotidiano. La penúltima semana de abril fue rica en posicionamientos que, al igual que como lo anticipa el epígrafe, cuando se afina la mirada, uno no puede descubrir si ciertos protagonistas creen que hacen el bien o hacen el mal. Recorrido por días de decir una cosa para luego terminar aceptando otra contrapuesta. Pasen y vean. Sean todos y todas bienvenidos.</p> <p>En el país, la política pude ser pensada y analizada desde muchos ámbitos pero podríamos decir que sobresalen tres: la calle, esa que refiere a cómo se dirimen los conflictos en el ámbito público, algo idiosincrático que atrae a no pocos observadores extranjeros; el palacio, que versa sobres las roscas y contra roscas de los poderes de turno, refieran a la estatalidad o a los juegos de los sectores económicos más determinantes; o desde los resultados, esa que explica las condiciones de vida material de la población que se analiza.</p> <p>Debe decirse que, más allá de los estilos y relatos que elijamos, ninguno de ellos debería ser exclusivo para arrimarnos al conocimiento de cierta verdad relativa. Sobre todo en días donde la calle y el palacio no parecieron actuar con la misma sincronía y donde personajes que el martes reclamaban por el accionar del Poder Ejecutivo, el miércoles se negaron, contando con las herramientas de las que disponen desde el Poder Legislativo, a imponer alguna forma de límite que rectifique cierto desmadre que el mileismo ha sabido aplicar.</p> <p>Tres hechos políticos sintetizaron la semana: la cadena nacional que hizo el presidente de la Nación Javier Milei el día lunes, la convocatoria por la defensa de la universidad pública y la aprobación del dictamen de mayoría oficialista para una remozada ley Bases.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1782564411137290719</p> <p>En el comienzo de semana, el discurso presidencial pareció ofrecer más de lo mismo, en un estilo que ya parece definitivamente consolidado. Una puesta en escena con formalidades de décadas pasadas y con la majestuosidad que imponen ciertas solemnidades, el jefe de los libertarios apareció flanqueado por los cuatro funcionarios (parados) más importantes del área económica. El discurso fue leído de manera rápida, con las complejidades propias de dar explicaciones de la macroeconomía que el gran público no suele prestarle atención, tratando de imponer una idea de fortaleza que el libertarismo desea como el agua. No se privó de plantear unas cuantas mentiras, articulando un discurso muy parecido a los que ya ha brindado en la asunción del mando y en la inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Los tres, casi calcados.</p> <p>Esa presentación presidencial, que intentó mostrar como un logro histórico un supuesto superávit fiscal construido a base de licuación, motosierra y posponiendo pagos para adelante, tuvo nulo impacto en favor de los intereses del oficialismo. En rigor, debe decirse que fue pensada como una estrategia para quitarle centralidad a una movilización a favor de la universidad pública y en contra de los recortes gubernamentales, la cual se preveía masiva.</p> <p>La marcha, que se tradujo en cientos de miles de argentinos participando del reclamo en las principales ciudades del país, tuvo una doble consecuencia: interpeló a un sector del electorado mileista, el cual pudo apreciar en primera persona el accionar libertario ofensivo y obligó al oficialismo a brindar distintos tipos de respuesta. Desde el presidente que afirmó que la movilización se producía por una causa noble pero por motivos oscuros (siempre presente la díada luz - oscuridad), pasando por todo el arco panlibertario (PRO y aliados) que se enfocó en la denuncia de “kioskos” universitarios que serían la base de una hipotética estructura corrupta y la frutilla del postre que representa la idea de un supuesto adoctrinamiento en las casas de altos estudios del país. Denuncian lo que no conocen. Fin.</p> <p>En ese devenir movilizante debe afirmarse que, por lo menos en Rosario, la marcha no fue policlasista. Era notorio que no estuvieron presente los sectores más y menos favorecidos de la sociedad. El componente exclusivo fue de clase media, más allá de los ingresos de cada uno y de cómo lo afecte a cada quien las medidas económicas impuestas desde el 10 de diciembre pasado.</p> <p>Una adenda como al pasar, fundamentado en algún diálogo de militante del territorio en Rosario. “Tenemos que hablar con nuestros vecinos, aunque sea de a uno. En los barrios la noticia pasó totalmente desapercibida porque en definitiva, los compañeros no están enterados de qué se está discutiendo”. Más allá de la certeza de la afirmación y de que ello pueda o no ser válidamente generalizable, en el semblanteo de dos vueltas a la plaza San Martín que este analista pudo realizar, no parece que esas afirmaciones resultaran inexactas.</p> <p>https://twitter.com/somostelam/status/1783317017216393610</p> <p>Sí puede decirse que la marcha fue intersectorial, lo que no deja de ser un valor en sí mismo. Estudiantes, egresados ya avanzados en años, trabajadores y trabajadoras referenciados en los sindicatos que los nuclean, artistas, referentes intelectuales y mucha “gente suelta” se dio cita para defender uno de los bastiones culturales que definen la vida comunitaria en la Argentina.</p> <p>Afirmamos lo anterior, no para bajarle el precio a la movilización desde un supuesto prejuicio que no existe, sino para valorar en su verdadera dimensión lo que supone el 23 de abril y lo que vino sucediendo en las horas y días posteriores.</p> <p>Recordemos que el evento tuvo como principales protagonistas de su realización al conjunto de rectores universitarios que abrevan en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que contó con el apoyo inicial del conjunto del estudiantado, de las centrales obreras y que interpeló en línea directa a la Unión Cívica Radical, partido que ha sabido construir una buena parte de sustentación política desde los claustros universitarios.</p> <p>La presencia en la marcha era una cita de honor para el viejo radicalismo y para sus actuales dirigentes sub 50 que “brillan” en el firmamento de la política nacional. La convocatoria fue un éxito, y más allá de ciertos enojos porque el peronismo se sumó al convite en sus distintas vertientes organizativas, generó la (falsa) expectativa de que el gobierno nacional sufriría una nueva lección cuando el día miércoles se convocaba a una sesión especial para reimponer el FONID (Fondo de Incentivo Docente) y sancionar el reajuste previsional.</p> <p>Pero la ambigüedad le ganó la pulseada a ciertas convicciones declamadas. ¿Las razones? La política argentina se sigue consolidando, nos guste o no, en la antítesis peronismo / anti peronismo. Incluso podríamos tentarnos en re versionarla en los términos de Estado versus libertarios, pero por ahora para eso falta, ya que la sustancia institucional del mileismo es definitivamente pobre.</p> <p>Lo que habilita o no el logro de ciertos acuerdos, deviene de que si los mismos son conducidos y protagonizados o no por el peronismo. La actual dirigencia radical no tuvo empacho en explicar, más allá del genial detalle de un colectivero reclamando en la calle por el quorum a Rodrigo de Loredo, que no quería quedar pegada al accionar legislativo del bloque más importante de la Cámara de Diputados, prefiriendo seguir negociando con el Poder Ejecutivo todo lo que se pueda.</p> <p>Pero la ambigüedad no quedó circunscripta a lo sucedido en la esquina de Entre Ríos y Rivadavia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dos casos alcanzan a los rosarinos en particular y a los santafesinos en general. Para el primero debe decirse que no dejó de llamar la atención, la buena onda que quedó expuesta entre el presidente y el intendente de la ciudad Pablo Javkin en la 7ma. Cena Anual de la Fundación Libertad. Difícil de aceptar si se pone bajo perspectiva lo que el papá de Conan suele afirmar de los radicales.</p> <p>Para el segundo, más cercano a la distancia temporal, refiere al gobernador Maximiliano Pullaro, que en el acto de subasta del primer lote de soja en la Bolsa de Comercio, hecho al que se somete el conjunto de la dirigencia local en un acto de pleitesía que reflejan los tiempos que vivimos, reclamó al gobierno nacional por las obras de infraestructura en la región para el desarrollo productivo. Segunda adenda como al pasar: si el reclamo es tan potente, ¿por qué los funcionarios santafesinos del sector, en el encuentro con sus pares nacionales, emiten comunicados de tanta concordancia y empatía? Pregunta que no tendrá respuesta.</p> <p>Sobre final de la semana hábil llegó una buena noticia para el PEN. El libertarismo obtuvo dictamen de mayoría en comisiones, a fuerza de acuerdos con aliados que el presidente suele despreciar, para el tratamiento de una recortadísima ley Bases en el día lunes. La situación política es tan precaria que mientras algunos por lo bajo piden (y desean) que Milei no se envalentone con el uso de redes durante el fin de semana, otros no están del todo seguros de que no se produzca el mismo episodio de semanas atrás, donde la ley fue aprobada de manera general, pero se fue cayendo a medida que se votaban los artículos en particular. Todo parece indicar, que pese a ciertas incertezas declarativas, el oficialismo cuenta con otro escenario a su favor, aunque nadie festeje a cuentas.</p> <p>https://twitter.com/gerpmartinez/status/1783651819249340870</p> <p>Las ambigüedades fundamentan la doble cara de Jano. Pero hablar de legisladores que traicionan con su accionar lo que hacen 24 horas antes, habiendo puesto el cuerpo a una fenomenal demanda popular, es errar el foco del análisis por simplista. Lo que tal vez debamos preguntarnos sobre el caso emblemático de los De Loredo de la vida, es descubrir a quién o quiénes representan estos personajes.</p> <p>Córdoba, con una historia muy rica de vida universitaria, fue la segunda movilización por volumen de ciudadanos y ciudadanas asistentes, pero es la misma provincia donde se acompañó a Milei con un 75% de los votos. Nada se modifica de manera tan rápida y mucho menos en una provincia donde el vínculo institucional con lo que represente cualquier idea de lo nacional y popular se ha esmerilado desde hace décadas.</p> <p>Una hipótesis de trabajo redunda en preguntarse, más allá de nuestras diatribas, si esa generación de dirigentes que hemos nombrado en el artículo de hoy no representan ambas vertientes: como emergentes y referentes de ciertas disputas por la defensa de la universidad pública ¿no representan a buena parte de ese sector social al que no le interesan las banderas nacionales y populares, a riesgo de que el libertarismo se los lleve puestos definitivamente por delante? Preguntas. Con la ambigüedad como bandera.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> Fugacidades 2024-03-03T13:40:00-03:00 2024-03-03T13:40:00-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6806-fugacidades Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/4eac8ccd82e30804b316c176f36587ec_S.jpg" alt="Fugacidades" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>No es una noche más,</em><br /><em> es una noche de fuego,</em><br /><em> fuegos de artificio.</em><br /><em> Entre llantos y decepción</em><br /><em> humo y gritos marionetas del terror.</em><br /><em> Decisiones sin saber,</em><br /><em> noche eterna, pesadillas del poder…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Los violadores</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>La imagen que acompaña la portada de éste artículo, nada tiene que ver con la idea de festividad que suponen los fuegos de artificio ya que no son tiempos de celebraciones ni mucho menos. Refiere a una especie de síntesis con la que convive la política argentina en estos tiempos: mucho brillo, buena parte de explosividad y efectivamente fugaz. Mientras la matrix empieza a tomarle el pulso al líder libertario, que en sus primeros 83 días de gestión padece una segunda derrota política de relevancia y el círculo rojo mediático intentará imponernos la idea de un Javier Milei de capacidades extraordinarias, subyacen ciertas características que tienen mucho de lo que podríamos llamar como humo electoral. El problema es que la campaña terminó hace algunos meses y es hora de gobernar. Recorrido por días de cotillón y fantasías varias. Pasen y vean. Como siempre, y ahora que nos prohíben el inclusivo, son todes bienvenides.</p> <p>El discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación (y todo lo que lo rodea) refleja una buena síntesis del momento político y social que vive el país. A favor del espacio libertario debe decirse que supo guardarse el secreto de la “propuesta” que apareció al final del mismo. Ni fin del cepo, ni dolarización con fecha de inicio, ni intervención federal a ninguna provincia díscola: la novedad vino de la mano de la convocatoria a un acuerdo con el conjunto de los gobernadores intentando, otra vez desde una gestión que recién se inicia, recrear la idea de un pacto fundacional que “alumbre” el camino para las próximas décadas.</p> <p>El discurso parece reflejar una buena síntesis de lo que viene sucediendo desde el 10 de diciembre. Muchos números falsos: proyección de los niveles de inflación y de lo que (supuestamente) se habría evitado, datos de la educación y estado de la administración nacional a partir del informe que, anual y obligatoriamente, ejerce la SIGEN desde su creación.</p> <p>Fuego de artificio declarativo que esconde la debilidad estructural que padece el libertarismo en el plano institucional de la política local. Sin gobernadores que le respondan directamente, con sólo un 15% de representación política en ambas cámaras, Milei se las ingenia, chequera en mano (o claves digitales a disposición para transferir, no parezca tan viejo señor articulista), para ocupar el centro del espacio a fuerza de crear enemigos de importancia relativa, insultando y violentando al conjunto de la sociedad.</p> <p>En el camino ya se comió dos derrotas institucionales de fuste, demasiado contundentes para ignorarlas y para dejar de mensurar que ocurrieron en el período que se da por sentado, resulta de una mayor gracia a su favor. El mal manejo legislativo libertario de la ley ómnibus y el conflicto con la provincia de Chubut, encarnado en la figura de su gobernador Ignacio Torres, reflejan los límites a los que se enfrenta el padre de Conan.</p> <p>De a poco se comienza a conocer su estilo: el presidente se hace el loco pero no lo es. En ambas circunstancias comentadas actuó de la misma manera. Aceleró con quinta a fondo, se asomó al precipicio y cuando se expuso a una derrota irremediable y contundente, bajó los decibeles del ruido, y trató de fortalecerse desde lo no logrado.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1763737159779983703</p> <p>Si a la derrota legislativa por la ley ómnibus, que incluyó la vuelta del proyecto a comisión, le siguió la reinterpretación de que todo era parte de una estrategia premeditada para exponer a la “casta que se opone al cambio”; el caso Chubut se cierra, luego del fallo judicial que le asistió razón al joven gobernador y la consiguiente transferencia de fondos que no fue publicitada, con la convocatoria al pacto de Mayo en la provincia de Córdoba.