Jueves, 18 Agosto 2011 17:05

Nombres que Empiezan a Sonar

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candidatos_republicanosA seis meses para que se inicie el proceso de primarias presidenciales en EEUU, los republicanos empiezan a acomodar su grilla de partida. Un ensayo en Iowa va dejando pistas sobre posibles favoritos, bajas en el camino y los medios que ya comienzan a jugar su propio partido

 

A seis meses para que se inicie el proceso de primarias presidenciales en EEUU, los republicanos empiezan a acomodar su grilla de partida. Un ensayo en Iowa va dejando pistas sobre posibles favoritos, bajas en el camino y los medios que ya comienzan a jugar su propio partido

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candidatos_republicanosEl próximo mes de enero se inicia el largo proceso de primarias presidenciales en los Estados Unidos. Del lado demócrata, hasta el momento, no parece vislumbrarse un posible competidor para la candidatura de Barack Obama. Pero del lado republicano, las cosas empiezan a agitarse.

En la ciudad de Ames, en el estado de Iowa, se celebra tradicionalmente (salvo que haya un republicano en la Casa Blanca que aspire a la reelección) una elección no vinculante que congrega a los aspirantes a la candidatura presidencial. El resultado de esta elección no es determinante para las primarias, pero va dando una pista sobre las figuras con chances más firmes de alcanzar la nominación.

También va dejando bajas en el camino. En esta oportunidad, Tim Pawlenty, ex gobernador de Minnesota que en su momento había sido sondeado para acompañar a John McCain en las presidenciales de 2008, abandonó su postulación tras los magros resultados que obtuvo.

Quien salió bien parada de este sondeo fue la congresista Michelle Bachmann quien con 4823 votos (el 29%) encabezó la lista. En segundo lugar se posicionó el congresista Ron Paul con 4671 votos (el 28%). Bachmann, de 55 años, es representante por Minnesota desde 2007. Ha sido una de las principales detractoras de los demócratas en el Congreso y la Casa Blanca.

La suya ha sido una actividad legislativa eminentemente centrada en detener las reformas del presidente Obama. En un debate mantenido el jueves admitió que su mayor logro en los pasados cuatro años ha sido aprobar la llamada Ley de Libertad de Elección de Bombillas –una ley que establecía la no obligatoriedad de que los ciudadanos compren sólo lámparas de bajo consumo, ya que, como buena militante ultraconservadora, no cree en la crisis energética ni en el calentamiento global, ni en las energías limpias–.

Devota luterana, antiabortista y opuesta a los derechos de los homosexuales, Bachmann tiene cinco hijos pero en cualquier entrevista recuerda que ha participado en programas de acogida a menores sin hogar y que por su casa han pasado otros 23 niños. En la campaña que ha emprendido en estos pasados días en Iowa una de sus principales promesas ha sido derogar la ley de reforma sanitaria de Obama. Bachmann es muy popular entre el Tea Party. Fue ella, de hecho, quien creó el grupo de esa organización radical al interior del Partido Republicano en la Cámara de Representantes.

Pero la aparición más rutilante –al menos según los medios– ha sido la del actual gobernador de Texas, Rick Perry. Si bien decidió no participar del ensayo en Iowa, en los primeros días de su campaña, Perry, de 61 años, no ha pasado desapercibido. Acusó el lunes al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, de alta traición, por su decisión de dejar la puerta abierta a emitir un mayor volumen de dinero para mantener los tipos de interés bajos en caso de que la economía se deteriore más. "Imprimir más dinero en este momento para hacer política es francamente peligroso... o traidor, en mi opinión", dijo en Dubuque, Iowa. "No sé qué le harían ustedes en Iowa, pero nosotros lo trataríamos bastante mal en Texas".

Así, Perry amenazó al hombre elegido por George W. Bush en 2007 para liderar el rumbo monetario de los Estados Unidos. El círculo del ex presidente, con quien Perry tiene malas relaciones, reaccionó pronto. Karl Rove, el arquitecto de las victorias de Bush, dijo en Fox News: "Uno no puede ir por ahí acusando al presidente de la Reserva Federal de ser un traidor. Y sugerir que le tratemos mal en Texas no es algo que suene muy presidencial".

Perry, en rebeldía, no se baja de su caballo. En New Hampshire, se negó a retirar sus acusaciones. Y pasó a otro asunto: negó de nuevo la influencia humana sobre el cambio climático. Es el ideario de Perry en acción. Provocación tras provocación en Estados clave para las primarias. Perry ha convertido a Barack Obama, desde el principio, en su adversario ignorando a sus potenciales rivales en el seno de su propio partido. "El presidente dice que debería ir con cuidado con lo que digo", dijo ayer en la localidad de Bedford, New Hampshire. "Los hechos son más elocuentes que las palabras. Mis logros como gobernador han ayudado a crear empleo. Sus medidas, presidente, lo están destruyendo".

