En una visita cargada de simbolismo a la sede de la Academia de Policía de Denver, situada cerca del cine en el que el pasado mes de julio un hombre armado acabó con la vida de 12 personas, el presidente estadounidense ha defendido que controlar el uso de armas no significa prohibirlas. La semana que viene el Senado comenzará a debatir una propuesta de ley presentada por los demócratas que incluye la revisión de los antecedentes del comprador en todas las ventas de armas, incluidas las privadas. Entre las medidas más novedosas; la creación de un registro estatal de personas condenadas por delitos al que solo tendrían acceso las autoridades estadounidenses.