</p> <p>En el medio el presidente no se priva de los insultos a sus enemigos, en la cara y en la casa de ellos y con invitados especiales, quienes estoica e inteligentemente, soportaron sin responder cada una de las diatribas presidenciales.</p> <p>En el medio y dicho como al pasar, hubo un escenario televisado por la cadena nacional que, en ausencia de un relato democrático, sólo mostraba las celebraciones de sus partidarios en un plano tan corto, que uno imagina que el camarógrafo en cuestión, tuvo muy poco trabajo efectivo. No hubo ninguna gestualidad opositora para reflejar, y si alguien llegado desde el exterior, desconociera el día a día de la política nacional, bien podría pensar que la oposición legislativa no había asistido al convite. El único lujo que pareció permitirse la transmisión oficial fue la imperturbabilidad de los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.</p> <p>El discurso hizo mucho hincapié en la supuesta herencia recibida que, en el modelo libertario, no se circunscribe sólo a la gestión precedente del Frente de Todos, sino que se proyecta a los últimos cien años, macrismo incluido, donde se romantiza un tiempo social de exclusión y miseria que dejaba afuera a las grandes mayorías, falseando datos y fomentando el mito de la Argentina granero del mundo que, de acuerdo a no pocas investigaciones científicas, jamás existió.</p> <p>Por otro lado, y mientras se siguen conociendo encuestas que reflejan una caída de la imagen presidencial, los dichos de Milei solo hicieron una escueta referencia a lo que está sucediendo con el día a día de los argentinos, en cuanto al encarecimiento de la vida cotidiana, y pidió paciencia, no dejando de señalar que aún falta lo peor. La referencia a un futuro venturoso solo puede apalancarse en una dimensión que se escinda del deterioro material y es por ello que la recurrencia al argumento de la casta política es puesta, una y otra vez, en el centro de la escena.</p> <p>La novedad de los dichos presidenciales reside en el segmento final (ya lo habían dejado trascender sus voceros mediáticos ad hoc), cuando, luego de una serie de afirmaciones ofensivas, realizó una convocatoria a un gran acuerdo nacional previa aprobación de una, ahora sí, reflotada ley ómnibus que nadie tiene del todo claro en sus alcances. Tampoco queda muy iluminado si la “genialidad” presidencial de presentar una mega ley que luego, cuando estaba por quedar diluida, sirvió para exponer a la casta; porqué ahora el mismo proyecto queda reflotado.</p> <p>El cambio de estrategia obedece a las carencias del Ejecutivo nacional que, no casualmente, pueden verse como espejo de la realidad de los gobernadores. La necesidad de acuerdo son mutuas ya que en el caso de un hipotético desfinanciamiento a las provincias, y el consecuente incendio allende la avenida General Paz, alcanzaría a todas las partes. Una adenda como al pasar: en la semana, la inteligentzia trollista libertaria, ensayó una encuesta vía X, donde se preguntaba quien tenía razón en la disputa entre Milei y Torres. Ganó el segundo 60% a 40%. Fin.</p> <p>Por ello la disputa con el chubutense en particular y con los gobernadores patagónicos en general, que rozaban la ridiculez de la vuelta a un estadio previo al Pacto de San José de Flores, no deben verse más que como parte de la fugacidad de los fuegos de artificio. Las señales brindadas en las últimas horas por los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, más la del cordobés Martín Llaryora, parecen (y sólo eso), referenciar un tiempo de tregua.</p> <p>Pero hay un segundo aspecto que va más allá de que la necesidad tiene cara de hereje y es el que refiere a la coincidencia ideológica, que ya hemos comentado en artículos anteriores, en todo el espectro de la derecha argentina. En los 10 puntos que pretende el libertarismo como punto de inicio de un nuevo tiempo social, reside buena parte de la prédica cambiemista de antaño, espacio político que (esto dicho como segunda adenda), se enfrenta al serio riesgo de una licuación si Milei logra consolidarse políticamente.</p> <p>https://twitter.com/CasaRosada/status/1764048922010358189</p> <p>Pero el pacto también tiene un problema de raíz. No está concebido como parte de un acto que supone una discusión generosa y que termina alumbrando una serie de enunciados: sería el paso final (elucubrado por el libertarismo gobernante) que requiere de la aprobación previa de los mamotretos jurídicos ya comentados y que devendría, como promesa futura, en un alivio fiscal para las provincias. Este procedimiento resulta claramente extorsivo y pretende, como un paquete cerrado, ganar en legitimidad sin ningún tipo de revisión. Es un acuerdo sujeto con fórceps, concebido con una errónea conceptualización mileista que cree contar con un cheque en blanco, a partir de su triunfo en el balotaje de noviembre.</p> <p>En resumen, el oficialismo trata de ganar tiempo ya que se enfrentaba a un inminente rechazo del DNU 70/23 en la cámara alta, cuyos legisladores ahora probablemente revisen su accionar para adelante, teniendo en cuenta la supuesta instancia de negociación que se les abren a los gobernadores y que, en muchos casos, resultan sus jefes políticos.</p> <p>En el procedimiento, por ahora novedoso para las formas libertarias, Milei toma una bandera cara a cierto infantilismo político que siempre tiene como aspiración, el máximo deseo de lograr un acuerdo que incluyan unos pocos puntos que, supuestamente, permitiría sacar al país del atraso, dejándolo escrito y publicado para la posteridad. Una especie de Pacto de la Moncloa de estos confines del mundo. Ya lo intentó Mauricio Macri con el fenecido consenso fiscal de 2017, que imponía una serie de transformaciones fiscales al interior de las provincias, que el mundo amarillo vivió como un triunfo pero que, la profundizada crisis económica del año siguiente, le dio un baño de realidad.</p> <p>Los acuerdos pueden condensarse en la realidad de la superestructura política y económica. Podrá imponerse (o no) desde la fortaleza de la caja del Estado nacional y de las carencias de no pocos Estados subnacionales, pero hay una segunda instancia, esa que refiere a la calidad de vida material de los argentinos que no parece enfrentar en el mediano plazo más que sufrimiento y miseria. Cuánto de eso podrá sostenerse en el tiempo, sin asistir a un deterioro tan marcado que transforme en letra muerta cualquier tipo de acuerdo suscripto por arriba, es un verdadero misterio que ningún protagonista ni analista puede avizorar. Si la historia reciente sirviera de algo, vale decir que esa celebración macrista que se combinó con el buen resultado electoral de 2017, fue el sustento para imponer una reforma jubilatoria que se transformó en piedra de toque de la debacle macrista de 2018 y 2019.</p> <p>La estrategia libertaria parece haber dado sus frutos. En un contexto donde algunas disputas que parecen gravosas, se sustancian con el fuego de artificio de las redes, Milei tiró la línea lo suficientemente lejos, como para darle algo de aire, también, a sus potenciales aliados que, en definitiva y en tren de ser honestos, sólo aspiran que la tensión se sustancie en la misma antinomia de los últimos 78 años: peronismo / antiperonismo. Si buena parte de la oposición amigable tolera insultos, maltratos y ninguneos, ello obedece a no quedar pegados, por ejemplo, en una votación parlamentaria con el bloque, vaya casualidad, que resulta mayoritario.</p> <p>Dicen Los Violadores, protagonistas del epígrafe de hoy, que en una noche de fuegos de artificio se tomaron decisiones sin saber. Tal vez nuestra resiliencia pueda impedir las pesadillas del poder. Solo tal vez.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/4eac8ccd82e30804b316c176f36587ec_S.jpg" alt="Fugacidades" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>No es una noche más,</em><br /><em> es una noche de fuego,</em><br /><em> fuegos de artificio.</em><br /><em> Entre llantos y decepción</em><br /><em> humo y gritos marionetas del terror.</em><br /><em> Decisiones sin saber,</em><br /><em> noche eterna, pesadillas del poder…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Los violadores</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>La imagen que acompaña la portada de éste artículo, nada tiene que ver con la idea de festividad que suponen los fuegos de artificio ya que no son tiempos de celebraciones ni mucho menos. Refiere a una especie de síntesis con la que convive la política argentina en estos tiempos: mucho brillo, buena parte de explosividad y efectivamente fugaz. Mientras la matrix empieza a tomarle el pulso al líder libertario, que en sus primeros 83 días de gestión padece una segunda derrota política de relevancia y el círculo rojo mediático intentará imponernos la idea de un Javier Milei de capacidades extraordinarias, subyacen ciertas características que tienen mucho de lo que podríamos llamar como humo electoral. El problema es que la campaña terminó hace algunos meses y es hora de gobernar. Recorrido por días de cotillón y fantasías varias. Pasen y vean. Como siempre, y ahora que nos prohíben el inclusivo, son todes bienvenides.</p> <p>El discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación (y todo lo que lo rodea) refleja una buena síntesis del momento político y social que vive el país. A favor del espacio libertario debe decirse que supo guardarse el secreto de la “propuesta” que apareció al final del mismo. Ni fin del cepo, ni dolarización con fecha de inicio, ni intervención federal a ninguna provincia díscola: la novedad vino de la mano de la convocatoria a un acuerdo con el conjunto de los gobernadores intentando, otra vez desde una gestión que recién se inicia, recrear la idea de un pacto fundacional que “alumbre” el camino para las próximas décadas.</p> <p>El discurso parece reflejar una buena síntesis de lo que viene sucediendo desde el 10 de diciembre. Muchos números falsos: proyección de los niveles de inflación y de lo que (supuestamente) se habría evitado, datos de la educación y estado de la administración nacional a partir del informe que, anual y obligatoriamente, ejerce la SIGEN desde su creación.</p> <p>Fuego de artificio declarativo que esconde la debilidad estructural que padece el libertarismo en el plano institucional de la política local. Sin gobernadores que le respondan directamente, con sólo un 15% de representación política en ambas cámaras, Milei se las ingenia, chequera en mano (o claves digitales a disposición para transferir, no parezca tan viejo señor articulista), para ocupar el centro del espacio a fuerza de crear enemigos de importancia relativa, insultando y violentando al conjunto de la sociedad.</p> <p>En el camino ya se comió dos derrotas institucionales de fuste, demasiado contundentes para ignorarlas y para dejar de mensurar que ocurrieron en el período que se da por sentado, resulta de una mayor gracia a su favor. El mal manejo legislativo libertario de la ley ómnibus y el conflicto con la provincia de Chubut, encarnado en la figura de su gobernador Ignacio Torres, reflejan los límites a los que se enfrenta el padre de Conan.</p> <p>De a poco se comienza a conocer su estilo: el presidente se hace el loco pero no lo es. En ambas circunstancias comentadas actuó de la misma manera. Aceleró con quinta a fondo, se asomó al precipicio y cuando se expuso a una derrota irremediable y contundente, bajó los decibeles del ruido, y trató de fortalecerse desde lo no logrado.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1763737159779983703</p> <p>Si a la derrota legislativa por la ley ómnibus, que incluyó la vuelta del proyecto a comisión, le siguió la reinterpretación de que todo era parte de una estrategia premeditada para exponer a la “casta que se opone al cambio”; el caso Chubut se cierra, luego del fallo judicial que le asistió razón al joven gobernador y la consiguiente transferencia de fondos que no fue publicitada, con la convocatoria al pacto de Mayo en la provincia de Córdoba.</p> <p>En el medio el presidente no se priva de los insultos a sus enemigos, en la cara y en la casa de ellos y con invitados especiales, quienes estoica e inteligentemente, soportaron sin responder cada una de las diatribas presidenciales.</p> <p>En el medio y dicho como al pasar, hubo un escenario televisado por la cadena nacional que, en ausencia de un relato democrático, sólo mostraba las celebraciones de sus partidarios en un plano tan corto, que uno imagina que el camarógrafo en cuestión, tuvo muy poco trabajo efectivo. No hubo ninguna gestualidad opositora para reflejar, y si alguien llegado desde el exterior, desconociera el día a día de la política nacional, bien podría pensar que la oposición legislativa no había asistido al convite. El único lujo que pareció permitirse la transmisión oficial fue la imperturbabilidad de los cuatro jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.</p> <p>El discurso hizo mucho hincapié en la supuesta herencia recibida que, en el modelo libertario, no se circunscribe sólo a la gestión precedente del Frente de Todos, sino que se proyecta a los últimos cien años, macrismo incluido, donde se romantiza un tiempo social de exclusión y miseria que dejaba afuera a las grandes mayorías, falseando datos y fomentando el mito de la Argentina granero del mundo que, de acuerdo a no pocas investigaciones científicas, jamás existió.</p> <p>Por otro lado, y mientras se siguen conociendo encuestas que reflejan una caída de la imagen presidencial, los dichos de Milei solo hicieron una escueta referencia a lo que está sucediendo con el día a día de los argentinos, en cuanto al encarecimiento de la vida cotidiana, y pidió paciencia, no dejando de señalar que aún falta lo peor. La referencia a un futuro venturoso solo puede apalancarse en una dimensión que se escinda del deterioro material y es por ello que la recurrencia al argumento de la casta política es puesta, una y otra vez, en el centro de la escena.</p> <p>La novedad de los dichos presidenciales reside en el segmento final (ya lo habían dejado trascender sus voceros mediáticos ad hoc), cuando, luego de una serie de afirmaciones ofensivas, realizó una convocatoria a un gran acuerdo nacional previa aprobación de una, ahora sí, reflotada ley ómnibus que nadie tiene del todo claro en sus alcances. Tampoco queda muy iluminado si la “genialidad” presidencial de presentar una mega ley que luego, cuando estaba por quedar diluida, sirvió para exponer a la casta; porqué ahora el mismo proyecto queda reflotado.</p> <p>El cambio de estrategia obedece a las carencias del Ejecutivo nacional que, no casualmente, pueden verse como espejo de la realidad de los gobernadores. La necesidad de acuerdo son mutuas ya que en el caso de un hipotético desfinanciamiento a las provincias, y el consecuente incendio allende la avenida General Paz, alcanzaría a todas las partes. Una adenda como al pasar: en la semana, la inteligentzia trollista libertaria, ensayó una encuesta vía X, donde se preguntaba quien tenía razón en la disputa entre Milei y Torres. Ganó el segundo 60% a 40%. Fin.