La tarjeta de presentación de Perry en esta precampaña es lo que él llama el "milagro económico texano". Desde junio de 2009, Texas ha creado un tercio de los empleos de los Estados Unidos. La economía de su estado crece anualmente al 3%, más del doble del ritmo nacional. El economista y premio Nobel Paul Krugman dijo el pasado domingo, en The New York Times, que el milagro se debe al hecho de que los sueldos son muy bajos.

Un 10% de los texanos cobra el salario mínimo. Con el incentivo de una gran flexibilidad laboral, las empresas abandonan otros estados para afincarse en Texas. Como no están obligadas a ofrecer cobertura médica, un 25% de los ciudadanos carece allí de seguro. El desempleo en este estado, del 8,2%, está solo un punto por debajo de la media del país. Y a pesar de que su gobernador se opone a los impuestos, su gobierno recauda de las petroleras, directa e indirectamente, más de 300.000 millones de dólares al año.

Perry, sin embargo, defiende con fiereza su gestión. Opina, según ha detallado en su reciente libro Fed up! (¡Harto!), que debería reducirse al Gobierno a su mínima expresión, recortando programas educativos y sociales. Es un enemigo de la Casa Blanca que quiere vivir en ella. Tal es su desconfianza hacia Washington, que en abril de 2009 le dijo a un periodista que Texas "podría abandonar" la Unión. Es decir, amenazó con la independencia.

La devoción que no le tiene al Gobierno se la tiene a Dios. Es un evangélico que cree en el poder transformador de la oración. El 6 de agosto convocó en Houston a 30.000 cristianos –excluyó a musulmanes y judíos– para que rezaran por una mejora económica. Ya en abril decretó oficialmente tres días de rezo "para la petición de lluvia". El Estado atraviesa actualmente una sequía severa.

Pero lo que aparece como el dato más curioso es el silencio que los medios más importantes han impuesto sobre la figura de quien terminó en segundo lugar en Iowa, Ron Paul. Mucho se ha dicho y escrito en estos días sobre Michelle Bachmann, sobre Rick Perry, incluso sobre Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts y ex precandidato presidencial en 2008 que no se presentó en Iowa pero que tiene un buen nivel en los sondeos.

Sin embargo, poco y nada se ha dicho sobre Ron Paul quien en Iowa terminó a sólo 147 votos de Michelle Bachmann sobre un total de 16.892. Si hubiese sido una elección real, ese resultado seguro habría disparado pedidos de recuento de votos. Apenas si la editorial del lunes del Wall Street Journal lo menciona, casi como un acto magnánimo, afirmando que "el libertario Ron Paul, quien no tiene chance alguna de ganar la nominación, terminó en segundo lugar".

El domingo, una vez finalizada la elección, Michelle Bachmann apareció en cinco programas de televisión. Ron Paul en ninguno. Se le preguntó al congresista si esta situación le molestaba, "por supuesto –respondió– pero esto no determinará que el resultado que obtuvimos en Iowa no nos coloque al tope de las preferencias entre el electorado republicano. Los votos nos ponen donde debemos estar, no los medios".

Pero lo cierto es que los medios ya han comenzado a jugar su propio partido. Fox News, CNN, ABC News, tres de las cadenas más importantes, han ignorado alevosamente a Paul y se están jugando por el discurso más exacerbado del conservadurismo norteamericano. Aquel que se pregona desde el Tea Party, como su fuente más conocida, aunque no la única. Rick Perry es una muestra de esto último.

Ron Paul tiene un discurso también conservador, aunque más moderado en ciertos temas como ser el regreso de las tropas del extranjero o la legalización de la heroína. Esto no parece caerle muy simpático a los grandes medios que son más afines a jugar del lado del conservadurismo más duro. El silencio que han impuesto sobre Ron Paul parece demostrarlo. Como bien lo afirmaba un comentarista en estos días, "estoy lejos de considerarme un libertario. Creo que el gobierno fuerte es muy bueno en tanto haga grandes cosas para ayudar al bien común. Pero luego de las elecciones en Iowa, es como si a Ron Paul lo hubiesen sentenciado a la zona fantasma".

 

(*) Licenciado en Relaciones Internacionales. Analista Internacional de la Fundación para la Integración Federal

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