Jueves, 01 Diciembre 2011 02:35

El Mismo Día, a la Misma Hora, en Otro Lugar

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macri-binnerCoincidiendo en día y casi en hora, los principales referentes de la oposición nos cuentan que el principal problema de la Argentina es la inflación, abordándolo de una manera superficial. ¿Qué se esconde detrás de estos planteos?

 

Coincidiendo en día y casi en hora, los principales referentes de la oposición nos cuentan que el principal problema de la Argentina es la inflación, abordándolo de una manera superficial. ¿Qué se esconde detrás de estos planteos?

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macri-binnerNada es casual en la Argentina. En el mismo día, desde supuestos diferentes lugares del espectro ideológico y político, Mauricio Macri y Hermes Binner coincidieron en que el principal problema de la Argentina es la inflación. Las dos vertientes opositoras –indudable centro derecha y autodefinida centro izquierda progresista– pusieron, casi al mismo tiempo, la cuestión de la inflación al tope de las problemáticas que enfrenta el futuro del país.

Macri habló el pasado martes 29 de noviembre ante el auditorio del congreso anual de la Cámara Argentina de la Construcción y, en una caprichosa referencia a lo que dijo Cristina Fernández de Kirchner la semana pasada en la UIA, expresó que: "como lo dijo nuestra presidenta, la inflación es el primer tema a resolver, porque hace que desaparezca la eficiencia y no permite que se sepa con qué índices se determinan y redeterminan los contratos". Siendo precisos, la Presidenta no dijo nada parecido a eso en su discurso ante la Unión Industrial. Pero Macri se apoyó en un falso fundamento de autoridad (el que le confiere la tergiversación de los dichos de Cristina) para hacer una liviana aproximación al tema inflación desde el punto de vista de sus efectos y no desde sus posibles causas o soluciones. La poca rigurosidad conceptual del Jefe de Gobierno porteño impide saber con precisión a qué se refirió. Pero podríamos inferir de sus palabras un reclamo de mayor eficiencia y de reglas más claras en los contratos. Poco y nada para referirse a un tema al que considera prioritario.

Por su parte, Hermes Binner realizó –en una entrevista periodística con Cadena 3– un diagnóstico similar al de Macri. Dijo que "la inflación es el problema fundamental del país" y conceptualizó al incremento de precios como "el impuesto más injusto que existe, porque se siente en los sectores de ingresos fijos, como los jubilados y pensionados". El actual gobernador santafesino repitió de esta manera ideas sobre las que viene insistiendo desde la campaña electoral por la presidencia de la Nación que lo llevaron a plantear – incluso – el congelamiento de precios y salarios por tres años a partir de un acuerdo al estilo de La Moncloa. Antes de las elecciones generales, Binner llegó a decir que, para reducir la inflación, los empresarios deberían pretender ganar menos y los trabajadores pedir aumentos de sueldo más moderados. Al igual que en caso Macri, los dichos recientes de Binner tampoco incluyeron análisis de causas de un fenómeno tan complejo.

¿Qué puede haberlos llevado a Macri y a Binner a coincidir en el mismo diagnóstico el mismo día casi a la misma hora? Seguramente, sendos estudios de opinión pública que vienen indicando a la inflación como el tema económico de mayor necesidad de resolución. Al menos, "la gente" dice eso en las encuestas. Pero, si bien "la gente" puede contestar un cuestionario sin la necesidad de argumentar, Macri y Binner son los dirigentes políticos que, según los medios hegemónicos, han sobrevivido a la debacle electoral opositora: uno, porque no jugó; otro, porque salió segundo cuando pocos lo esperaban, a pesar de haber quedado a 38 puntos de Cristina.

Pero la coincidencia de Binner y Macri se da –justamente– en momentos donde los grupos económicos concentrados vienen fogoneando la fijación de un "techo" en las aspiraciones de incrementos salariales para el año 2012 mientras que desde la CGT se insiste en que la discusión paritaria "no tiene piso ni techo". Macri y Binner coinciden, una vez más, en la estrategia desplegada por las corporaciones económicas para ponerle límites al proceso de redistribución de la riqueza que tienen en las negociaciones paritarias de cada año una instancia fundamental. Por derecha y por izquierda, la idea de que "la inflación es el principal problema del país" es más funcional a los reclamos empresariales que a los deseos de recomposición de ingresos de los trabajadores.

Es deseable, para una mayor salud de la vida institucional argentina, que las principales figuras opositoras puedan reflexionar con argumentaciones sustanciosas sobre temas complejos. La dificultad en el acceso a la vivienda, la reducción del empleo en negro, la cuestión de la inseguridad, la desconcentración económica, son temas –al igual que la inflación– que no se pueden abordar con simplismos del Billiken o Anteojito (por citar dos viejas revistas infantiles). La agenda de "lo que falta hacer" por parte del gobierno nacional no se aborda con frases hechas acordes a lo que indican los estudios de opinión pública o el sentido común políticamente correcto.

 

(*) Licenciado en Ciencia Política. Director Ejecutivo de la Fundación para la Integración Federal

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