</p> <p>Por ello la disputa con el chubutense en particular y con los gobernadores patagónicos en general, que rozaban la ridiculez de la vuelta a un estadio previo al Pacto de San José de Flores, no deben verse más que como parte de la fugacidad de los fuegos de artificio. Las señales brindadas en las últimas horas por los diez gobernadores de Juntos por el Cambio, más la del cordobés Martín Llaryora, parecen (y sólo eso), referenciar un tiempo de tregua.</p> <p>Pero hay un segundo aspecto que va más allá de que la necesidad tiene cara de hereje y es el que refiere a la coincidencia ideológica, que ya hemos comentado en artículos anteriores, en todo el espectro de la derecha argentina. En los 10 puntos que pretende el libertarismo como punto de inicio de un nuevo tiempo social, reside buena parte de la prédica cambiemista de antaño, espacio político que (esto dicho como segunda adenda), se enfrenta al serio riesgo de una licuación si Milei logra consolidarse políticamente.</p> <p>https://twitter.com/CasaRosada/status/1764048922010358189</p> <p>Pero el pacto también tiene un problema de raíz. No está concebido como parte de un acto que supone una discusión generosa y que termina alumbrando una serie de enunciados: sería el paso final (elucubrado por el libertarismo gobernante) que requiere de la aprobación previa de los mamotretos jurídicos ya comentados y que devendría, como promesa futura, en un alivio fiscal para las provincias. Este procedimiento resulta claramente extorsivo y pretende, como un paquete cerrado, ganar en legitimidad sin ningún tipo de revisión. Es un acuerdo sujeto con fórceps, concebido con una errónea conceptualización mileista que cree contar con un cheque en blanco, a partir de su triunfo en el balotaje de noviembre.</p> <p>En resumen, el oficialismo trata de ganar tiempo ya que se enfrentaba a un inminente rechazo del DNU 70/23 en la cámara alta, cuyos legisladores ahora probablemente revisen su accionar para adelante, teniendo en cuenta la supuesta instancia de negociación que se les abren a los gobernadores y que, en muchos casos, resultan sus jefes políticos.</p> <p>En el procedimiento, por ahora novedoso para las formas libertarias, Milei toma una bandera cara a cierto infantilismo político que siempre tiene como aspiración, el máximo deseo de lograr un acuerdo que incluyan unos pocos puntos que, supuestamente, permitiría sacar al país del atraso, dejándolo escrito y publicado para la posteridad. Una especie de Pacto de la Moncloa de estos confines del mundo. Ya lo intentó Mauricio Macri con el fenecido consenso fiscal de 2017, que imponía una serie de transformaciones fiscales al interior de las provincias, que el mundo amarillo vivió como un triunfo pero que, la profundizada crisis económica del año siguiente, le dio un baño de realidad.</p> <p>Los acuerdos pueden condensarse en la realidad de la superestructura política y económica. Podrá imponerse (o no) desde la fortaleza de la caja del Estado nacional y de las carencias de no pocos Estados subnacionales, pero hay una segunda instancia, esa que refiere a la calidad de vida material de los argentinos que no parece enfrentar en el mediano plazo más que sufrimiento y miseria. Cuánto de eso podrá sostenerse en el tiempo, sin asistir a un deterioro tan marcado que transforme en letra muerta cualquier tipo de acuerdo suscripto por arriba, es un verdadero misterio que ningún protagonista ni analista puede avizorar. Si la historia reciente sirviera de algo, vale decir que esa celebración macrista que se combinó con el buen resultado electoral de 2017, fue el sustento para imponer una reforma jubilatoria que se transformó en piedra de toque de la debacle macrista de 2018 y 2019.</p> <p>La estrategia libertaria parece haber dado sus frutos. En un contexto donde algunas disputas que parecen gravosas, se sustancian con el fuego de artificio de las redes, Milei tiró la línea lo suficientemente lejos, como para darle algo de aire, también, a sus potenciales aliados que, en definitiva y en tren de ser honestos, sólo aspiran que la tensión se sustancie en la misma antinomia de los últimos 78 años: peronismo / antiperonismo. Si buena parte de la oposición amigable tolera insultos, maltratos y ninguneos, ello obedece a no quedar pegados, por ejemplo, en una votación parlamentaria con el bloque, vaya casualidad, que resulta mayoritario.</p> <p>Dicen Los Violadores, protagonistas del epígrafe de hoy, que en una noche de fuegos de artificio se tomaron decisiones sin saber. Tal vez nuestra resiliencia pueda impedir las pesadillas del poder. Solo tal vez.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> ¿La ven? 2024-02-11T11:32:13-03:00 2024-02-11T11:32:13-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6804-la-ven Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/f18cc5893d73fa879e46ecb87d204b18_S.jpg" alt="¿La ven?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>"¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?,</em><br /><em> cuando la mentira es la verdad.</em></h3> <h3 style="text-align: right;"><em>La prensa de Dios lleva poster central,</em><br /><em> el bien y el mal definen por penal…"</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Divididos - Qué ves</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El fin de semana anterior nos preguntábamos si la aprobación en general del ahora fenecido proyecto de Ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, era el resultado de una victoria pírrica o una derrota disfrazada. A poco más de dos días lo supimos: ni Pirro de Epiro ni disfraces (pese al carnaval vigente). El oficialismo libertario supo auto infringirse una derrota lo suficientemente contundente como para haber sacudido el tablero político institucional de una manera tal que, una semana después, cuando abordamos éste análisis en una húmeda mañana sabatina, ya se empieza a especular con una serie de cambios gubernamentales que impondría la idea de un inminente gobierno de coalición. El tiempo sigue pasando veloz y las pocas certezas que había sabido construir el sueño libertario deberán (parece) comenzar a reconfigurarse más temprano que tarde. Entre a mi pago amigo: recorrido por días de caprichos y enojos al por mayor. Sean todos bienvenidos y bienvenidas.</p> <p>La semana había comenzado con la expectativa e incertidumbre de lo que podía suceder en el recinto de la Cámara de Diputados cuando se tratara en particular la ley ómnibus. Desguazada en su volumen (pasó de contar con 664 artículos a discutirse algo menos de 200), pero no en su esencia, la atención y la tensión estaban puestas en los tres factores de interés excluyente para el gobierno: las facultades delegadas, las privatizaciones y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Al decir de las voces más experimentadas que trajinan los pasillos del Congreso, el mamotreto jurídico tenía como uno de sus principales déficits la enumeración de un sinfín de incisos que, al votarse de uno en uno, no habiéndose logrado los acuerdos previos necesarios, mostraban una sesión donde la gran mayoría de las votaciones habían comenzado a mostrar a un oficialismo que, cada vez con mayor frecuencia, aparecía derrotado.</p> <p>Sin un contexto de acuerdo con los gobernadores por la posibilidad de coparticipar el impuesto País, en el paso inicial, las facultades delegadas habían sido aprobadas de manera parcial, mientras que el capítulo de las privatizaciones ponía al descubierto un riesgo enorme para el oficialismo: una derrota en pleno recinto.</p> <p>Las estrategias dilatorias, con reuniones entre aliados, el pase a comisión del proyecto y el no tratamiento de manera definitivo del mismo, pusieron en evidencia el nivel de improvisación e inexperiencia del oficialismo: mientras el sistema político acusaba el impacto de la novedad, con el correr de las horas quedó demostrado que ni el presidente de bloque de La Libertad Avanza (LLA) Oscar Zago, ni el ministro del Interior Guillermo Francos, tenían en claro los pasos institucionales a seguir.</p> <p>Impactados, los libertarios no demoraron su reacción. Rápidamente la violencia en redes se hizo visible acusando de traidores a una serie de diputados y gobernadores, sin obviar la amenaza física (revisar redes de Agustín Laje y los respectivos comentarios), contando con la anuencia presidencial que aparecía obsesionado vía X y que, además, hizo saber a todos los argentinos que el retiro del proyecto obedecía a una orden suya.</p> <p><img src="https://www.fundamentar.com/images/milei-cooorrecto.jpg" alt="" /></p> <p>Para no quedar aislados en su dimensión violenta, el mundo libertario contó con la anuencia de un multimedios que festejaba un video donde Milei atacaba a sus enemigos conformados por dirigentes con nombres propios. No sólo mienten, además, en su odio innato, parecerían desear el exterminio de los opositores. Las disculpas que debieron emitir 24 horas después, sostenidos en una liviana y superficial argumentación de un “error”, los define por sí mismos.</p> <p>La reacción adolescente, al eliminar los subsidios al transporte para el mal llamado interior y al no aportar el dinero para el Fondo de Incentivo Docente que desde hace 20 años la nación transfiere a las provincias, trajo como novedad la incorporación de los gobernadores, con los que se intentaba llegar a un acuerdo, calificados desde ahora de enemigos, por su pertenencia a la casta. El libertarismo no comprende (¿la ven?) varios elementos del presente proceso:</p> <p>1.      Cuando uno se sienta en una mesa de negociación no vale sólo el propio deseo. El del otro también juega. Mueve fichas, articula intereses y puede condicionar. Si se lo legitima en el diálogo, no se lo puede considerar un enemigo porque no se llega a un acuerdo.</p> <p>2.      Los gobernadores también gozan de una legitimidad de origen, de ejercicio y, para decirlo de manera más sencilla, de reconocimiento ciudadano. En la inmensa mayoría de los casos han sido electos en el mismo período que el presidente y en algunos casos, con más apoyo que el que pretende ostentar Javier Milei, sin ballotage ni escenarios de tercios (Santa Fe es un buen ejemplo). Cuentan con imagen positiva, conocen el territorio y tienen una enorme llegada en la comunicación oficial al interior de sus provincias. Ubicarlos en la mira, simbólica y literalmente hablando, puede servir de argumento de convencimiento y de cierto intento de construcción de sentido que quiere relatar desde la centralidad porteña, que los mandatarios provinciales son malos administradores por naturaleza. Nada más relativo que ello.</p> <p>3.      Algunos de ellos, como el caso del santafesino Maximiliano Pullaro, han jugado decididamente a favor de la candidatura del libertario. Se expresaron públicamente en la campaña, incluso el ex ministro de Seguridad llegó a afirmar que le gustaba más “el Milei presidente que el Milei candidato” o dieron el visto bueno para que algunos dirigentes, como los ahora eyectados Osvaldo Giordano (Córdoba) y Flavia Royón (Salta), pasaran a integrar las filas del funcionariado nacional en puestos claves.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1756087148296483312</p> <p>En la continuidad de esa reacción adolescente, el comunicado emitido sobre finales de semana por la Oficina de Prensa de la Presidencia y las propias declaraciones del ministro de Economía Luis Caputo, van en tándem. Afirman que no necesitan al Congreso para cumplir con lo prometido a los argentinos. Entonces, las preguntas se caen de maduro: si esto es así, ¿para que perdieron casi dos meses en la presentación y tratamiento de un proyecto que, según parece ahora, no era necesario? ¿Para qué se sometieron a una serie de discusiones donde quedaron expuestos en su inexperiencia y, otra vez, en su improvisación?</p> <p>El libertarismo argento que reivindica a Juan Bautista Alberdi parece haberlo leído de manera incompleta. Si algo ha caracterizado al tucumano a lo largo del tiempo, es su capacidad para haber adaptado la constitución americana al modelo argentino y ese instrumento, consagrado en 1853, impone una ingeniería institucional de proporciones, donde el equilibrio de poderes resulta la razón fundamental del mismo. Los engranajes que activa la Carta Magna, no devienen de los caprichos impuestos por una mayoría legislativa o de los gobernadores, sino de un cuerpo normativo que sabiamente combina democracia, república y federalismo. Las injusticias, necesidades y carencias del presente, no habilitan la violación de los preceptos del prócer que dicen reivindicar.</p> <p>Pero hay un tercer momento que completa la reacción oficial de la semana: todo parece indicar, de acuerdo a voceros cercanos al oficialismo y a las declaraciones de la propia ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que el presidente Javier Milei se apronta, una vez llegado de su gira por Israel y el Vaticano, a reeditar un acuerdo con el ex presidente Mauricio Macri a los fines de solidificar a la extrema derecha gobernante.</p> <p>Si bien todo es muy incipiente, de producirse el acuerdo dos cosas son efectivamente seguras. La primera es el estado de debilidad en el que, luego de dos meses de gestión se encuentra el gobierno libertario. Sin los famosos 100 días a favor, ni el goce que supone la “luna de miel” con el electorado, Milei estaría volviendo sobre sus pasos en la estrategia que diseñó cuando, a diferencia de lo pedido por el hijo de Franco, que deseaba un acuerdo en paquete y que incluía puestos claves de gestión ejecutiva y legislativa; suscribió negociaciones individuales sin el protectorado macrista.</p> <p>Las ya comentadas eyecciones de Giordano (Anses) y Royón (Secretaría de Minería) parecieran abrir algunas puertas, las cuales se complementan con los cuestionamientos internos a las figuras de Martín Menem y Guillermo Francos, quienes aparecen como principales responsables de la derrota legislativa del último martes. Nunca viene mal recordar que parte de la negociación fallida de comienzos de diciembre suponía la presidencia de la Cámara de Diputados para el bonaerense Cristian Ritondo.</p> <p>La segunda cuestión a señalar refiere a lo que supondría el acuerdo hacia el interior del PRO, donde hace un par de semanas una veintena de autoridades partidarias provinciales habían pedido para que la presidencia del partido quedara a cargo del hombre nacido en Tandil. De alguna forma, el sacudón que generará el por ahora hipotético acuerdo, obligará a barajar y dar de nuevo para no pocos dirigentes amarillos que preferían, sin decirlo públicamente hasta el momento, dejar a Macri en un lugar de absoluta intrascendencia política.</p> <p>El ex presidente es, hoy, el dirigente con peor imagen a nivel nacional, una especie de salvavidas de plomo para los intereses de un libertarismo que se imaginó rompiendo el molde del actual sistema de partidos. Vale preguntarse, de producirse el acuerdo, hasta dónde podrá sostener el concepto de casta, un movimiento político que se imagina con un destino manifiesto de superación de todo lo que nos trajo hasta aquí y que actúa de una manera que deslegitima, desecha y violenta todo aquello que no sea visto como propio.