Domingo, 14 Abril 2024 10:51

Fuera de foco Destacado

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Es que ando un poco confundido últimamente,
no sé si confiar en mi forma de actuar,
o entregar el control y dejarme llevar,
Como un cachorro adolescente no puedo parar…

“Confundido” - Los Auténticos Decadentes

Una de las virtudes del discurso libertario que derivó en la Argentina en la presidencia de Javier Milei, fue aquella que, desde una prédica de outsider, supo interpelar a buena parte de un electorado que se sentía decepcionado de ciertas estructuras políticas, pero fundamentalmente, de las formas que consolidaban prácticas que no resolvían los problemas estructurales de la sociedad. Con evidente sagacidad, más allá del apoyo de ciertas factorías comunicacionales y de lo asertivo del trabajo en redes, el decir libertario supo vincular una deteriorada situación general con la particularidad de muchos votantes. Así, el concepto de casta supo sintetizar un malestar de un “nosotros” que no es colectivista ni mucho menos, sino una mera identificación entre semejantes, contra un “ellos” que serían responsables de todos nuestros males.

La simplificación, más allá de su natural arbitrariedad, fue lo suficientemente potente como para llevarse un triunfo en ballotage por el 56% de los votos. Pero una cosa es imponer una opción electoral y otra muy distinta el ejercicio de gobierno siendo coherente con lo denunciado en la construcción del candidato. A veces, ciertas encerronas y verdades innegociables, te pueden confundir y dejar lejos de cierto registro de la realidad, esa misma que se denunciaba como un problema. Recorrido por siete días de miradas libertarias desenfocadas. Pasen y vean. Y aunque el recorrido no sea en el Tesla de Elon, la vueltita puede resultarles interesante.

Tres hechos marcaron la semana política a nivel nacional: la reunión gobierno - CGT, la crisis oficialista en la Cámara de Diputados y la gira presidencial por los Estados Unidos, con el bonus track de un retorno a las apuradas a partir del ataque via drones de Irán a Israel.

1. Tarde piaste

A la foto del Jefe de Gabinete Nicolás Posse y del Ministro del Interior Guillermo Francos con la cúpula de la CGT, se la intentó vender como un éxito político oficialista, dado que, se suponía, el encuentro había servido para poner en duda el paro general previsto para el 9 de mayo, el cual se había anunciado unos días antes.

Según lo declarado por los protagonistas, la reunión fue fructífera, duró tres horas, y no quedó supeditado a la mera foto protocolar. Los funcionarios se mostraron bien dispuestos a tratar de encauzar una relación política que no empezó bien y que se demuestra en el hecho de que tardaron cuatro meses en recibir a los popes sindicales. En el pasado reciente, con amenazas libertarias de todo tipo, hasta los dirigentes más dialoguistas quedaron desenfocados en la idea siempre vigente (para sus intereses) de un diálogo constructivo.

En lo inmediato, la no homologación gubernamental de algunas paritarias (camioneros, aceiteros y metalúrgicos) porque estarían por encima de la inflación, mientras se deja al resto de los actores del mercado fluir libremente en el cumplimiento de sus intereses, hace mucho ruido en vastos sectores del mundo del trabajo.

Tampoco ayuda que, mientras se realiza el convite gubernamental a la conducción cegetista, en paralelo, el oficialismo le da aire a un anteproyecto de reforma laboral diseñado por la Unión Cívica Radical y que no tiene en cuenta, precisamente, la opinión de los dirigentes sindicales.

Y además, no existe la confianza plena de que ciertos acuerdos con las segundas líneas, luego no sean dinamitadas por el propio presidente, tal como les viene sucediendo a la totalidad de los gobernadores, sin importar el signo político que porten.

En ese contexto, también debe ser tenido en cuenta el resto de los dirigentes sindicales que pueden no formar parte de la conducción cegetista, pero que recogen un malestar muy profundo de las bases. En este sentido y sabiendo de antemano que el horno no está para bollos, Héctor Daer y compañía reciben una doble presión: por arriba, con toda la estructura comunicacional y política vinculada al oficialismo y por abajo, a partir de un deterioro social harto evidente y que pretende ser contenido anunciando que una inflación del 11% para el mes de marzo, habiendo suspendido el aumento de tarifas que se aplicará en las próximas semanas, es una buena noticia en sí misma.

La duda aquí radica en descubrir porqué el 12,8% de Sergio Massa de noviembre, con niveles de desempleo del 5,7% y pobreza del 41,7% era la representación de todos los males, y cuatro meses después, un punto menos, luego de haber acumulado 59,3 puntos en noventa días, con caída de ventas, desaceleración de la actividad industrial y con un deterioro social evidente, resulta una novedad que debería contentarnos.