</p> <p>https://twitter.com/mauriciomacri/status/1755031246478917643</p> <p>En el “no la ven” que el libertarismo intentó imponer algunas semanas atrás, había mucho de comparación con un proceso electoral donde Milei terminó siendo una verdadera sorpresa. El argumento, aplicado a la gestión, supone interpretar que una serie de decisiones que perjudican a la ciudadanía son toleradas por ésta, a partir de creer en esa idea de transformación libertaria o que la genialidad política de Milei genera condiciones para su mayor empoderamiento.</p> <p>Lo que no vemos, supuestamente, es que el retiro del proyecto de la ley ómnibus, habría creado las condiciones para que ahora, en su lógica extremadamente binaria del poder, los libertarios puedan referenciar a todos los opositores como casta y extraños a las “fuerzas del cielo” que merecen ser eliminados.</p> <p>Esa lógica tal vez sirva para la retroalimentación interna, pero un discurso cada vez más restrictivo y cerrado, en paralelo con un inminente acuerdo con parte de la partidocracia argenta, no parece ser de una coherencia sustantiva.</p> <p>¿Qué ven cuando la ven? ¿Qué ven cuando la mentira de que todo el que se oponga a cierto mesianismo resulta un delincuente y que eso, además, pretenda erigirse en verdad? Falta envido y truco libertarios. Cuidado con convertirse en un chiste nacional. Y de los de mal gusto…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/f18cc5893d73fa879e46ecb87d204b18_S.jpg" alt="¿La ven?" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>"¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?,</em><br /><em> cuando la mentira es la verdad.</em></h3> <h3 style="text-align: right;"><em>La prensa de Dios lleva poster central,</em><br /><em> el bien y el mal definen por penal…"</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Divididos - Qué ves</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El fin de semana anterior nos preguntábamos si la aprobación en general del ahora fenecido proyecto de Ley “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”, era el resultado de una victoria pírrica o una derrota disfrazada. A poco más de dos días lo supimos: ni Pirro de Epiro ni disfraces (pese al carnaval vigente). El oficialismo libertario supo auto infringirse una derrota lo suficientemente contundente como para haber sacudido el tablero político institucional de una manera tal que, una semana después, cuando abordamos éste análisis en una húmeda mañana sabatina, ya se empieza a especular con una serie de cambios gubernamentales que impondría la idea de un inminente gobierno de coalición. El tiempo sigue pasando veloz y las pocas certezas que había sabido construir el sueño libertario deberán (parece) comenzar a reconfigurarse más temprano que tarde. Entre a mi pago amigo: recorrido por días de caprichos y enojos al por mayor. Sean todos bienvenidos y bienvenidas.</p> <p>La semana había comenzado con la expectativa e incertidumbre de lo que podía suceder en el recinto de la Cámara de Diputados cuando se tratara en particular la ley ómnibus. Desguazada en su volumen (pasó de contar con 664 artículos a discutirse algo menos de 200), pero no en su esencia, la atención y la tensión estaban puestas en los tres factores de interés excluyente para el gobierno: las facultades delegadas, las privatizaciones y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad. Al decir de las voces más experimentadas que trajinan los pasillos del Congreso, el mamotreto jurídico tenía como uno de sus principales déficits la enumeración de un sinfín de incisos que, al votarse de uno en uno, no habiéndose logrado los acuerdos previos necesarios, mostraban una sesión donde la gran mayoría de las votaciones habían comenzado a mostrar a un oficialismo que, cada vez con mayor frecuencia, aparecía derrotado.</p> <p>Sin un contexto de acuerdo con los gobernadores por la posibilidad de coparticipar el impuesto País, en el paso inicial, las facultades delegadas habían sido aprobadas de manera parcial, mientras que el capítulo de las privatizaciones ponía al descubierto un riesgo enorme para el oficialismo: una derrota en pleno recinto.</p> <p>Las estrategias dilatorias, con reuniones entre aliados, el pase a comisión del proyecto y el no tratamiento de manera definitivo del mismo, pusieron en evidencia el nivel de improvisación e inexperiencia del oficialismo: mientras el sistema político acusaba el impacto de la novedad, con el correr de las horas quedó demostrado que ni el presidente de bloque de La Libertad Avanza (LLA) Oscar Zago, ni el ministro del Interior Guillermo Francos, tenían en claro los pasos institucionales a seguir.</p> <p>Impactados, los libertarios no demoraron su reacción. Rápidamente la violencia en redes se hizo visible acusando de traidores a una serie de diputados y gobernadores, sin obviar la amenaza física (revisar redes de Agustín Laje y los respectivos comentarios), contando con la anuencia presidencial que aparecía obsesionado vía X y que, además, hizo saber a todos los argentinos que el retiro del proyecto obedecía a una orden suya.</p> <p><img src="https://www.fundamentar.com/images/milei-cooorrecto.jpg" alt="" /></p> <p>Para no quedar aislados en su dimensión violenta, el mundo libertario contó con la anuencia de un multimedios que festejaba un video donde Milei atacaba a sus enemigos conformados por dirigentes con nombres propios. No sólo mienten, además, en su odio innato, parecerían desear el exterminio de los opositores. Las disculpas que debieron emitir 24 horas después, sostenidos en una liviana y superficial argumentación de un “error”, los define por sí mismos.</p> <p>La reacción adolescente, al eliminar los subsidios al transporte para el mal llamado interior y al no aportar el dinero para el Fondo de Incentivo Docente que desde hace 20 años la nación transfiere a las provincias, trajo como novedad la incorporación de los gobernadores, con los que se intentaba llegar a un acuerdo, calificados desde ahora de enemigos, por su pertenencia a la casta. El libertarismo no comprende (¿la ven?) varios elementos del presente proceso:</p> <p>1.      Cuando uno se sienta en una mesa de negociación no vale sólo el propio deseo. El del otro también juega. Mueve fichas, articula intereses y puede condicionar. Si se lo legitima en el diálogo, no se lo puede considerar un enemigo porque no se llega a un acuerdo.</p> <p>2.      Los gobernadores también gozan de una legitimidad de origen, de ejercicio y, para decirlo de manera más sencilla, de reconocimiento ciudadano. En la inmensa mayoría de los casos han sido electos en el mismo período que el presidente y en algunos casos, con más apoyo que el que pretende ostentar Javier Milei, sin ballotage ni escenarios de tercios (Santa Fe es un buen ejemplo). Cuentan con imagen positiva, conocen el territorio y tienen una enorme llegada en la comunicación oficial al interior de sus provincias. Ubicarlos en la mira, simbólica y literalmente hablando, puede servir de argumento de convencimiento y de cierto intento de construcción de sentido que quiere relatar desde la centralidad porteña, que los mandatarios provinciales son malos administradores por naturaleza. Nada más relativo que ello.</p> <p>3.      Algunos de ellos, como el caso del santafesino Maximiliano Pullaro, han jugado decididamente a favor de la candidatura del libertario. Se expresaron públicamente en la campaña, incluso el ex ministro de Seguridad llegó a afirmar que le gustaba más “el Milei presidente que el Milei candidato” o dieron el visto bueno para que algunos dirigentes, como los ahora eyectados Osvaldo Giordano (Córdoba) y Flavia Royón (Salta), pasaran a integrar las filas del funcionariado nacional en puestos claves.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1756087148296483312</p> <p>En la continuidad de esa reacción adolescente, el comunicado emitido sobre finales de semana por la Oficina de Prensa de la Presidencia y las propias declaraciones del ministro de Economía Luis Caputo, van en tándem. Afirman que no necesitan al Congreso para cumplir con lo prometido a los argentinos. Entonces, las preguntas se caen de maduro: si esto es así, ¿para que perdieron casi dos meses en la presentación y tratamiento de un proyecto que, según parece ahora, no era necesario? ¿Para qué se sometieron a una serie de discusiones donde quedaron expuestos en su inexperiencia y, otra vez, en su improvisación?</p> <p>El libertarismo argento que reivindica a Juan Bautista Alberdi parece haberlo leído de manera incompleta. Si algo ha caracterizado al tucumano a lo largo del tiempo, es su capacidad para haber adaptado la constitución americana al modelo argentino y ese instrumento, consagrado en 1853, impone una ingeniería institucional de proporciones, donde el equilibrio de poderes resulta la razón fundamental del mismo. Los engranajes que activa la Carta Magna, no devienen de los caprichos impuestos por una mayoría legislativa o de los gobernadores, sino de un cuerpo normativo que sabiamente combina democracia, república y federalismo. Las injusticias, necesidades y carencias del presente, no habilitan la violación de los preceptos del prócer que dicen reivindicar.</p> <p>Pero hay un tercer momento que completa la reacción oficial de la semana: todo parece indicar, de acuerdo a voceros cercanos al oficialismo y a las declaraciones de la propia ministra de Seguridad Patricia Bullrich, que el presidente Javier Milei se apronta, una vez llegado de su gira por Israel y el Vaticano, a reeditar un acuerdo con el ex presidente Mauricio Macri a los fines de solidificar a la extrema derecha gobernante.</p> <p>Si bien todo es muy incipiente, de producirse el acuerdo dos cosas son efectivamente seguras. La primera es el estado de debilidad en el que, luego de dos meses de gestión se encuentra el gobierno libertario. Sin los famosos 100 días a favor, ni el goce que supone la “luna de miel” con el electorado, Milei estaría volviendo sobre sus pasos en la estrategia que diseñó cuando, a diferencia de lo pedido por el hijo de Franco, que deseaba un acuerdo en paquete y que incluía puestos claves de gestión ejecutiva y legislativa; suscribió negociaciones individuales sin el protectorado macrista.</p> <p>Las ya comentadas eyecciones de Giordano (Anses) y Royón (Secretaría de Minería) parecieran abrir algunas puertas, las cuales se complementan con los cuestionamientos internos a las figuras de Martín Menem y Guillermo Francos, quienes aparecen como principales responsables de la derrota legislativa del último martes. Nunca viene mal recordar que parte de la negociación fallida de comienzos de diciembre suponía la presidencia de la Cámara de Diputados para el bonaerense Cristian Ritondo.</p> <p>La segunda cuestión a señalar refiere a lo que supondría el acuerdo hacia el interior del PRO, donde hace un par de semanas una veintena de autoridades partidarias provinciales habían pedido para que la presidencia del partido quedara a cargo del hombre nacido en Tandil. De alguna forma, el sacudón que generará el por ahora hipotético acuerdo, obligará a barajar y dar de nuevo para no pocos dirigentes amarillos que preferían, sin decirlo públicamente hasta el momento, dejar a Macri en un lugar de absoluta intrascendencia política.</p> <p>El ex presidente es, hoy, el dirigente con peor imagen a nivel nacional, una especie de salvavidas de plomo para los intereses de un libertarismo que se imaginó rompiendo el molde del actual sistema de partidos. Vale preguntarse, de producirse el acuerdo, hasta dónde podrá sostener el concepto de casta, un movimiento político que se imagina con un destino manifiesto de superación de todo lo que nos trajo hasta aquí y que actúa de una manera que deslegitima, desecha y violenta todo aquello que no sea visto como propio.</p> <p>https://twitter.com/mauriciomacri/status/1755031246478917643</p> <p>En el “no la ven” que el libertarismo intentó imponer algunas semanas atrás, había mucho de comparación con un proceso electoral donde Milei terminó siendo una verdadera sorpresa. El argumento, aplicado a la gestión, supone interpretar que una serie de decisiones que perjudican a la ciudadanía son toleradas por ésta, a partir de creer en esa idea de transformación libertaria o que la genialidad política de Milei genera condiciones para su mayor empoderamiento.</p> <p>Lo que no vemos, supuestamente, es que el retiro del proyecto de la ley ómnibus, habría creado las condiciones para que ahora, en su lógica extremadamente binaria del poder, los libertarios puedan referenciar a todos los opositores como casta y extraños a las “fuerzas del cielo” que merecen ser eliminados.</p> <p>Esa lógica tal vez sirva para la retroalimentación interna, pero un discurso cada vez más restrictivo y cerrado, en paralelo con un inminente acuerdo con parte de la partidocracia argenta, no parece ser de una coherencia sustantiva.</p> <p>¿Qué ven cuando la ven? ¿Qué ven cuando la mentira de que todo el que se oponga a cierto mesianismo resulta un delincuente y que eso, además, pretenda erigirse en verdad? Falta envido y truco libertarios. Cuidado con convertirse en un chiste nacional. Y de los de mal gusto…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> Tiempo veloz 2024-02-04T13:02:54-03:00 2024-02-04T13:02:54-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6803-tiempo-veloz Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/ea16bf1ef10cb368a7558e7a2ca09b57_S.jpg" alt="Tiempo veloz" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p style="text-align: right;"><em>Todo se construye y se destruye,</em><br /><em>tan rápidamente,</em><br /><em>que no puedo dejar de sonreír.</em><br /><em>Es parte de la religión matar,</em><br /><em>es parte de la religión mentir…</em></p> <p style="text-align: right;">“Parte de la religión” Charly García</p></div><div class="K2FeedFullText"><p>Atravesados por una ola de calor severa, con el resultado de la votación general de la “Ley Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” ya definido, comencemos con una pregunta como al pasar. Lo sucedido en la tarde del viernes ¿es una victoria pírrica o una derrota disfrazada? Complejizando la requisitoria: ¿es realmente el inicio de un proceso de transformación que, al igual que cada vez que en la Argentina se consolidó un modelo neoliberal, dejó un reguero de miseria y pobreza estructural de la que cada vez cuesta más deshacerse? Difícil de responder por estas horas sin entrar en una suerte de sumatoria de prejuicios y expresión de deseos que poco tendrían que ver con el rigor del análisis político. Sobre todo si no tratamos de desentrañar asertivamente todo aquello que refiere y contextualiza al fenómeno Milei, más allá de los nombres propios. Recorrido por el vértigo político de una semana donde parecieron condensarse todas las debilidades y fortalezas del sistema político argentino. Con tereré en mano, revelados por el viento caliente de los ventiladores, pasen y vean, sean todos y todas bienvenidos.</p> <p>En lo primero que debemos poner el foco es en la relativización de los números de la votación: 144 a 109 no expresa necesariamente la solidez de la propuesta libertaria. De hecho, nadie sabe del todo qué pasará a partir del martes 6 cuando a las 10 de la mañana comience la discusión en particular. Según algunas voces cercanas al tratamiento legislativo, existe acuerdo entre el oficialismo y la oposición friendly para la aprobación de unos 170 artículos, lo que supone una contundencia evidente pero que, a la vez, en paralelo, implica una limitación libertaria ya que la ley original traía nada más y nada menos que unos 664 artículos. Si esa estrategia fue prevista o no, aplicando el ya famoso  macrista del “si pasa, pasa”, es algo que no podemos avizorar a la distancia y que, en realidad, tiene poco de relevancia ya que, con lo que (parece) será aprobado, tendremos bastante para preocuparnos y ocuparnos.</p> <p>Lo segundo a señalar es que, más allá de las bravuconadas de ocasión, la obsesión de mal gusto en redes y los silencios sugestivos, el presidente y sus principales adláteres, negociaron (y lo seguirán haciendo en los días que vienen) con lo más consolidado de la casta para lograr aunque más no sea ganar 1 a 0, pero ganar, no entendiendo que la acción política nunca puede limitarse al formato de un resultado deportivo.</p> <p>https://twitter.com/JMilei/status/1753538900767683054</p> <p>En mi dialecto tabladense de origen diríamos que “poronguea pero transa” (salud querido Marito Borges y gracias por tu arte) y aunque el término no resulte del todo académico, más allá de los supuestos berrinches y enojos que sus voceros mediáticos, oficiales y no oficiales, dejan trascender, el tiempo transcurrido en el proceso de negociación refleja los limitantes presidenciales.</p> <p>Y todo ello a riesgo de atravesar verdaderos papelones institucionales, que no se agotan en la simple y natural inexperiencia de los flamantes legisladores libertarios, sino que se extiende al conjunto de esos sectores opositores, que no dudan en llevar adelante un debate en el recinto de la Cámara de Diputados, sin tener en claro cuáles son los artículos en cuestión, dado que no hay acuerdo y luego de haber firmado un dictamen en blanco.</p> <p>Los institucionalistas argentos, aquellos que aquí hemos definido como nuestros republicanos de cotillón, parecen haber olvidado su vieja retórica de enojos porque alguna ex presidenta levantaba el tono de voz o porque aquellas mayorías (también, como ahora circunstanciales) no tenían en cuenta su cosmovisión del mundo.</p> <p>En los días por venir, es probable que el oficialismo se anote una victoria política. Módica, pero victoria al fin. Y eso tiene más valor si ponderamos que lo hace desde su lugar de evidente minoría que, como afirmábamos días atrás, no cuenta ni siquiera con el 15% del total de legisladores del Congreso Nacional.</p> <p>El mileismo logrará, en parte, poner en línea a un conjunto de aliados que podrán aparecer a la luz pública como muy distintos entre sí, pero a los cuales los une dos elementos esenciales y que, más allá de los modos y de la nula capacidad de empatía política con los adversarios de parte del presidente Javier Milei, no existe una distancia ideológica muy severa entre ellos. Viene a cuento recordar que Mauricio Macri alguna vez fue festejado por sus partidarios por afirmar que de tener un segundo mandato, intentaría hacer todo más rápido. ¿No es acaso este tiempo político la expresión de todo ello?</p> <p>Pero además, buena parte de ese entramado amigable, se nutre de un antiperonismo flagrante. Algunos, que tienen la intrínseca aspiración de tener un peronismo domesticado, hablan de kirchnerismo hacia el espacio de algo más de 100 diputados que conduce el rosarino Germán Martínez, obviando que al interior de ese espacio conviven tradiciones políticas varias. “Lo hacen para bajarle el precio al peronismo”, supo definir alguna vez Néstor Kirchner y no parece que se haya equivocado.</p> <p>https://twitter.com/gerpmartinez/status/1753785604469399664</p> <p>Los De Loredo, los Zago y los Ritondo de la vida, necesitan auto referenciarse en ese cuestionamiento al kirchnerismo, para de alguna manera justificar su accionar de los últimos años y de esa forma, no quedar enganchados en una acusación de antidemocráticos. Incluso, a riesgo de quedar “pegados” a un proceso político que no las tiene todas consigo.</p> <p>La velocidad con que suceden los hechos, no sólo refiere a todo aquello que favorece y pueda potenciar al oficialismo. También actúa como espejo a la hora del desgaste. En la semana tuvieron una amplia difusión un par de encuestas que, como adelantábamos en nuestra columna anterior, señalan el rápido deterioro de la imagen presidencial. Más allá de los contextos generales que bien explican sus autores (consensos precarios), la reforzada decisión libertaria de los últimos días, de afirmar que gobiernan para el 56% de los argentinos de bien que los votaron, no parece contener un gen democrático en sí mismo.</p> <p>Una de las novedades del fenómeno Milei, a diferencia de lo que hacían lo que podríamos decir las fuerzas políticas tradicionales es que, más allá de las verdaderas intenciones o de los resultados, éstas pretendían construir una referenciación en un “todos” o en mayorías verdaderamente contundentes. El mileismo, desde la misma noche de su triunfo electoral, ha decidido anunciar un “todos” reducido, sin tener en cuenta que esos números pueden resultar absolutamente provisionales.</p> <p>Una de las preguntas que, más temprano que tarde empezará a tener peso es en qué medida los acuerdos con la casta política y empresarial, en un contexto de agravada crisis económica, afectará al electorado libertario original (29,7%), como para que éste pueda (o no) desilusionarse con las promesas de campaña.</p> <p>Vale saber hasta dónde tienen importancia los acuerdos con cierto transfuguismo político como el que representa Miguel Pichetto, quien supo mostrar con histrionismo su conservadurismo innato, apareciendo como una pieza de museo ya que reivindicó que durante sus dos primeros años de diputado, allá por la década del 90’, nunca hizo uso de la palabra mientras “que acá ahora habla cualquiera” (sic), calificó de pelotudos a algunos de sus pares (sic), se enojó con periodistas en un diálogo algo bizarro y reconoció que prefiere la traición a la irrelevancia. Afortunadamente no debió exhibir la xenofobia que lo alcanza.</p> <p>También vale preguntarse si sabrán en el mundo libertario que éste estratégico aliado, a quien el presidente le dispensó un público agradecimiento en la tarde del viernes, resulta un legislador que transita los pasillos del congreso desde hace 30 años, que fue menemista, duhaldista, kirchnerista, macrista y que en esta oportunidad fue elegido como diputado por su lugar de nacimiento y no por el de residencia ya que, en Río Negro, el hombre no goza de los mayores reconocimientos. Tal vez, a la hora de ciertos logros políticos, sea bueno recordar aquella frase de un viejo general: las casas también se construyen con bosta.</p> <p>En una democracia, los gobiernos atan su suerte a la gestión. Más allá de las tentaciones de este tiempo el libertarismo parece consolidarla sobre dos ejes centrales. Uno, el conocido de antemano, refiere a la represión. Todos sabíamos que la propuesta de la derecha argenta no cierra sin represión. La dinámica política de nuestro país, no tolera sin más, la conculcación de derechos. Y en la semana tuvimos las muestras de ello, con la violencia ejercida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, vaya novedad (¿novedad?), en la mismísima Rosario, donde un grupo de artistas fueron detenidos violentamente por pintar una vereda, confirmando que tal vez, a la hora de la gestión y de la conducción de la policía, no baste con la emoción del gobernador Maximiliano Pullaro cuando recuerda la figura de un tal Raúl Alfonsín, supuesto padre de la democracia.</p> <p>https://twitter.com/PatoBullrich/status/1753801622994456746</p> <p>Lo que seguramente no sabíamos, es que una fuerza minoritaria, sin tradición ni anclaje territorial apostaría por la provocación como forma de relacionamiento político: lo hace todos los días el vocero Manuel Adorni y acaba de hacerlo en plena marcha de protesta al Congreso, un joven y reconocido tiktokero que no tuvo mejor idea que atravesar la concurrencia como si fuera un perfecto desconocido. El cobarde ataque a su persona no es una buena señal, como tampoco lo es la persecución y los insultos a los diputados Rodrigo Marra y Alberto Benegas Lynch, como así tampoco el escrache que algunas semanas atrás sufriera la diputada Victoria Tolosa Paz en un restó de Pinamar. Por todo ello hablábamos de “mechacortismo” en uno de los últimos artículos de 2023. Las responsabilidades primarias siempre devienen desde arriba.</p> <p>Hay un después. Y lo hay para todos. Para lo que pueda suceder en la aplicación de la mal llamada ley ómnibus que se terminó pareciendo a un transporte escolar, pero que tiene una potencia evidente porque sigue contando en esencia, con la relevancia del artículo primero, su delegación de facultades y para, en definitiva, reimponer de facto, los artículos que la oposición friendly cree haberle arrebatado al oficialismo.</p> <p>Con su genialidad a cuestas, Charly nos anunciaba que todo se destruye y se construye tan rápidamente, que no podía dejar de sonreír. Tal vez no sea nuestro gesto de estos días, pero habrá que intentarlo.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/ea16bf1ef10cb368a7558e7a2ca09b57_S.jpg" alt="Tiempo veloz" /></div><div class="K2FeedIntroText"><p style="text-align: right;"><em>Todo se construye y se destruye,</em><br /><em>tan rápidamente,</em><br /><em>que no puedo dejar de sonreír.</em><br /><em>Es parte de la religión matar,</em><br /><em>es parte de la religión mentir…</em></p> <p style="text-align: right;">“Parte de la religión” Charly García</p></div><div class="K2FeedFullText"><p>Atravesados por una ola de calor severa, con el resultado de la votación general de la “Ley Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos” ya definido, comencemos con una pregunta como al pasar. Lo sucedido en la tarde del viernes ¿es una victoria pírrica o una derrota disfrazada? Complejizando la requisitoria: ¿es realmente el inicio de un proceso de transformación que, al igual que cada vez que en la Argentina se consolidó un modelo neoliberal, dejó un reguero de miseria y pobreza estructural de la que cada vez cuesta más deshacerse? Difícil de responder por estas horas sin entrar en una suerte de sumatoria de prejuicios y expresión de deseos que poco tendrían que ver con el rigor del análisis político. Sobre todo si no tratamos de desentrañar asertivamente todo aquello que refiere y contextualiza al fenómeno Milei, más allá de los nombres propios. Recorrido por el vértigo político de una semana donde parecieron condensarse todas las debilidades y fortalezas del sistema político argentino. Con tereré en mano, revelados por el viento caliente de los ventiladores, pasen y vean, sean todos y todas bienvenidos.</p> <p>En lo primero que debemos poner el foco es en la relativización de los números de la votación: 144 a 109 no expresa necesariamente la solidez de la propuesta libertaria. De hecho, nadie sabe del todo qué pasará a partir del martes 6 cuando a las 10 de la mañana comience la discusión en particular. Según algunas voces cercanas al tratamiento legislativo, existe acuerdo entre el oficialismo y la oposición friendly para la aprobación de unos 170 artículos, lo que supone una contundencia evidente pero que, a la vez, en paralelo, implica una limitación libertaria ya que la ley original traía nada más y nada menos que unos 664 artículos. Si esa estrategia fue prevista o no, aplicando el ya famoso  macrista del “si pasa, pasa”, es algo que no podemos avizorar a la distancia y que, en realidad, tiene poco de relevancia ya que, con lo que (parece) será aprobado, tendremos bastante para preocuparnos y ocuparnos.</p> <p>Lo segundo a señalar es que, más allá de las bravuconadas de ocasión, la obsesión de mal gusto en redes y los silencios sugestivos, el presidente y sus principales adláteres, negociaron (y lo seguirán haciendo en los días que vienen) con lo más consolidado de la casta para lograr aunque más no sea ganar 1 a 0, pero ganar, no entendiendo que la acción política nunca puede limitarse al formato de un resultado deportivo.</p> <p>https://twitter.com/JMilei/status/1753538900767683054</p> <p>En mi dialecto tabladense de origen diríamos que “poronguea pero transa” (salud querido Marito Borges y gracias por tu arte) y aunque el término no resulte del todo académico, más allá de los supuestos berrinches y enojos que sus voceros mediáticos, oficiales y no oficiales, dejan trascender, el tiempo transcurrido en el proceso de negociación refleja los limitantes presidenciales.</p> <p>Y todo ello a riesgo de atravesar verdaderos papelones institucionales, que no se agotan en la simple y natural inexperiencia de los flamantes legisladores libertarios, sino que se extiende al conjunto de esos sectores opositores, que no dudan en llevar adelante un debate en el recinto de la Cámara de Diputados, sin tener en claro cuáles son los artículos en cuestión, dado que no hay acuerdo y luego de haber firmado un dictamen en blanco.</p> <p>Los institucionalistas argentos, aquellos que aquí hemos definido como nuestros republicanos de cotillón, parecen haber olvidado su vieja retórica de enojos porque alguna ex presidenta levantaba el tono de voz o porque aquellas mayorías (también, como ahora circunstanciales) no tenían en cuenta su cosmovisión del mundo.</p> <p>En los días por venir, es probable que el oficialismo se anote una victoria política. Módica, pero victoria al fin. Y eso tiene más valor si ponderamos que lo hace desde su lugar de evidente minoría que, como afirmábamos días atrás, no cuenta ni siquiera con el 15% del total de legisladores del Congreso Nacional.</p> <p>El mileismo logrará, en parte, poner en línea a un conjunto de aliados que podrán aparecer a la luz pública como muy distintos entre sí, pero a los cuales los une dos elementos esenciales y que, más allá de los modos y de la nula capacidad de empatía política con los adversarios de parte del presidente Javier Milei, no existe una distancia ideológica muy severa entre ellos. Viene a cuento recordar que Mauricio Macri alguna vez fue festejado por sus partidarios por afirmar que de tener un segundo mandato, intentaría hacer todo más rápido. ¿No es acaso este tiempo político la expresión de todo ello?</p> <p>Pero además, buena parte de ese entramado amigable, se nutre de un antiperonismo flagrante. Algunos, que tienen la intrínseca aspiración de tener un peronismo domesticado, hablan de kirchnerismo hacia el espacio de algo más de 100 diputados que conduce el rosarino Germán Martínez, obviando que al interior de ese espacio conviven tradiciones políticas varias. “Lo hacen para bajarle el precio al peronismo”, supo definir alguna vez Néstor Kirchner y no parece que se haya equivocado.</p> <p>https://twitter.com/gerpmartinez/status/1753785604469399664</p> <p>Los De Loredo, los Zago y los Ritondo de la vida, necesitan auto referenciarse en ese cuestionamiento al kirchnerismo, para de alguna manera justificar su accionar de los últimos años y de esa forma, no quedar enganchados en una acusación de antidemocráticos. Incluso, a riesgo de quedar “pegados” a un proceso político que no las tiene todas consigo.