Por lo demás, a la luz del inevitable proceso de reconfiguración que debe sobrellevar el peronismo y, en paralelo, con la apuesta grande de lograr derogar el DNU 70/23 en la Cámara de Diputados, la CGT parece transformarse, sea o no deseado por sus dirigentes, en una especie de referente inesperado de este tiempo político y social que vivimos. El armado de un plan de lucha que contempla la adhesión a la marcha universitaria del 23 de abril, más la movilización prevista para el 1º de mayo a lo largo y ancho del país, para concluir con el paro general del 9 y con el antecedente de haber adherido por primera vez en décadas, de manera orgánica y cohesionada, al acto del 24 de marzo, sugiere que cualquier atisbo que pretenda comparar ciertas estrategias de antaño, como por ejemplo la relación con el macrismo que gobernó el período 2015 - 2019, por ahora está bastante lejos de imaginarse como posible.

2. Discusión de casta

Si, como decíamos al comienzo, y de alguna manera lo afirmara Milei en una entrevista reciente a un medio acólito, llegó al poder por mostrar que muchas veces la dirigencia política tradicional estaba “en otra”, lo sucedido en los últimos días al interior del bloque libertario en la Cámara de Diputados se parece y mucho, a esas peleas que adoramos analistas y rosqueros de toda laya, pero que poco importan al conjunto grande de la población.

Recordemos que la disputa radica en el hecho nodal de que Karina “El jefe” Milei, ha iniciado una etapa de consolidación e institucionalización del partido La Libertad Avanza, para ya no depender de un conjunto de partidos regionales minoritarios, que les han servido de prestanombres para poder participar de las elecciones y que ha obligado a negociar espacios de poder que desde la pureza libertaria no se consideran como propios.

Desde hace unas cuantas semanas el presidente ha comenzado a referenciar en el espacio público, las elecciones del 2025, como una instancia crucial para el proyecto. De allí una serie de movidas internas que intentan llenar los casilleros con nombres de innegable lealtad a la sociedad política construida por los hermanos.

El papelón de un presidente de una cámara anulando una reunión un minuto antes vía mail (sí, un minuto antes), donde ya se había acordado el nombre oficialista de quien presidiría la Comisión de Juicio Político y que empieza a ser decisivamente estratégica para los tiempos que corren; la eyección de la jefatura de bloque de Oscar Zago; su atrincheramiento en las oficinas y la inevitable creación de un bloque nuevo con sólo tres legisladores, se parece, y mucho, a esas discusiones que el Milei comunicador de antaño denostaba y con el que logró no poca empatía con vastos sectores de la sociedad.

Desde esa situación de debilidad estructural, que por ahora no se trasunta más que en la pérdida de sólo tres diputados bajo una misma conducción, la primera pregunta del día es quién resuelve la discusión que, si utilizáramos la misma lógica libertaria, refiere a una disputa que lejos está del día a día de lo que sucede con el deterioro económico de buena parte de la población.

3. Viaje Interruptus

El presidente inició un nuevo viaje al exterior, combinando cuestiones personales y otorgándole un perfil estratégico a la compra de unos aviones usados que refieren más a cierta simbología, antes que a una inversión trascendente en materia de defensa.

Mientras desfinancia al FONDEF, y se anunciaba que se daría el gusto de copilotear un avión de guerra, recibió en Miami la distinción de Embajador de la Luz de parte de Jabad Lubavitch, una ortodoxa (y conservadora) institución judía y, contrariando a toda idea de trascendencia del rol de un presidente, se hizo una escapadita hasta Texas para visitar a Elon Musk, el hombre más rico del mundo y dueño de X y de Tesla entre otras millonarias propiedades.

De ninguno de estos encuentros aparecerá la solución para el más nimio de los problemas del país. En las horas previas al encuentro con el sudafricano, desde las redes cloacales del mundo libertario, hicieron correr el rumor de que el empresario podría anunciar la instalación en la Argentina de una fábrica de autos eléctricos. Nada de eso sucedió y las fotos del encuentro se parecen más a dos jóvenes de paseo por el mundo, antes que a las de un presidente que gobierna uno de los países que integra el G20 y uno de los empresarios más importantes del planeta.

La segunda pregunta que queda flotando en el aire, ante el silencio presidencial de estos días, refiere a si en la apurada y sobreactuada vuelta de Milei a la Argentina y mientras en este húmedo y nublado domingo litoraleño, el Estado israelí anuncia que ha resultado exitosa su defensa ante el ataque iraní; el presidente, ahora separado oficialmente de su relación con la artista Fatima Florez, intervendrá en alguno de los problemas planteados, si dejará que el internismo del espacio que conduce decante porque imagina que no lo afecta y cuándo será el momento elegido para arremeter contra un sindicalismo que parece dispuesto a enfrentarlo, más allá de las reacciones oficialistas algo infantiles que se quejan de un segundo paro, sin tener en cuenta la magnitud de las medidas gubernamentales impuestas.

Se trata de la acción y reacción como establece la física. Y aunque de a ratos, el oficialismo pierda el foco, se confunda y enfrente escenarios muy parecidos a aquellos que supo denunciar.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

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