</p> <p>La velocidad con que suceden los hechos, no sólo refiere a todo aquello que favorece y pueda potenciar al oficialismo. También actúa como espejo a la hora del desgaste. En la semana tuvieron una amplia difusión un par de encuestas que, como adelantábamos en nuestra columna anterior, señalan el rápido deterioro de la imagen presidencial. Más allá de los contextos generales que bien explican sus autores (consensos precarios), la reforzada decisión libertaria de los últimos días, de afirmar que gobiernan para el 56% de los argentinos de bien que los votaron, no parece contener un gen democrático en sí mismo.</p> <p>Una de las novedades del fenómeno Milei, a diferencia de lo que hacían lo que podríamos decir las fuerzas políticas tradicionales es que, más allá de las verdaderas intenciones o de los resultados, éstas pretendían construir una referenciación en un “todos” o en mayorías verdaderamente contundentes. El mileismo, desde la misma noche de su triunfo electoral, ha decidido anunciar un “todos” reducido, sin tener en cuenta que esos números pueden resultar absolutamente provisionales.</p> <p>Una de las preguntas que, más temprano que tarde empezará a tener peso es en qué medida los acuerdos con la casta política y empresarial, en un contexto de agravada crisis económica, afectará al electorado libertario original (29,7%), como para que éste pueda (o no) desilusionarse con las promesas de campaña.</p> <p>Vale saber hasta dónde tienen importancia los acuerdos con cierto transfuguismo político como el que representa Miguel Pichetto, quien supo mostrar con histrionismo su conservadurismo innato, apareciendo como una pieza de museo ya que reivindicó que durante sus dos primeros años de diputado, allá por la década del 90’, nunca hizo uso de la palabra mientras “que acá ahora habla cualquiera” (sic), calificó de pelotudos a algunos de sus pares (sic), se enojó con periodistas en un diálogo algo bizarro y reconoció que prefiere la traición a la irrelevancia. Afortunadamente no debió exhibir la xenofobia que lo alcanza.</p> <p>También vale preguntarse si sabrán en el mundo libertario que éste estratégico aliado, a quien el presidente le dispensó un público agradecimiento en la tarde del viernes, resulta un legislador que transita los pasillos del congreso desde hace 30 años, que fue menemista, duhaldista, kirchnerista, macrista y que en esta oportunidad fue elegido como diputado por su lugar de nacimiento y no por el de residencia ya que, en Río Negro, el hombre no goza de los mayores reconocimientos. Tal vez, a la hora de ciertos logros políticos, sea bueno recordar aquella frase de un viejo general: las casas también se construyen con bosta.</p> <p>En una democracia, los gobiernos atan su suerte a la gestión. Más allá de las tentaciones de este tiempo el libertarismo parece consolidarla sobre dos ejes centrales. Uno, el conocido de antemano, refiere a la represión. Todos sabíamos que la propuesta de la derecha argenta no cierra sin represión. La dinámica política de nuestro país, no tolera sin más, la conculcación de derechos. Y en la semana tuvimos las muestras de ello, con la violencia ejercida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, vaya novedad (¿novedad?), en la mismísima Rosario, donde un grupo de artistas fueron detenidos violentamente por pintar una vereda, confirmando que tal vez, a la hora de la gestión y de la conducción de la policía, no baste con la emoción del gobernador Maximiliano Pullaro cuando recuerda la figura de un tal Raúl Alfonsín, supuesto padre de la democracia.</p> <p>https://twitter.com/PatoBullrich/status/1753801622994456746</p> <p>Lo que seguramente no sabíamos, es que una fuerza minoritaria, sin tradición ni anclaje territorial apostaría por la provocación como forma de relacionamiento político: lo hace todos los días el vocero Manuel Adorni y acaba de hacerlo en plena marcha de protesta al Congreso, un joven y reconocido tiktokero que no tuvo mejor idea que atravesar la concurrencia como si fuera un perfecto desconocido. El cobarde ataque a su persona no es una buena señal, como tampoco lo es la persecución y los insultos a los diputados Rodrigo Marra y Alberto Benegas Lynch, como así tampoco el escrache que algunas semanas atrás sufriera la diputada Victoria Tolosa Paz en un restó de Pinamar. Por todo ello hablábamos de “mechacortismo” en uno de los últimos artículos de 2023. Las responsabilidades primarias siempre devienen desde arriba.</p> <p>Hay un después. Y lo hay para todos. Para lo que pueda suceder en la aplicación de la mal llamada ley ómnibus que se terminó pareciendo a un transporte escolar, pero que tiene una potencia evidente porque sigue contando en esencia, con la relevancia del artículo primero, su delegación de facultades y para, en definitiva, reimponer de facto, los artículos que la oposición friendly cree haberle arrebatado al oficialismo.</p> <p>Con su genialidad a cuestas, Charly nos anunciaba que todo se destruye y se construye tan rápidamente, que no podía dejar de sonreír. Tal vez no sea nuestro gesto de estos días, pero habrá que intentarlo.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> Nada es gratis 2024-01-28T09:35:51-03:00 2024-01-28T09:35:51-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6802-nada-es-gratis Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/863307fbd1530a9c2d2dbdedee75ede3_S.jpg" alt="El ministro Caputo anuncia en conferencia de prensa que retira el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Habrá consecuencia, ante tantas faltas y engaños,</em><br /><em> ante tanto mal provocado,</em><br /><em> ante tan deliberada crueldad, amor.</em><br /><em> Habrá consecuencia, porque no se miente de esa manera,</em><br /><em> lo que nace en el odio en el odio se queda.</em><br /><em> Voy a rogar que una fuerza sobrenatural,</em><br /><em> sentencie tu esencia…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">“Sentencia” - Mamita Peyote</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>Si en la lógica de nuestras vidas privadas, chiquitas y cargadas de verdades relativas, aprendemos, a medida que crecemos, que nuestro accionar cotidiano tiene consecuencias (a favor o en contra); en el mundillo de la política, plagado de intereses cruzados, de los honestos y de los otros, el costo de cada acción nunca es gratis. Sobre todo si el objetivo inicial radica en poner patas para arriba un andamiaje legal construido desde los últimos 100 años, pero fundamentalmente si se quiere avanzar sobre los derechos de una sociedad que está agotada de cierta cotidianeidad, a la cual se le ofrece la certeza de un presente de esfuerzo y sacrificio, a cambio de la promesa de un mañana venturoso. A poco más de 45 días de gestión, la administración Milei tuvo que aceptar en los hechos que el posicionamiento de un panelista televisivo primero y el desarrollo de la campaña electoral después, son coyunturas muy diferentes a la hora de ejecutar el gobierno. Semana de desasosiego y derrotas varias para el libertarismo argentino. Pasen y vean. Como siempre, y este 2024 no será la excepción, están todos y todas invitados.</p> <p>La expectativa semanal radicaba en dos temas centrales: el paro dispuesto por la Confederación General del Trabajo al que adherían el resto de las centrales obreras y un muy buen número de organizaciones de la sociedad civil y el tratamiento en comisiones de la mal llamada Ley Ómnibus, sobre el que el oficialismo tenía la aspiración de obtener el dictamen de mayoría.</p> <p>En el primero de ellos, el mileismo intentó utilizarlo como una herramienta en su favor: con parte de la dirigencia sindical deslegitimada, por acciones históricas propias, pero fundamentalmente por la plena vigencia de esa construcción de sentido que indica que para buena parte de la sociedad argentina, todo lo relacionado con la acción sindical de cualquier tipo, representa un problema en sí mismo; el gobierno y algunos aliados circunstanciales, pecaron de falta de originalidad a la hora de dar la discusión de rigor.</p> <p>Con un evidente sesgo interpretativo, basado en un prejuicio ideológico que encuentra su raíz en la Argentina de la Ley de Residencia de 1904, el oficialismo en sus múltiples terminales (funcionariado, medios de comunicación afines y voceros de redes) no se privó de pronunciar las zonceras tradicionales para este tipo de coyunturas históricas: desde que “el paro es político” (sí Javier, la sociedad en la calle reclamando es un hecho político en sí mismo), pasando por la decisión de desarrollar una medida de fuerza a 45 días de haber asumido el gobierno, siendo que a Alberto Fernández no se le hizo ningún paro, hasta llegar a la discusión de números, donde algún periodista devenido en reciente segundo del vocero presidencial se animó a dar números concretos del dinero que perdería el país con la medida de fuerza y donde la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, no tuvo empacho alguno en minimizar la contundencia de la convocatoria en la Plaza del Congreso, realizando una cuenta algo trucha y obviando las distintas movilizaciones producidas a lo largo y ancho del territorio nacional.</p> <p>https://twitter.com/cgtoficialok/status/1750961014433091806</p> <p>Lo señalado merece algunas aclaraciones. La primera es que, más allá de algunas defecciones históricas, cuando el movimiento obrero reclama no obedece sólo a la cuestión inflacionaria sino a un entramado normativo que se intenta imponer y sobre el que el gobierno anterior jamás pretendió avanzar.</p> <p>La segunda es que en los cuatro años anteriores, con plena vigencia de paritarias libres, todos los sectores que representan el conjunto del movimiento obrero, se vinculan con los sectores formales del mundo laboral y por lo tanto, con sus más y sus menos, pudieron ir “arrimando el bochín” al escenario inflacionario.</p> <p>Y la tercera refiere a la falacia de afirmar que nada se dijo durante el período 2019 – 2023 de los problemas económicos que presentaba el país. Vale recordarle a unos cuantos, que si algo caracterizó a la gestión anterior fue la permanente discusión, con el consecuente internismo, sobre qué destino de gestión debía elegirse.  </p> <p>Lo que el libertarismo argento no entiende (entre tantas cosas), es que las disputas políticas se basan en un principio algo básico de acción y reacción. Si en la primera acción formal de gobierno, entre decretos de necesidad y urgencia de nula necesidad, urgencia y constitucionalidad, la misma se complementa con un bodoque normativo que modifica centenares de leyes, las cuales redundarían (si se sancionara) en la afectación de millones de personas, violando todo principio de discusión adecuada en cada una de las comisiones conformadas para tal fin en la Cámara de Diputados, pretendiendo desoír a los distintos sectores de la sociedad a las que afecta, es evidente que ese malestar deberá canalizarse por algún lado. Una sociedad verdaderamente democrática es como el cauce de un río: se lo podrá intentar obturar, pero siempre volverá a su destino original.</p> <p>Pero además, discutir el número de una movilización, con plazas llenas de extremo a extremo, con evidentes muestras de masividad en las ciudades más grandes del país, pero también en las más pequeñas, trae consigo la desvalorización de aquel ciudadano o aquella ciudadana que se sienten contenido por la organización gremial a la que pertenecen, porque desde el libertarismo tonto e ignorante se cree que las personas pueden ser arriadas sin más razones que el interés del dirigente gremial de ocasión.</p> <p>Así mismo, si honestamente funcionarios e influencers mediáticos (en mis tiempos jóvenes idos les llamábamos formadores de opinión), hubieran decidido pararse en una esquina cercana a una convocatoria en cualquier provincia del país, habría notado que no sólo las estructuras sindicales movilizaron, sino que mucha “gente suelta” se sintió interpelada para mostrar públicamente sus preocupaciones, miedos y enojos. No tratar de comprender esto demuestra la tempranera decisión gubernamental de dejar de intentar representar a los intereses del conjunto de los argentinos: la convocatoria no fue sólo gremial, implicó la presencia de vastos sectores y sirvió como una instancia de institucionalización de un descontento creciente y que, como veremos en los próximos días, se reflejarán en las primeras encuestas que marcan un deterioro en la imagen presidencial. Quien quiera oír que oiga, quien quiera escuchar que escuche.</p> <p>En el enfoque oficialista subyace un error de base que hemos marcado desde el día uno de gestión: Javier Milei confunde un triunfo electoral en un ballotage con un 56% de los votos, con un cheque en blanco para legitimar sus dichos de campaña y su acción inicial posterior.</p> <p>Ese número no se construyó sobre la base de un triunfo político donde una fuerza sobresale con más de la mitad de los votos y el resto de los partidos discuten poder de una manera claramente atomizada (versión electoral del resultado de 2011 y el triunfo en primera vuelta de Cristina Fernández de Kirchner);  sino sobre la presencia de bloques verdaderamente intensos, lo cual no resulta fijo e inmutable, ya que la velocidad con que se intentan los cambios, resulta directamente proporcional a aquellos intereses que pueden afectar.</p> <p>Si además, esa acción política gubernamental se construye sobre un andamiaje institucional definitivamente raleado, donde no se cuenta con ningún gobernador propio, con una minoría muy evidente en el Congreso de la Nación (no se tiene ni el 15% de los legisladores), si se maltrata a los posibles aliados legislativos y se amenaza a gobernadores que no están dispuestos a pagar el costo político que suponen nuevas imposiciones a las economías regionales, queda evidenciado que el resultado no será el esperado por el oficialismo. En la calle se aprende que para pelearse con los grandotes, hay que tener con qué, independientemente del uso o no de la chequera.</p> <p>Como nunca, esta semana el oficialismo dio un espectáculo en sí mismo de los límites que supone la estrategia de hacerse fuerte desde la debilidad: hizo firmar el dictamen de mayoría en la Cámara de Diputados en blanco para reescribirlo después, exponiendo a sus aliados y a una denuncia penal de rigor; visibilizó (otra vez) una interna feroz que todas las semanas habilita renuncias de segundas y terceras líneas de funcionarios; el presidente ordenó la eyección de un ministro por un off the récord publicado en un medio, confirmando en definitiva que lo afirmado era verdad; abrió un nuevo frente de conflicto con gobernadores opositores y no tanto, que rápidamente le recordaron las “ventajas” de un sistema federal de gobierno; y en un típico escenario de crisis, el ministro del área convocó a una conferencia de prensa en un horario absolutamente inusual donde anunció que se retiraba la parte fiscal del proyecto de ley pomposamente llamado “Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos”, como forma de no exponerse a una derrota segura en la sesión de la semana próxima en la Cámara de Diputados de la Nación.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1751036629182042403</p> <p>El oficialismo vino anunciando un esquema de todo o nada. Pero esa estrategia puede servir (incluso en la derrota) cuando detrás se cuenta con una estructura consolidada que te sostiene: si a seis meses de haber asumido Cristina Fernández, el kirchnerismo perdió la batalla política por las retenciones en el Congreso de la Nación, supo capear el temporal (y más allá de algunos cantos de sirena que aseguraban el final del gobierno), esto fue así porque contaba con un respaldo institucional de proporciones. La historia reciente, más allá de los colores ideológicos, debería servir para aprender.</p> <p>La pregunta que dejamos flotando por aquí (ya empezamos queridos lectores. Como verán, no damos respiro en el primer artículo del año), refiere a si la actitud oficialista de este tiempo tiene que ver con una ceguera o brutalidad política, que cada uno adjetive como le parezca, que se sostendrá en el tiempo, o si la derrota autoinflinjida por estos días, con un ministro renunciando públicamente a imponer lo que era el nudo gordiano del proyecto de ley, modificará las estrategias de relacionamiento con la oposición light.</p> <p>Lo que vendrá en los días que siguen supone la propia valoración gubernamental de haber escuchado las demandas sociales, algo difícil de creer a partir de cómo operó ambos mamotretos legales (DNU y ley ómnibus) de cara a los opositores y a la sociedad. Pero el trasfondo es otro: el oficialismo se preparaba a cumplir otro récord, el de tener una ley rechazada a poco menos de dos meses de haber asumido, quedando en el aire la inevitable sensación de que sólo se aspira a la aprobación concreta del artículo 1º de la ley, ese que habla de delegación de facultades, con el fin de ir por más en el corto plazo vía decreto, y además, evitar el tratamiento legislativo del DNU, apostando un pleno a la aprobación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, allá por el mes de marzo.</p> <p>Nada es gratis. Y al elegir equipos de gestión inexpertos y sin diálogo político, el gobierno acaba de tener una derrota que por lógica no resulta definitiva. Hay consecuencia de cada acto y habrá que ver cómo logra (si es que lo hace) recomponer una relación con aquellos sectores “amigables” a los que expuso con sus devaneos iniciales. Ante las faltas, los engaños y la crueldad, siempre habrá consecuencias. Cuidado con las sentencias prematuras.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/863307fbd1530a9c2d2dbdedee75ede3_S.jpg" alt="El ministro Caputo anuncia en conferencia de prensa que retira el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Habrá consecuencia, ante tantas faltas y engaños,</em><br /><em> ante tanto mal provocado,</em><br /><em> ante tan deliberada crueldad, amor.</em><br /><em> Habrá consecuencia, porque no se miente de esa manera,</em><br /><em> lo que nace en el odio en el odio se queda.</em><br /><em> Voy a rogar que una fuerza sobrenatural,</em><br /><em> sentencie tu esencia…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">“Sentencia” - Mamita Peyote</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>Si en la lógica de nuestras vidas privadas, chiquitas y cargadas de verdades relativas, aprendemos, a medida que crecemos, que nuestro accionar cotidiano tiene consecuencias (a favor o en contra); en el mundillo de la política, plagado de intereses cruzados, de los honestos y de los otros, el costo de cada acción nunca es gratis. Sobre todo si el objetivo inicial radica en poner patas para arriba un andamiaje legal construido desde los últimos 100 años, pero fundamentalmente si se quiere avanzar sobre los derechos de una sociedad que está agotada de cierta cotidianeidad, a la cual se le ofrece la certeza de un presente de esfuerzo y sacrificio, a cambio de la promesa de un mañana venturoso. A poco más de 45 días de gestión, la administración Milei tuvo que aceptar en los hechos que el posicionamiento de un panelista televisivo primero y el desarrollo de la campaña electoral después, son coyunturas muy diferentes a la hora de ejecutar el gobierno. Semana de desasosiego y derrotas varias para el libertarismo argentino. Pasen y vean. Como siempre, y este 2024 no será la excepción, están todos y todas invitados.</p> <p>La expectativa semanal radicaba en dos temas centrales: el paro dispuesto por la Confederación General del Trabajo al que adherían el resto de las centrales obreras y un muy buen número de organizaciones de la sociedad civil y el tratamiento en comisiones de la mal llamada Ley Ómnibus, sobre el que el oficialismo tenía la aspiración de obtener el dictamen de mayoría.</p> <p>En el primero de ellos, el mileismo intentó utilizarlo como una herramienta en su favor: con parte de la dirigencia sindical deslegitimada, por acciones históricas propias, pero fundamentalmente por la plena vigencia de esa construcción de sentido que indica que para buena parte de la sociedad argentina, todo lo relacionado con la acción sindical de cualquier tipo, representa un problema en sí mismo; el gobierno y algunos aliados circunstanciales, pecaron de falta de originalidad a la hora de dar la discusión de rigor.</p> <p>Con un evidente sesgo interpretativo, basado en un prejuicio ideológico que encuentra su raíz en la Argentina de la Ley de Residencia de 1904, el oficialismo en sus múltiples terminales (funcionariado, medios de comunicación afines y voceros de redes) no se privó de pronunciar las zonceras tradicionales para este tipo de coyunturas históricas: desde que “el paro es político” (sí Javier, la sociedad en la calle reclamando es un hecho político en sí mismo), pasando por la decisión de desarrollar una medida de fuerza a 45 días de haber asumido el gobierno, siendo que a Alberto Fernández no se le hizo ningún paro, hasta llegar a la discusión de números, donde algún periodista devenido en reciente segundo del vocero presidencial se animó a dar números concretos del dinero que perdería el país con la medida de fuerza y donde la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, no tuvo empacho alguno en minimizar la contundencia de la convocatoria en la Plaza del Congreso, realizando una cuenta algo trucha y obviando las distintas movilizaciones producidas a lo largo y ancho del territorio nacional.</p> <p>https://twitter.com/cgtoficialok/status/1750961014433091806</p> <p>Lo señalado merece algunas aclaraciones. La primera es que, más allá de algunas defecciones históricas, cuando el movimiento obrero reclama no obedece sólo a la cuestión inflacionaria sino a un entramado normativo que se intenta imponer y sobre el que el gobierno anterior jamás pretendió avanzar.</p> <p>La segunda es que en los cuatro años anteriores, con plena vigencia de paritarias libres, todos los sectores que representan el conjunto del movimiento obrero, se vinculan con los sectores formales del mundo laboral y por lo tanto, con sus más y sus menos, pudieron ir “arrimando el bochín” al escenario inflacionario.</p> <p>Y la tercera refiere a la falacia de afirmar que nada se dijo durante el período 2019 – 2023 de los problemas económicos que presentaba el país. Vale recordarle a unos cuantos, que si algo caracterizó a la gestión anterior fue la permanente discusión, con el consecuente internismo, sobre qué destino de gestión debía elegirse.  </p> <p>Lo que el libertarismo argento no entiende (entre tantas cosas), es que las disputas políticas se basan en un principio algo básico de acción y reacción. Si en la primera acción formal de gobierno, entre decretos de necesidad y urgencia de nula necesidad, urgencia y constitucionalidad, la misma se complementa con un bodoque normativo que modifica centenares de leyes, las cuales redundarían (si se sancionara) en la afectación de millones de personas, violando todo principio de discusión adecuada en cada una de las comisiones conformadas para tal fin en la Cámara de Diputados, pretendiendo desoír a los distintos sectores de la sociedad a las que afecta, es evidente que ese malestar deberá canalizarse por algún lado. Una sociedad verdaderamente democrática es como el cauce de un río: se lo podrá intentar obturar, pero siempre volverá a su destino original.</p> <p>Pero además, discutir el número de una movilización, con plazas llenas de extremo a extremo, con evidentes muestras de masividad en las ciudades más grandes del país, pero también en las más pequeñas, trae consigo la desvalorización de aquel ciudadano o aquella ciudadana que se sienten contenido por la organización gremial a la que pertenecen, porque desde el libertarismo tonto e ignorante se cree que las personas pueden ser arriadas sin más razones que el interés del dirigente gremial de ocasión.</p> <p>Así mismo, si honestamente funcionarios e influencers mediáticos (en mis tiempos jóvenes idos les llamábamos formadores de opinión), hubieran decidido pararse en una esquina cercana a una convocatoria en cualquier provincia del país, habría notado que no sólo las estructuras sindicales movilizaron, sino que mucha “gente suelta” se sintió interpelada para mostrar públicamente sus preocupaciones, miedos y enojos. No tratar de comprender esto demuestra la tempranera decisión gubernamental de dejar de intentar representar a los intereses del conjunto de los argentinos: la convocatoria no fue sólo gremial, implicó la presencia de vastos sectores y sirvió como una instancia de institucionalización de un descontento creciente y que, como veremos en los próximos días, se reflejarán en las primeras encuestas que marcan un deterioro en la imagen presidencial. Quien quiera oír que oiga, quien quiera escuchar que escuche.</p> <p>En el enfoque oficialista subyace un error de base que hemos marcado desde el día uno de gestión: Javier Milei confunde un triunfo electoral en un ballotage con un 56% de los votos, con un cheque en blanco para legitimar sus dichos de campaña y su acción inicial posterior.</p> <p>Ese número no se construyó sobre la base de un triunfo político donde una fuerza sobresale con más de la mitad de los votos y el resto de los partidos discuten poder de una manera claramente atomizada (versión electoral del resultado de 2011 y el triunfo en primera vuelta de Cristina Fernández de Kirchner);  sino sobre la presencia de bloques verdaderamente intensos, lo cual no resulta fijo e inmutable, ya que la velocidad con que se intentan los cambios, resulta directamente proporcional a aquellos intereses que pueden afectar.</p> <p>Si además, esa acción política gubernamental se construye sobre un andamiaje institucional definitivamente raleado, donde no se cuenta con ningún gobernador propio, con una minoría muy evidente en el Congreso de la Nación (no se tiene ni el 15% de los legisladores), si se maltrata a los posibles aliados legislativos y se amenaza a gobernadores que no están dispuestos a pagar el costo político que suponen nuevas imposiciones a las economías regionales, queda evidenciado que el resultado no será el esperado por el oficialismo. En la calle se aprende que para pelearse con los grandotes, hay que tener con qué, independientemente del uso o no de la chequera.</p> <p>Como nunca, esta semana el oficialismo dio un espectáculo en sí mismo de los límites que supone la estrategia de hacerse fuerte desde la debilidad: hizo firmar el dictamen de mayoría en la Cámara de Diputados en blanco para reescribirlo después, exponiendo a sus aliados y a una denuncia penal de rigor; visibilizó (otra vez) una interna feroz que todas las semanas habilita renuncias de segundas y terceras líneas de funcionarios; el presidente ordenó la eyección de un ministro por un off the récord publicado en un medio, confirmando en definitiva que lo afirmado era verdad; abrió un nuevo frente de conflicto con gobernadores opositores y no tanto, que rápidamente le recordaron las “ventajas” de un sistema federal de gobierno; y en un típico escenario de crisis, el ministro del área convocó a una conferencia de prensa en un horario absolutamente inusual donde anunció que se retiraba la parte fiscal del proyecto de ley pomposamente llamado “Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos”, como forma de no exponerse a una derrota segura en la sesión de la semana próxima en la Cámara de Diputados de la Nación.</p> <p>https://twitter.com/OPRArgentina/status/1751036629182042403</p> <p>El oficialismo vino anunciando un esquema de todo o nada. Pero esa estrategia puede servir (incluso en la derrota) cuando detrás se cuenta con una estructura consolidada que te sostiene: si a seis meses de haber asumido Cristina Fernández, el kirchnerismo perdió la batalla política por las retenciones en el Congreso de la Nación, supo capear el temporal (y más allá de algunos cantos de sirena que aseguraban el final del gobierno), esto fue así porque contaba con un respaldo institucional de proporciones. La historia reciente, más allá de los colores ideológicos, debería servir para aprender.</p> <p>La pregunta que dejamos flotando por aquí (ya empezamos queridos lectores. Como verán, no damos respiro en el primer artículo del año), refiere a si la actitud oficialista de este tiempo tiene que ver con una ceguera o brutalidad política, que cada uno adjetive como le parezca, que se sostendrá en el tiempo, o si la derrota autoinflinjida por estos días, con un ministro renunciando públicamente a imponer lo que era el nudo gordiano del proyecto de ley, modificará las estrategias de relacionamiento con la oposición light.</p> <p>Lo que vendrá en los días que siguen supone la propia valoración gubernamental de haber escuchado las demandas sociales, algo difícil de creer a partir de cómo operó ambos mamotretos legales (DNU y ley ómnibus) de cara a los opositores y a la sociedad. Pero el trasfondo es otro: el oficialismo se preparaba a cumplir otro récord, el de tener una ley rechazada a poco menos de dos meses de haber asumido, quedando en el aire la inevitable sensación de que sólo se aspira a la aprobación concreta del artículo 1º de la ley, ese que habla de delegación de facultades, con el fin de ir por más en el corto plazo vía decreto, y además, evitar el tratamiento legislativo del DNU, apostando un pleno a la aprobación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, allá por el mes de marzo.</p> <p>Nada es gratis. Y al elegir equipos de gestión inexpertos y sin diálogo político, el gobierno acaba de tener una derrota que por lógica no resulta definitiva. Hay consecuencia de cada acto y habrá que ver cómo logra (si es que lo hace) recomponer una relación con aquellos sectores “amigables” a los que expuso con sus devaneos iniciales. Ante las faltas, los engaños y la crueldad, siempre habrá consecuencias. Cuidado con las sentencias prematuras.</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> 19 días y 500 noches 2023-12-30T17:44:26-03:00 2023-12-30T17:44:26-03:00 https://www.fundamentar.com/articulos/opinion/item/6801-19-dias-y-500-noches Miguel Gómez (*) hola@fundamentar.com <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/5485c45cc87fde433a7b9fa754005ea6_S.jpg" alt="19 días y 500 noches" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Tanto la quería,</em><br /><em> que tardé en aprender a olvidarla </em><br /><em>diecinueve días y quinientas noches…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Joaquín Sabina</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El presidente Javier Milei asumió sus funciones en la mañana del domingo 10 de diciembre, dando el discurso de asunción en las escalinatas del edificio del Congreso, de espaldas al cuerpo legislativo y de cara a algunas decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas que celebraron su llegada al poder. La multitud aplaudió a la policía y al ajuste.</p> <p>Su primer decreto sirvió para derogar el instrumento legal sancionado en la gestión macrista que impedía el nombramiento de familiares del presidente en cargos públicos ejecutivos. Nombró a su hermana Karina como Secretaria General de la presidencia.</p> <p>La jura de ministros no fue televisada por cadena nacional como así tampoco se permitió el ingreso de la prensa, ya que las nuevas autoridades definieron al evento como una circunstancia íntima. Pudo seguirse la transmisión desde las redes del flamante asesor presidencial Iñaki Gutiérrez.</p> <p>El ministro Luis Caputo anunció una devaluación de más del 100%; no se renovarán contratos con el Estado de trabajadores con menos de un año en funciones; se suspende la pauta oficial por 12 meses, se reducen el número de ministerios y secretarías, se achican al mínimo las trasferencias del Tesoro a las provincias, no se licitará nueva obra pública y se reducen los subsidios a la energía y el transporte. No hubo anuncios para jubilados.</p> <p>https://www.youtube.com/watch?v=ypCoTFn2Nhs&amp;embeds_referring_euri=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2F&amp;source_ve_path=Mjg2NjY&amp;feature=emb_logo</p> <p>Milei firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica los requisitos para designar al Procurador del Tesoro. El cambio se impone dado el límite etario que impedía asumir a Rodolfo Barra, quien cuenta con 75 años de edad. El límite era de 70.</p> <p>La inflación de noviembre fue del 12,8%.</p> <p>El oficialismo planea reimponer el Impuesto a las Ganancias para trabajadores de la 4º categoría.</p> <p>Patricia Bullrich anunció el Protocolo Antipiquetes. La medida se fundamenta en la necesidad de orden y que “la gente pueda circular en paz”. Ante los cortes aplicará el artículo 194 del Código Penal que impone penas de hasta tres años. La flamante medida recibió el cuestionamiento de buena parte del arco político y de una variedad muy numerosa de juristas que dudan de su constitucionalidad.</p> <p>Nuevamente aumentaron las naftas. En apenas una semana se incrementó hasta un 78%.</p> <p>La diputada Lilia Lemoine admitió haber recibido dádivas de un hotel. El hecho surge del agradecimiento público realizado vía redes donde agradece a la empresa por dejarle usar las instalaciones hasta que tuviera listo su despacho.</p> <p>José Luis Espert amenazó a colegas diputados de izquierda. En un twit dirigido a Nicolás del Caño afirmó “Para vos también, parásito (virgen de CUIT), bueno para nada. Cárcel o bala si violas la ley”.</p> <p>El vocero Manuel Adorni anunció un falso seguro sobre cuadros exhibidos en la Residencia de Olivos, que se pagarían en dólares de parte de la anterior administración. El pago era en pesos.</p> <p>Derogarán la Ley de Abastecimiento.</p> <p>Funcionarios de Techint se hacen cargo de YPF.</p> <p>Renunció el Subsecretario de Medios, Eduardo Roust, por motivos personales.</p> <p>El presidente Javier Milei viajó a Bahía Blanca para evaluar las consecuencias del temporal que dejó un saldo de 13 muertos. No realizó anuncios concretos de ayuda del Estado nacional, aunque afirmó estar “perfectamente confiado en que ustedes van a poder resolver esta situación”.</p> <p>A una semana de asumir renunció Juan Caruso como director nacional de Comunicación.</p> <p>Los gobernadores fueron recibidos por el presidente de la Nación, quien les explicó las medidas en ciernes, además de pedirles el apoyo para los proyectos que se impulsarán en el Congreso de la Nación. Posturas disímiles de parte de los mandatarios provinciales.</p> <p>Milei anunció por cadena nacional un súper Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica más de 300 leyes. El instrumento pretende derogar, entre otras, la Ley de alquileres, la Ley de Góndolas, la de Tierras, la de Compre Nacional, la de Promoción Industrial, la de Promoción Comercial, desregular el comercio interior y exterior y habilitar la privatización de las empresas públicas.</p> <p>Luego del anuncio del DNU 70/23, en las principales ciudades del país se produjeron espontáneos cacerolazos que tuvieron su máxima expresión en la ciudad de Buenos Aires, donde la movilización se trasladó al Congreso de la Nación, sin respetar el protocolo antipiquetes estrenado unas horas antes en la marcha en la que sectores de izquierda recordaban el trágico diciembre de 2001.</p> <p>https://twitter.com/Diputados_UxP/status/1740131620617965843</p> <p>Especialistas en derecho constitucional argentino, expresaron de manera unánime la inconstitucionalidad del decreto ya que, según coinciden todos, no aparece como necesario ni se entiende su urgencia.</p> <p>La CGT anunció una movilización a la Plaza Lavalle, frente a los tribunales porteños, para reclamar por la ilegalidad del DNU. Segunda jornada de cacerolazos, con represión en la ciudad de Córdoba. El oficialismo desactiva una convocatoria de redes a una marcha para el sábado 23 al Obelisco, mientras el presidente afirma que las protestas están “armadas”.</p> <p>La prepagas anunciaron un aumento del 40%.</p> <p>El Poder Ejecutivo anunció el llamado a sesiones Extraordinarias en el Congreso, aunque no definió la fecha.</p> <p>Cesantearon a 7.000 trabajadores del Estado.</p> <p>Javier Milei anunció que si el Poder Legislativo le rechaza el DNU, promoverá un plebiscito. Nuevamente en coro, lo más granado del constitucionalismo argentino le recordó que, de acuerdo a la Carta Magna, el resultado no sería vinculante.</p> <p>https://twitter.com/madorni/status/1740139794020405619</p> <p>Finalmente se presentó en el Congreso la ley ómnibus que promueve la privatización de empresas públicas, la reforma del Código Penal, deroga las elecciones PASO, promueve la elección de diputados por el sistema de uninominalidad, una declaración de emergencia para que se deleguen facultades legislativas al Ejecutivo, la suspensión de la movilidad jubilatoria y la reforma del sistema educativo.</p> <p>La Confederación General del Trabajo anunció un paro general para el día 24 de enero desde las 11am.</p> <p>El gobierno argentino otorgará un bono de $55.000 para jubilados y pensionados que ganan la mínima.</p> <p>El Estado argentino renunció a incorporarse a los BRICS.</p> <p>La realidad siempre puede ser comentada y explicada. Pero a veces, ciertos procesos políticos y sociales suponen tal contundencia en la instalación de un desorden vital, que con sólo relatar taxativamente los hechos, podemos tomar acabada dimensión de lo que sucede.</p> <p>Diecinueve días de gobierno libertario. Y en las postrimerías de un año particularmente intenso, no son pocos a los que, al igual que al español Joaquín Sabina, las noches les parecen multiplicarse con un halo de angustia y preocupación. Aunque resultan evidente que los motivos son otros.</p> <p>El 2024 se asoma y exigirá, como nunca, templanza, inteligencia y estrategia. Fundamentar, como siempre, tratará de hacer su aporte: mínimo, tal vez insignificante para algunos, pero inquebrantable para nosotros. En la medida que se pueda, FELIZ AÑO para todas y todos…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div> <div class="K2FeedImage"><img src="https://www.fundamentar.com/media/k2/items/cache/5485c45cc87fde433a7b9fa754005ea6_S.jpg" alt="19 días y 500 noches" /></div><div class="K2FeedIntroText"><h3 style="text-align: right;"><em>Tanto la quería,</em><br /><em> que tardé en aprender a olvidarla </em><br /><em>diecinueve días y quinientas noches…</em></h3> <h3 style="text-align: right;">Joaquín Sabina</h3></div><div class="K2FeedFullText"><p>El presidente Javier Milei asumió sus funciones en la mañana del domingo 10 de diciembre, dando el discurso de asunción en las escalinatas del edificio del Congreso, de espaldas al cuerpo legislativo y de cara a algunas decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas que celebraron su llegada al poder. La multitud aplaudió a la policía y al ajuste.</p> <p>Su primer decreto sirvió para derogar el instrumento legal sancionado en la gestión macrista que impedía el nombramiento de familiares del presidente en cargos públicos ejecutivos. Nombró a su hermana Karina como Secretaria General de la presidencia.</p> <p>La jura de ministros no fue televisada por cadena nacional como así tampoco se permitió el ingreso de la prensa, ya que las nuevas autoridades definieron al evento como una circunstancia íntima. Pudo seguirse la transmisión desde las redes del flamante asesor presidencial Iñaki Gutiérrez.</p> <p>El ministro Luis Caputo anunció una devaluación de más del 100%; no se renovarán contratos con el Estado de trabajadores con menos de un año en funciones; se suspende la pauta oficial por 12 meses, se reducen el número de ministerios y secretarías, se achican al mínimo las trasferencias del Tesoro a las provincias, no se licitará nueva obra pública y se reducen los subsidios a la energía y el transporte. No hubo anuncios para jubilados.</p> <p>https://www.youtube.com/watch?v=ypCoTFn2Nhs&amp;embeds_referring_euri=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2F&amp;source_ve_path=Mjg2NjY&amp;feature=emb_logo</p> <p>Milei firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica los requisitos para designar al Procurador del Tesoro. El cambio se impone dado el límite etario que impedía asumir a Rodolfo Barra, quien cuenta con 75 años de edad. El límite era de 70.</p> <p>La inflación de noviembre fue del 12,8%.</p> <p>El oficialismo planea reimponer el Impuesto a las Ganancias para trabajadores de la 4º categoría.</p> <p>Patricia Bullrich anunció el Protocolo Antipiquetes. La medida se fundamenta en la necesidad de orden y que “la gente pueda circular en paz”. Ante los cortes aplicará el artículo 194 del Código Penal que impone penas de hasta tres años. La flamante medida recibió el cuestionamiento de buena parte del arco político y de una variedad muy numerosa de juristas que dudan de su constitucionalidad.</p> <p>Nuevamente aumentaron las naftas. En apenas una semana se incrementó hasta un 78%.</p> <p>La diputada Lilia Lemoine admitió haber recibido dádivas de un hotel. El hecho surge del agradecimiento público realizado vía redes donde agradece a la empresa por dejarle usar las instalaciones hasta que tuviera listo su despacho.</p> <p>José Luis Espert amenazó a colegas diputados de izquierda. En un twit dirigido a Nicolás del Caño afirmó “Para vos también, parásito (virgen de CUIT), bueno para nada. Cárcel o bala si violas la ley”.</p> <p>El vocero Manuel Adorni anunció un falso seguro sobre cuadros exhibidos en la Residencia de Olivos, que se pagarían en dólares de parte de la anterior administración. El pago era en pesos.</p> <p>Derogarán la Ley de Abastecimiento.</p> <p>Funcionarios de Techint se hacen cargo de YPF.</p> <p>Renunció el Subsecretario de Medios, Eduardo Roust, por motivos personales.</p> <p>El presidente Javier Milei viajó a Bahía Blanca para evaluar las consecuencias del temporal que dejó un saldo de 13 muertos. No realizó anuncios concretos de ayuda del Estado nacional, aunque afirmó estar “perfectamente confiado en que ustedes van a poder resolver esta situación”.</p> <p>A una semana de asumir renunció Juan Caruso como director nacional de Comunicación.</p> <p>Los gobernadores fueron recibidos por el presidente de la Nación, quien les explicó las medidas en ciernes, además de pedirles el apoyo para los proyectos que se impulsarán en el Congreso de la Nación. Posturas disímiles de parte de los mandatarios provinciales.</p> <p>Milei anunció por cadena nacional un súper Decreto de Necesidad y Urgencia que modifica más de 300 leyes. El instrumento pretende derogar, entre otras, la Ley de alquileres, la Ley de Góndolas, la de Tierras, la de Compre Nacional, la de Promoción Industrial, la de Promoción Comercial, desregular el comercio interior y exterior y habilitar la privatización de las empresas públicas.</p> <p>Luego del anuncio del DNU 70/23, en las principales ciudades del país se produjeron espontáneos cacerolazos que tuvieron su máxima expresión en la ciudad de Buenos Aires, donde la movilización se trasladó al Congreso de la Nación, sin respetar el protocolo antipiquetes estrenado unas horas antes en la marcha en la que sectores de izquierda recordaban el trágico diciembre de 2001.</p> <p>https://twitter.com/Diputados_UxP/status/1740131620617965843</p> <p>Especialistas en derecho constitucional argentino, expresaron de manera unánime la inconstitucionalidad del decreto ya que, según coinciden todos, no aparece como necesario ni se entiende su urgencia.</p> <p>La CGT anunció una movilización a la Plaza Lavalle, frente a los tribunales porteños, para reclamar por la ilegalidad del DNU. Segunda jornada de cacerolazos, con represión en la ciudad de Córdoba. El oficialismo desactiva una convocatoria de redes a una marcha para el sábado 23 al Obelisco, mientras el presidente afirma que las protestas están “armadas”.</p> <p>La prepagas anunciaron un aumento del 40%.</p> <p>El Poder Ejecutivo anunció el llamado a sesiones Extraordinarias en el Congreso, aunque no definió la fecha.</p> <p>Cesantearon a 7.000 trabajadores del Estado.</p> <p>Javier Milei anunció que si el Poder Legislativo le rechaza el DNU, promoverá un plebiscito. Nuevamente en coro, lo más granado del constitucionalismo argentino le recordó que, de acuerdo a la Carta Magna, el resultado no sería vinculante.</p> <p>https://twitter.com/madorni/status/1740139794020405619</p> <p>Finalmente se presentó en el Congreso la ley ómnibus que promueve la privatización de empresas públicas, la reforma del Código Penal, deroga las elecciones PASO, promueve la elección de diputados por el sistema de uninominalidad, una declaración de emergencia para que se deleguen facultades legislativas al Ejecutivo, la suspensión de la movilidad jubilatoria y la reforma del sistema educativo.</p> <p>La Confederación General del Trabajo anunció un paro general para el día 24 de enero desde las 11am.</p> <p>El gobierno argentino otorgará un bono de $55.000 para jubilados y pensionados que ganan la mínima.</p> <p>El Estado argentino renunció a incorporarse a los BRICS.</p> <p>La realidad siempre puede ser comentada y explicada. Pero a veces, ciertos procesos políticos y sociales suponen tal contundencia en la instalación de un desorden vital, que con sólo relatar taxativamente los hechos, podemos tomar acabada dimensión de lo que sucede.</p> <p>Diecinueve días de gobierno libertario. Y en las postrimerías de un año particularmente intenso, no son pocos a los que, al igual que al español Joaquín Sabina, las noches les parecen multiplicarse con un halo de angustia y preocupación. Aunque resultan evidente que los motivos son otros.</p> <p>El 2024 se asoma y exigirá, como nunca, templanza, inteligencia y estrategia. Fundamentar, como siempre, tratará de hacer su aporte: mínimo, tal vez insignificante para algunos, pero inquebrantable para nosotros. En la medida que se pueda, FELIZ AÑO para todas y todos…</p> <p>(*) Analista político de Fundamentar - <a href="https://twitter.com/miguelhergomez" target="_blank" rel="noopener noreferrer">@miguelhergomez</a></p></div>